Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arturo Martínez Nateras

FABRICA DE LETRAS

  Los porqués del PAN

Me he ocupado de los números del PAN y enuncio a continuación las causas por las cuales, desde mi apreciación personal, el PAN ha sufrido un revés tan doloroso –para ellos–.

1) Pierde el partido sin ganar el gobierno. El pensador y dirigente político Adolfo Christlieb Ibarrola es el autor de la tesis actualizada por Felipe Calderón Hinojosa durante su paso por la presidencia de Acción Nacional: ganar el gobierno sin perder al partido. La apropiación del PAN por los grupos de políticos empresariales pragmáticos, de los bárbaros del norte, los amigos de Fox ha sido la pérdida del partido sin ganar el gobierno. Vicente Fox Quesada y sus aliados gobiernan sin el programa del PAN, sin sus cuadros mejor calificados; sin sus dirigentes. El aparato partidista en todos sus niveles no es más que una fallida correa de transmisión de decisiones adoptadas mediante los procedimientos clásicos del presidencialismo en todos sus niveles. Fox no gobierna con el PAN y en cambio el PAN sí recibe las penas por las fallas del gobierno. El PAN decae por la desilusión ciudadana y nacional.

2) El gobierno gobierna con un programa, objetivos, funcionarios, estilo, métodos y formas de gobierno ajenos a la doctrina política del panismo y propios tanto de las fuerzas económicas y sociales predominantes con apenas inclinaciones de grupo. Ganó la derecha y gobierna la derecha neoliberal y conservadora. El PAN gobierna con el mismo contenido y estilos de los gobiernos anteriores. La selección del gabinete, la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo, la falta de un sistema de reinvención del gobierno, la parálisis en la política económica, la arrogancia y el autoritarismo de un gabinete que habla y habla del cambio pero hace lo mismo que los de antes pero peor… están en el paquete de causas que explican los resultados. El presidente Fox no ha logrado ni ha intentado realizar ninguno de sus ofrecimientos de campaña. El régimen de partido de Estado, en sus componentes principales sigue vigente, está vivo y coleando. Ninguno de los factores profundos del presidencialismo ha sido tocado; cambiaron los mandos pero la esencia del sistema sigue invicta…

3) El PAN y el gobierno carecen de cuadros, de líderes, de estructura para la operación y la ejecución política. La inclinación presidencial y del Ejecutivo por gobernar vía los medios electrónicos, las encuestas, la propaganda y la publicidad fracasó rotundamente. Los mejores programas tanto en su continuidad como en las innovaciones (Oportunidades, Alianza, Procampo, Fonaes, Sedesol…) son operados por los dirigentes locales y comunales; administrados por la estructura social tradicional y reformadora en la cual tienen una mucho mayor presencia los miembros del PRI, del PRD, del PT, las organizaciones sociales. El PAN es el gran ausente pues carece –con el gobierno– de una política de organización social ajena al corporativismo patrimonialista. El caso del Acuerdo Nacional Para el Campo es muy ilustrativo. El gobierno y el PAN fueron ajenos a las movilizaciones, cedieron con buena voluntad y allí están, rehenes del corporativismo de los priístas y líderes extra terrestres.

4)  Los perdedores: el PAN como partido y el gobierno, fueron incapaces de ofrecer un cauce al entusiasmo popular del 2000; nunca se propusieron crear y promover un movimiento social como pilar de políticas públicas formuladas con la sociedad misma. El gobierno más legal y legítimo de los últimos 60 años logró divorciarse de la sociedad con una velocidad relampagueante. El bono democrático lo convirtieron en un oneroso pagaré… La buena experiencia del movimiento construido en torno al Pronasol no ha sabido ser aprovechada por nadie por el prejuicio antisalinista, sin entender que Carlos Salinas de Gortari, un presidente sumamente cuestionado, de precaria legitimidad tuvo la sensibilidad de recoger de la sociedad sus clamores, su capacidad organizativa libre y autónoma,  sus demandas y disposición a hacer por sí y para sí todo lo posible para modificar la situación; gracias a ello a menos de un año de una toma de posesión tan cuestionada logró un apoyo social que lo llevó a arrasar en las elecciones de medio sexenio. Después de él, tanto Zedillo como Fox recibieron una severa crítica desde las urnas sobre todo por la carencia de una política social adecuada a los reclamos y a las esperanzas del pueblo.

5) El PAN tenía una bien cimentada fama de partido de la honestidad y de la rectitud, integrado por políticos y ciudadanos honorables, promotor del Estado de derecho. El PAN en el poder y con el poder ha mostrado las debilidades de políticos frívolos. Los escándalos se han sucedido ante una sociedad asombrada. El recuento de hechos es muy abultado. Desde el toallagate, pasando por los Amigos de Fox, por los ingresos por honorarios de presuntos traficantes de influencias, por litigantes voraces, como los medios han puesto de relieve y agigantado en personajes como Diego Fernández Cevallos, de Antonio Lozano Gracia; los gobiernos y funcionarios panistas se han autoasignado emolumentos muy elevados en los cargos de gobiernos estatales y municipales; casos insólitos hasta  de crímenes cometidos desde el poder como ajustes de cuentas en municipios como el asesinato de la regidora de Atizapán, la frivolidad de Pancho Cachondo, el caso de candidatos traficantes de armas, las denuncias de compra de candidaturas, etc., han desmoronado una imagen construida con una labor paciente de años y años. La frivolidad y las ambiciones de la pareja presidencial, de las familias de Los Pinos  ha sido altamente publicitada por ellos mismos. El PAN, el partido de los católicos tradicionales, de los persignados, entró en choque con la Iglesia católica que mantiene un silencio cómplice y una distancia soterrada…

