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Pavimentar la calle 3 de la colonia Postal, piden vecinos a López Rosas

Karina Contreras * Después de las inundaciones que sufrieron el domingo pasado, habitantes de la calle 3 de la colonia Postal –ubicada en la periferia, a un costado de la colonia Emiliano Zapata– piden la intervención del alcalde, Alberto López Rosas, para que les pavimenten la calle.

Los colonos mostraron a los reporteros las casas que resultaron inundadas el domingo pasado, cuando la precipitación de más de dos horas formó un fuerte arroyo que inundó varias viviendas.

La señora Elia Rivera dijo que ya han solicitado por medio del oficio 4943, que les pavimenten las calles, y que incluso López Rosas dio instrucciones a el secretario de Desarrollo Social y Obras Públicas, Jorge Juárez Soto para que atendiera la demanda, pero éste ha hecho caso omiso para dar una solución a los colonos.

Dijo que la lluvia del pasado domingo –la cual duró aproximadamente dos horas– dejó unas 15 casas inundadas. Reconoció que antes se habían dado inundaciones pero no tan graves como estas.

Narró que incluso el agua se regresaba por las tasas de los baños, ya que las coladeras no fueron suficientes para descargas las fuertes corrientes. Dijo que el drenaje tiene muchas deficiencias y que no tienen la capacidad para sacar tanta agua que se genera en temporadas de lluvias.

La señora Ermela Valente Ignacio fue de las más afectadas por las inundaciones. La casa que renta quedó completamente inundada y todavía hay más de medio centímetro de agua estancada.

Narró que cerca de las dos de la mañana el agua se empezó a introducir a su vivienda, y que cuando su esposo abrió la puerta un le cayó torrencial de agua que les llegó hasta la cintura. Manifestó que perdió todas sus pertenencias como camas, su estéreo, televisión, ropa, estufa, dinero, entre otras cosas.

Valente Ignacio describió la escena como “horrible” y que nada más pensó en sacar a sus hijos, ya que el más pequeño de tan solo cuatro años gritaba.

Y es que narra que en su vivienda por la fuerza que tenía se formaron remolinos y se podían sentir leves toques eléctricos. La misma suerte corrió su hermana, quien vivía en un cuarto contiguo, quien también perdió sus pertenencias.

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