Anuncia el obispo Carlos Garfias su retiro a la diócesis de Ciudad Netzahualcóyotl

 * Hay mucho partidismo y grupismo en los partidos, lo que dificulta el diálogo con la iglesia, dice el administrador temporal de la diócesis de Altamirano  

Ciudad Altamirano * El obispo de la Diócesis de Ciudad Netzahualcóyotl, y ahora administrador temporal de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Carlos Garfias Merlos declaró en conferencia de prensa que no aspira a la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano que será renovada el próximo mes de noviembre.

En reunión con los medios habló de los avances logrados durante su estancia en la Diócesis señalando que no implantó nada nuevo sino simplemente asumió el Plan Diocesano de Pastoral dejado por Raúl Vera López –actualmente obispo de Chihuahua– y pasó de un plan algo ideal a algo más real y de mayor acercamiento con la gente.

A pregunta expresa señaló como uno de los principales pendientes, establecer un diálogo permanente al interior de la iglesia y de esta con los actores políticos para que estos distingan de las propuestas de campaña de los planes de gobierno de beneficio común.

Carlos Garfias Merlos realizó una misa masiva de despedida de los feligreses de la Diócesis, pues el próximo 22 de agosto asumirá el obispado de Ciudad Netzahualcóyotl.

La reunión se llevó a cabo en las oficinas del obispado y Garfias Merlos contestó diversas preguntas de los medios asistentes. Señaló que hubo avances significativos durante su estancia,  como la consolidación de una identidad propia del Seminario de Altamirano, la capacitación de los sacerdotes en diversas áreas, varios de los cuales asistieron a cursos en Ciudad del Vaticano y en la Universidad Pontificia de México.

Entre los pendientes más importantes “desde que se fundó la Diócesis –dijo– está pendiente un diálogo corresponsable entre las personas y las instituciones. Está pendiente el diálogo, la corresponsabilidad al interior de la Iglesia y de ahí el compromiso de la iglesia con la sociedad”.

Dijo que también está pendiente “crear un ambiente de diálogo y de respeto entre los grupos y los partidos políticos, que se distinga entre lo que son las campañas y los proyectos de beneficio común, que los gobernantes asuman las responsabilidades. Hay mucho partidismo y mucho grupismo, y eso dificulta el diálogo con todos. Cada quien quiere llevar agua a su molino y llevarme a su partido. Ese fue mi reto más fuerte”, señaló.

Garfias Merlos dijo que continuará como administrador apostólico de la Diócesis hasta que se lleve a cabo una auscultación interna para realizar el nombramiento del nuevo obispo de Ciudad Altamirano, lo que se llevará aproximadamente ocho meses, dijo.