6) El PAN, una de las fuerzas propulsoras del federalismo democrático, del desmantelamiento del sistema de partido de Estado y del establecimiento de una presidencia democrática, enferma de la esquizofrenia del poder, en el gobierno hizo a un lado sus valores, ideales y propuestas. El presidencialismo está más exacerbado que nunca. No hay un solo paso en el desarrollo del municipio libre y del federalismo. Los delegados de las dependencias son virreyes azules del poder como antes lo fueron tricolores. El PAN es el partido de gobierno. La realización de las reuniones semanarias en Los Pinos entre el presidente y la cúpula panista no son otra cosa que el insano acercamiento y la reproducción de la sumisión del partido al Ejecutivo… Es admirable el reclamo del partido al gobierno respecto a los delegados. Los panistas reclaman que los mil 500 delegados federales sean funcionarios activos y militantes; un sector de cuadros reclama la expulsión de los prístas. Un partido congruente con el federalismo democrático en lugar de ver al gabinete y a las delegaciones como botín debe disolver las delegaciones y devolver poder a las fuentes del poder: a los estados y a los municipios.

7) El PAN es un partido cupular, un movimiento electoral que carece de una estructura orgánica nacional, extendida, con vida propia y permanente, desde  los seccionales, las localidades, los distritos, las ciudades, los estados. El PAN nunca ha logrado construir una red social de ciudadanos, de cuadros y organizaciones. El PAN es un clásico partido electoral y electorero. La militancia fiel y el voto duro es muy reducida y flotante. Esta ha sido una de las causas orgánicas de la pérdida de votos, y de las derrotas en Nuevo León, en Sonora, en Campeche, en Colima, de sus descensos en el DF, en  Jalisco, etc.

8) El PAN fue durante su larga existencia un partido de juristas. Promotor y defensor del Estado de derecho, de los derechos humanos; de la patria generosa y ordenada, del bien común y ya en el poder ha defraudado una de sus cualidades meritorias. Esta declinación de valores se empezó a vislumbrar desde el paso del licenciado Lozano Gracia por la PGR con la siembra de cadáveres y los sucesivos engaños y violaciones a la legislación. Los panistas le encontraron pronto el sabor y el gusto al ejercicio de la impunidad; devinieron en políticos y gobernantes corruptos y corruptores, soberbios y arrogantes, arbitrarios como los gobernadores de Nuevo León, de Nayarit, de Querétaro y de algunas de las ciudades y municipios más importantes del país.

9) El gobierno del presidente Fox rompió muy pronto con los aliados del voto útil; menospreció el significado de su participación; defraudó los compromisos firmados con fines estrictamente electoreros. La suma de los ilusos desilusionados es igual a la de quinees se adhirieron a la política que terminó siendo del voto inútil. La inmensa mayoría no lograron ni empleo, jamás les toman una llamada, los funcionarios del primer nivel los menospreciaron, el Presidente jamás se volvió a reunir con ellos. El único sobreviviente de alto nivel, como tal, es Alfonso Durazo Montaño quien es blanco permanente del fuego amigo, de rumores. Fox gobierna con su grupo personal, con sus subordinados. El caso de Florencio Salazar Adame merece un análisis especial. El dejó de ser lo que pudo haber sido y forma parte orgánica del panismo alineado con Santiago Creel y enfilado a una sucesión anticipada… Porfirio Muñoz Ledo y Adolfo Aguilar Zinser son tratados como tontos útiles, buenos para los tiempos de crisis y desechables en el ascenso…

10) La campaña electoral del PAN fue completamente subordinada al interés presidencial, a la imagen, a sus objetivos y caprichos; la campaña fue desatinada, inconsistente, oscilante, de bandazos. El PAN quedó atrapado en el negocio de las televisoras, de los consultores y en la telaraña de una identidad única, centralizada. La cúpula del partido del gobierno y el alto mando presidencial supieron en todo momento el efecto de las campañas en la sociedad. El presidente Fox como todos los presidentes dispone de la mayor cantidad y calidad de información fidedigna. El presidente nunca entendió que la desilusión y el fracaso gubernamental eran la causa principal del descenso panista. La mala costumbre de culpar a los medios y a la sociedad y descargarse en su partido llevó al presidente a convertir las elecciones en plebiscitarias, en un referéndum. Fox se lanzó a salvar al PAN con Santiago Creel como escudero –quien además violó la institucionalidad de la SG. No les importó atropellar y minar a la autoridad electoral, provocaron una confrontación irracional y gracias al acierto del IFE debieron dar marcha atrás. El PAN abandonó una vez más el sentido de la campaña y se mimetizó en la imagen de Fox candidato. La campaña de Estado fracasó y deja un nuevo saldo a favor de los ciudadanos; de su real capacidad de elección.

El PAN es totalmente refractario y repelente a la crítica. Persiste en el autoengaño. Busca culpables y pretende facturarle a los medios de comunicación y a los ciudadanos los errores que se niega a admitir. Por este camino tendrá eco la extendida idea de sacar al PAN de los Pinos. De seguir así viviremos otra alternancia presidencial. Ensayo que será bueno para el país y para la madurez democrática de la sociedad y de la política.

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