Arturo Martínez Nateras

Fabrica de Letras

  Nuestro 26 de julio / II  

 Las marchas

La tarde del 26, nadie podía suponer lo que a partir de este día se iniciaría. Llegamos al punto de partida de la marcha de la CNED. De diferentes puntos de la ciudad empezaron a llegar contingentes. De inmediato se percibía el estado de ánimo de lucha, de movilización, de agitación. La movilización de la CNED fue mucho más concurrida de lo esperado. Nosotros andábamos siempre con las botas puestas y en permanente estado de agitación. Nos identificaban algunos ideales y convicciones: la democracia, la libertad, el socialismo y la reforma democrática de la educación. ¡Luchar mientras se estudia! Era nuestro lema.

Los miembros de la CNED teníamos ya varios meses de luchas sucesivas, de acechanzas, persecuciones y de avances. La Marcha Estudiantil por la Ruta de la Libertad (febrero del 4 al 6) había conmovido al país. Basta y sobra con una revisión de medios para constatar la dimensión de aquella gran movilización realizada en febrero que fue suspendida por el Ejército. De allí al congreso de la FECSM, al seminario sobre la Reforma y la Democratización de la Enseñanza realizado en la UNAM, en Monterrey los compañeros habían ganado ya todas las sociedades de alumnos iniciando las movilizaciones por la reforma de la UNL; después, en mayo, del 10 al 13, el Congreso de la CNED en el cual fui elegido secretario general.

Caminamos sobre lo que hoy es el Eje Central. Todos sabíamos que nuestros compañeros del Poli luchaban para que las marchas se unificaran. Como siempre en varias ocasiones los contingentes del POR(t), UNER, de Ciencias Políticas al llegar a la Latinoamericana nos diputaron la dirección de la manifestación intentando cambiar el itinerario. ¡Zócalo, Zócalo! era su reclamo. Nosotros nos aferramos por el conocimiento de que debíamos esperar a los del IPN…

La marcha dirigida por la FNET salió de la Ciudadela, los “fenetos” como denominábamos a los dirigentes oficialistas, organizaron equipos de porros con gruesas cuerdas así como para que la gente no se saliera del carril. Al llegar al monumento a la Revolución se produce la primera escaramuza. Los jóvenes del MIR que encabezaban los hermanos García Reyes pretendieron, sin éxito, apoderarse de la descubierta y del micrófono para llevarse a la gente al Zócalo. Allí se produce el primer desprendimiento de jóvenes que después serán los primeros golpeados.

Nuestros compañeros del IPN eran ya jóvenes muy preparados en las mejores artes de la lucha y de la agitación. Tenían años intentando ganar la dirección de la FNET, enfrentados a todo tipo de porros y a una red de dirigentes sometidos al gobierno que ya en ese momento controlaba el licenciado Rodolfo González Guevara, secretario de Gobierno del DF. Los jóvenes comunistas de las vocacionales, con la 7 a la cabeza, los de las Escuelas Superiores de Biológicas, la ESIME, la ESIQUIE, de las ESIAS, de la ESIT… Todos ellos habían vivido la experiencia de la huelga de 1967 cuando en una noche logramos parar a las escuelas del Casco y de Zacatenco… acumulaban la experiencia de las jornadas de solidaridad con Sonora, con Morelia, Puebla, Michoacán, etc. Nosotros vivíamos la lucha con una gran pasión y una contagiosa alegría. Conocíamos los riesgos pero los enfrentábamos con tanta inteligencia como temor y certeza de la represión como un factor constante.

