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La actual ley indígena es imperfecta, considera el arzobispo Felipe Aguirre

 * Afirma que la iniciativa aprobada por la cámara de diputados debió quedar cerca de las posiciones del EZLN * Ante la feligresía, aboga por la reconciliación de los mexicanos con sus raíces indígenas

 Aurelio Peláez * A casi dos años de aprobada la Ley indígena, el arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco, afirmó que es una “lastima” que esta ley no haya quedado más cerca del las posiciones del EZLN, y explicó que los senadores de la República tuvieron esa oportunidad de acercarla a las demandas de los movimientos indígenas.

En su homilía de ayer, a propósito del primer aniversario de la canonización del indio Juan Diego, el arzobispo de Acapulco Felipe Aguirre Franco –que lo fue también de la diócesis de Chiapas-, afirmó que México tiene como raíz fundamental a los pueblos indígenas, y dijo que se debe favorecer la reconciliación con estas raíces.

Ante la feligresía reunida en la catedral de Nuestra Señora de la Soledad, en el Zócalo, el arzobispo dijo que un pueblo que vive su identidad es un pueblo unido, y un pueblo que no la reconoce es un pueblo enfrentado y dividido.

Explicó a su vez que Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, son la mejor expresión del mestizaje y de la riquezas cultural del país. En la misma también se festejó el primer aniversario de la bendición de la Virgen de los Mares por parte del Papa Juan Pablo Segundo.

Entrevistado al final de la misa, en donde se tocó el meta de la ley aprobada por los senadores, Aguirre Franco señaló, a propósito del tema indígena, que “tenemos una Ley indígena que todavía es imperfecta, aunque ya es un logro”. Reconoció el trabajo del EZLN por las demandas indígenas, y dijo que a la actual ley “le falta mucho por perfeccionar”. Afirmo que para la iglesia católica es una preocupación de que los propios indígenas sean gestores y promotores de su propio desarrollo.

Contó incluso que Plan Pastoral diócesano “busca caminar junto con ellos, de manera que la pastoral es de los indígenas, no para los indígenas, no queremos, la iglesia no aboga por un indigenismo de conquista, sino por una pastoral de los indígenas, para que ellos mismos sean gestores y promotores de su propio desarrollo y del desarrollo de nuestras comunidades en México”.

Acerca de las propuestas de autodeterminación de los pueblos, como una de las demandas de los movimientos indígenas que no quedaron plasmadas en la ley, el arzobispo señaló que “ha sido uno de los gritos desde la selva de Chiapas, de la marginación en que hemos tenido a nuestros hermanos indígenas, pero a casi diez años del surgimiento del EZLN, de su aparición en Chiapas, es propósito para ver que no es por medio de la violencia comose  llevará a cabo la reivindicación de los indígenas, no es por medio de las armas, sino por diálogo y los acuerdos”.

Dijo estar a favor de una autodeterminación “que no signifique un estado dentro de otro estado, una república dentro de otra república, eso es reprobable desde cualquier punto de vista, sería un absurdo, pero sí reconocer que los indígenas tienen derechos a ser diferentes a en su organización”.

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