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Crea Hiperboreal una especie de sueño colectivo con su música en Sinfonía del Mar

*La bailarina y coreógrafa Lola Lince presentó The human animal y el grupo Marionetas de la Esquina divirtió a los niños con su espectáculo El circo, dentro del Festival Interfaz

Óscar Ricardo Muñoz Cano

A ritmo de la música electrónica mezclada con tradicional mexicana de Hiperboreal, uno de los cuatro grupos musicales que componen el proyecto musical Nortec Collective, culminó el cuarto día del Festival Interfaz, cuerpo, comunidad y emoción y que reunió a cientos de personas que abarrotaron el anfiteatro de Sinfonía del Mar.
Con dos nominaciones al Grammy, la gente de Hiperboreal resultó del agrado del público pues aunque el concierto se realizó con hora y media de retraso, el baile y el ambiente que se logró a base de proyecciones sobre una pared así como el juego de luces y la aparición de humo, lograron sumir a la gente en una especie de sueño colectivo.
A ello se sumó la vibra del grupo, quien disculpándose desde el principio por el retraso no paró en agradecer a quienes asistieron a verlos así como de resaltar las cosas buenas de Acapulco.
Tijuana Bass, Babel o Don Loope, canciones a base de bits mezclados con sonido de banda y la guitarra de Hiperboreal, fueron aplaudidas por todos al final de la presentación que se alargó tanto como pudo.
Previamente, y como actividad mayor del mismo festival, en el Centro Cultural Domingo Soler se presentó la bailarina y coreógrafa Lola Lince, que ante un público no tan numeroso presentó The human animal.
Poco más de 50 personas pudieron “observar” la historia de una mujer en su tránsito por paisajes espirituales, con una poética que unió a dos personalidades de la disciplina: Lola Lince, la ejecutante y creadora del concepto, y Susanne Linke, (ausente) quien es considerada una de las mejores exponentes de la danza expresionista alemana.
Mediante un buen discurso a nivel visual basado en un sencillo juego de luces y unos cuantos objetos, como una mesa, la obra musicalizada con dramatismo resultó del agrado de la gente que admiró los movimientos y los desplantes de Lola, quien usó el cuerpo ya sea para jugar con las sombras, para bailar o para demostrar su flexibilidad.
Por la mañana y ante poco más de 200 personas, principalmente niños, se presentó El circo, de Lucio Espíndola y producción del grupo Marionetas de la Esquina.
Teniendo como escenografía un viejo carromato, uno a uno los personajes clásicos de los circos desfilaron ante los niños que se sorprendieron ya sea con las alegres ocurrencias de los payasos, las destrezas del levanta pesas o la gracia de las focas, todos, marionetas manipuladas por el grupo creado hace ya más de 35 años.
Posterior a la presentación, el grupo que entre sus galardones se encuentra la Medalla Rosete Aranda, Premio a la labor titiritera 2012, ofreció un taller de elaboración de marionetas a una docena de adultos y niños que se acercaron al mismo.
Finalmente, sólo dejar testimonio de que se proyectaron las cintas La mujer de Banjamín, y Del olvido al no me acuerdo en la Universidad Americana de Acapulco y que, como en el resto del ciclo de cine denominado circuitos culturales Imcine, no logró reunir público.

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