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En su primera gira acapulqueña tras el 6, evade René el tema de las elecciones

Aurelio Peláez * “Eso ya pasó”, contesta el gobernador René Juárez cuando los reporteros le preguntan sobre los resultados de la elección federal del 6 de julio. En su primera gira de trabajo en Acapulco, donde su partido, el PRI, perdió las dos diputaciones en disputa, y de donde fue alcalde, René Juárez es acompañado por el presidente municipal Alberto López Rosas, del PRD, partido que se hizo con las dos curules.

El gobernador pasa de un aparente mal humor, con respuestas cortas o cortantes a reporteros, a una disposición a contestar preguntas al final de la gira, en la tercera vez que es abordado para las entrevistas.

–Muchas despedidas de René Juárez, ¿no está pensando dejar antes el gobierno estatal, irse al PRI? –se le pregunta. Y es que en Los Organos había dicho que trabajaría por llevar más obras a las comunidades, en el último periodo que quedaba a su gobierno.

–El primero de abril del 2005, es cuando yo me voy. No tengo ninguna duda, eso sí escríbanlo –contestó sonriendo.

–¿Aspira a Los Pinos por su buen gobierno? –salió por ahí una pregunta.

–No, aspiro a terminar mi gobierno y terminar bien.

Otra pregunta “amable”, de reporteros que lo sacan de situaciones de tensión, le recordó que era “el único que ha ganado dos elecciones internas”:

–Soy el único en el país que ha ganado dos elecciones internas para acceder a los cargos, se dice fácil pero yo quisiera ver otro por ahí. Y lo que me falta.

–¿Pero los comicios del PRI fueron muy cuestionados? –le dijeron.

–Yo en Guerrero siempre he ganado de manera transparente, y el día que me postule voy a volver a ganar, en el 2084 la ganaría, en cualquier elección que participe gano.

Es una gira donde se mueve principalmente el aparato del gobierno estatal, y en la que López Rosas es un invitado. Apenas un día antes el alcalde había censurado al gobierno estatal por “cabildear” el apoyo del gobierno federal al programa Pensión Guerrero, ante el cual interpuso un juicio de controversia constitucional, en demanda de un manejo compartido del mismo en este municipio.

El equipo de gobierno estatal parece como dispuesto a imponer su presencia en el municipio. A El Salto, el primer lugar de la gira, el gobernador y su comitiva llegan en helicóptero, y de ahí se trasladan, en la misma nave y ya con López Rosas como invitado, hasta Los Organos.

En el recorrido, le acompañaron el secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Juan Farill; el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Huichochea, y la secretaria de Salud, Verónica Muñoz Parra.

López Rosas acompaña a René Juárez en la camioneta, y luego en un auto, que usan durante la gira. Pareciera que la diplomacia implica no tratar las diferencias en público, porque a ambos se les ve tranquilos, aunque tampoco muy platicadores salvo en una taquiza en Kilómetro 39. En Los Organos, el gobernador es rodeado por una decena de líderes priístas, que le demandan audiencias, que le entregan expedientes, o que reclaman en corto que ya no les llegan los así llamados apoyos.

En Kilómetro 39 la población celebra con una barbacoa el sistema de agua potable instalado. Tenían el río y los manantiales al lado y ningún material para acercárselos. René Juárez no rehúye a los taacos de chivo que le ofrecen sus anfitriones, y se le une el alcalde. Alrededor de una mesa, funcionarios invitados y algunos reporteros reciben platos de taco. A lo lejos, los pobladores observan. “Aquí está un hueso muy bueno”, dice el gobernador levantándolo. Lo toma Huichochea, y le desmenuza la carne. El gobernador se come lo que sería algo así como dos órdenes de tacos.

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