El retraso del informe del agua de la bahía sería para evitar controversias: Klimek

 * Propone el delegado de la Semarnat que se destinen recursos para crear un centro de monitoreo autónomo en el que participen los gobiernos estatal, municipal y la iniciativa privada

Raquel Santiago Maganda * El delegado de la Semarnat, Octavio Klimek Alcaraz, supuso que la falta de difusión de los resultados del monitoreo de los meses de julio y agosto se debe a que el Sistema Nacional de Información (SNI) está analizando la forma de entregar los estudios para no generar más controversia.

Además propuso que para evitar la interpretación de que se quiere dañar al puerto al informar de la existencia de playas con alto nivel de contaminación, se destinen recursos para crear un centro de monitoreo autónomo entre los gobiernos estatal, municipal y la iniciativa privada.

Entrevistado en su oficina, Klimek Alcaraz dijo que la importancia de la difusión de los muestreos de las playas del país es que posiciona el problema ambiental para que la sociedad conozca la situación en esa materia, porque “el tema del medio ambiente es esquivado, en comparación con otros asuntos como la política”.

Como delegado de la Semarnat en la entidad dijo que la dependencia federal “ha sido muy sensible” al valorar la discusión del proceso del SNI y especuló que el motivo de la falta de difusión de los muestreos de julio y agosto de la calidad de las aguas en las playas es porque se encuentra analizando la forma de entregar la información y no causar mayores controversias.

Aunque aseguró desconocer si la propagación de la información ecológica se debía a la intervención del gobernador René Juárez Cisneros, el alcalde Alberto López Rosas y funcionarios, directivos y empresarios turísticos inconformes con la clasificación de las playas Tlacopanocha y Carabalí en donde con banderas rojas se advirtió que representaban un riesgo sanitario.

Pero defendió que los resultados no pueden ser entregados a algunas personas, porque todos estamos “ansiosos” por tener información acerca del tema ambiental porque “en la búsqueda de la verdad no hay que ocultarla”.

Precisó que el SIN ha recibido críticas porque es un mecanismo de información perfectible; y dijo que su función debe ser asimilada y reforzar sus debilidades para hacerla más efectiva.

Incluso propuso que para dirimir desconfianzas sería saludable que en los puertos del estado hubiera centros autónomos donde se realice el monitoreo con recursos aportados por la iniciativa privada y los gobiernos federal, estatal y municipal con la intención de que haya un control interno y se refleje el trabajo que se hace en el saneamiento de las aguas.

Propuso que con los recursos económicos del Subcomité de Concertación de la Zona Federal Marítima en el segundo semestre podría entrar a discusión el apoyo para la creación del centro de monitoreo del estado, siempre y cuando sea aceptado por el resto de los integrantes.

Klimek Alcaraz agregó que la falta de valoración en obras de carácter ambiental es porque esas inversiones “no se ven y no tienen valoración como las obras públicas”.

Reiteró que la controversia por la contaminación de las playas de Guerrero sirvió para que los gobiernos estatal y municipal aportaran económicamente para la instalación de plantas tratadoras como la recién inaugurada en en La Mira, así como considerar los proyectos de remozamiento integral de Caleta y Caletilla aunque “con recursos insuficientes”.

Aseguró que también es importante que los ciudadanos asuman su corresponsabilidad en el proceso de limpieza y cuidado ecológico, para que a la difusión de la información ecológica “no se le dé un enfoque negativo” y no sea interpretado como “una campaña de desprestigio contra el puerto” como interpretaron autoridades y turisteros por la difusión de los muestreos.

El delegado calificó de “ingrata” la labor de la delegación porque no participa en la recolección y en el análisis de las muestras para medir la calidad del agua, pero al momento de colocar las banderas rojas son contra la que se asumen las represalias.

Mencionó que las banderas azules –símbolo de un mar limpio– son interpretadas como un premio por los mismos prestadores de servicios turísticos, pero las de color rojo son rechazadas aún cuando se han detectado problemas serios como la falta de alcantarillado y descargas de aguas negras a la bahía por parte de restaurantes y hoteles, además, en el caso de Caletilla, la carencia de sanitarios.