Al llegar al Carrillón, ya en El Casco de Santo Tomás, nuestros compañeros tomaron camiones y se vinieron a la Alameda y allí nos concentramos en el Hemiciclo. El contingente crecía y crecía. El mitin transcurría entre orador y orador. El parte policiaco de la DFS es una muy útil ayuda de memoria. Hablaba yo cuando llegaron muy bien organizados los grupos dirigidos por David Vega Becerra, César Tirado, Zeferino Chávez, Carpóforo Cortés Varona, Melitón Nateras… Dice Vega que él se llevo casi de la mano a Genaro López Alanís, el dirigente principal de la Vocacional 5, quien desde la tribuna detalló lo ocurrido el día 22, explicó los detalles del comportamiento de la FNET y lo sucedido durante la marcha. Pidió solidaridad y el clamor ya era uno solo: ¡Zócalo, Zócalo, Zócalo! En esas estábamos cuando alguien nos avisó que un contingente muy grande corría por avenida Hidalgo rumbo al corazón político de la ciudad. Nosotros: Arturo Zama, Rubén Valdespino García y José Barragán Gómez cruzamos la Alameda y logramos traernos a la gran mayoría al Hemiciclo. Allí decidimos en una votación tumultuaría. Adivinó usted: ¡Zócalo, Zócalo, Zócalo!

Organizados en grupos compactos miles de jóvenes empezamos a marchar; recibimos la primera carga de un muy grande y compacto grupo de granaderos. Nos replegamos y, dicen quienes lo recuerdan y así queda consignado en el parte policiaco que yo, quien en ese momento tenía la responsabilidad principal me subí primero en el cofre de un autobús y después en el poste de un semáforo y desde allí mediante apasionada arenga les pedí volver a intentarlo. Volvimos a marchar ahora por 5 de Mayo contra el flujo normal de los vehículos. Esta era una experiencia de las pequeñas brigadas políticas, adquirida en la escuela de cuadros de la lucha, en la solidaridad con Cuba, con Vietnam, con la Dominicana, por la libertad de los presos políticos…

Los granaderos nos volvieron a dar hasta con la cubeta. Nos defendimos como y con lo que pudimos. Corrimos al Hemiciclo. Nos concentramos. Desde el micrófono cuentan los compañeros, consignan los medios y el parte convoqué a dispersarnos para organizar desde nuestras escuelas una huelga general nacional y advertí, según la siguiente cita: “Martínez Nateras dijo que en esta ocasión los Granaderos había actuado en forma despiadada en contra de unos tres mil estudiantes indefensos, pero que mañana no habría fuerza que detuviera a 100,000 (cien mil) de ellos; que debían organizarse aprovechando el día de mañana y domingo, para que el lunes, se reunieran ya con mayor contingente para hacer frente a la policía y presentar nuevamente su protesta”.

En esas estábamos cuando los granaderos con Mendiolea Cerecero a la cabeza se tiraron a fondo en contra nuestra. Piernas veloces de por medio emprendimos la retirada… Empezó el desmadre en el centro de la Ciudad.

Mañana el génesis y fin de este primer testimonial…

Cajita de Olinalá

¿Puede la PGR desistirse de un caso tan grave como el Pemexgate? Tan puede que lo hizo construyendo una monumental catedral a la impunidad. Ni siquiera los priístas procedieron nunca con tanta transparencia en tratándose de delitos cometidos y denunciados, y demostrados por la Procuraduría.

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano es casi genial. Javier Solórzano le preguntó sobre la frase célebre de López Obrador: que a él lo den por muerto. “Bueno yo espero que como siempre él cumpla su palabra…”.

La AALMAC (Asociación de Autoridades Locales de México, AC) realizará en Acapulco, los días 8 y 9 de agosto, un taller sobre mecanismos de participación ciudadana. El H. Ayuntamiento será el anfitrión.

Agradezco y acuso recibo de la carta a El Sur de Héctor Manuel Popoca en la cual informa de los excedentes petroleros que por decisión gubernamental, serán destinados al campo. 59 millones de un total de 166.3, un 35.4 % del total. Esto quiere decir que la Convención Estatal ya no tiene nada que opinar al respecto. Las organizaciones deben tomar nota de lo anterior.

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