Deportan en San Diego a cinco miembros de una familia guerrerense

 Colaboración de Pedro Martínez Serrano, reportero de El Mexicano, Tijuana * A menos de 24 horas de que el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, estuvo en San Diego, para insistir en la “necesidad de lograr un acuerdo migratorio con Estados Unidos, para reforzar la seguridad interna de este país”, el gobierno estadunidense arrestó una familia de mexicanos indocumentados a las puertas de su consulado general.

Recuerda Baltazar Bailón Benavides, guerrerense de 53 años, que radicaba indocumentado en San Diego: “Desde ayer, mi hijo Ángel, me dijo que fuéramos al consulado, para sacar la matrícula consular”.

Dice que se le ocurrió que fueran todos los integrantes de la familia, para que cómo él, “de una vez se controle este asunto de la matrícula”.

“Y qué pasó. Que parqueando su auto en el estacionamiento, empezamos a caminar tranquilamente al consulado”.

Para hacer el trámite ante la representación diplomática mexicana, lo acompañaban también su esposa, Rosa Amelia Casarrubias de los Santos, de 40 años; su hija Nayeli Bailón Casarrubias, de 20 años; su hijo Ángel Bailón Casarrubias, de 22 años y su sobrino Rodolfo Vargas Díaz, de 30 años, todos nativos de un pueblo localizado a 16 kilómetros de Acapulco, rumbo a Zihuatanejo.

Cuando les faltaban unos metros para llegar a la representación diplomática de México en San Diego, explicó, se les atravesó la unidad K 2116 de la Border Patrol, y los agentes que iban a bordo los detuvieron.

“Nos paran. Se bajan. Nos preguntan: sus documentos. Cuáles documentos, pregunté. Son ilegales o no, así de simple, nos dijeron. Díganme, son ilegales o no. No pues qué, empieza uno a titubear. Y ellos insistieron: son ilegales o no. No, pues sí, sí somos ilegales. No traemos ningún documento”, recuerda.

En cuanto les preguntaron la razón de que andaban por ese lugar, a las 6 de la mañana con 45 minutos, explicaron que iban al consulado de México en San Diego, para sacar la matrícula consular.

Los oficiales de la Patrulla Fronteriza, recuerda el señor Bailón, asumieron una actitud intransigente y los obligaron a subir a la patrulla, para luego trasladarlos al área de aseguramiento, para finalmente deportarlos al mediodía de este viernes.