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Compra el ayuntamiento un tercer predio y el lunes inicia trabajos en la vía rápida

 Aurelio Peláez * El ayuntamiento de Acapulco concretó ayer la compra de un tercer terreno para la construcción del acceso de la vía a la avenida Pie de la Cuesta, faltando por adquirir un cuarto, una casa, para concretar el proyecto.

Ayer, en la oficina de la presidencia municipal, se entregó un cheque por 600 mil pesos al señor Angel Olguín Rosales, quien vendió un predio de 200 metros al municipio –de los mil 500 con que cuenta su casa- y este lunes comenzarán las obras para la construcción del acceso.

El presidente municipal Alberto López Rosas, luego de entregar el cheque al señor Olguín Rosales, dijo tener confianza en que se concrete en estos días la compra de la última propiedad, que libraría en cien por ciento el espacio estimado para el acceso entre estas dos vías, aunque informó del inicio de la obra. En la reunión, estuvo el secretario de Obras Públicas y Desarrollo Social, Jorge Juárez Soto.

Don Angel Olguín contó que tiene 60 años habitando sobre la calzada Pie de la Cuesta, en donde vendió “un pedacito de terreno”. Informó que hace siete años, cuando estaba a punto de concluir la vía rápida, había decidido vender su terreno “pero llegó lo de Aguas Blancas (el episodio de la caída de Rubén Figueroa de la gubernatura), ya se tenían los papeles arreglados, con lo de Aguas Blancas quitaron al gobernador y se acabó el proyecto”.

Explicó que en esa ocasión “nos avisaron a todos, hubo una junta en playa hornos, las cuatro casas de adelante y dos quedaron en conformidad, nada más que llegó lo de Aguas Blancas y se acabó el proyecto”.

Dijo que continuaría viviendo en su actual casa. “Tengo una casa demasiado amplia, nada más mi señora y yo vivimos, mi señora tiene 85 y yo 87, tenemos 60 años viviendo ahí. Somos del Distrito federal y me vine por cuestiones de trabajo, en transportes, tuve

como 20 años trabajando en transportes de descarga, estuve como cinco años y cuando se fue me quedé con el café”.

Contó que vendiendo café conoció Adolfo López Cisneros, padre de López Rosas, quien vendía el periódico La Verdad. Luego ya en la política el padre del alcalde lo invitó a participar, pero prefirió quedarse en sus negocios, “pero mire ahora, quien se iba a imaginar que íbamos a estar aquí”, dijo a López Rosas.

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