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Enrique Martini Castillo *

6 de julio, democracia sin pueblo

 “Más allá de la pasión política, érase una vez una elección”. Joseph Ramoneda

 Las elecciones federales del 6 de julio deben de ser analizadas, reflexionadas e interpretadas sin sesgos engañosos, dentro del entorno de la “realidad” y del momento histórico actual, con el objeto de tener una reflexión profunda sobre el por qué del rechazo de la ciudadanía hacia los partidos políticos, candidatos, propuestas legislativas y a todo lo que representa el poder legislativo.

El abstencionismo alcanzado en Guerrero, reconocido oficialmente por el Instituto Federal Electoral (IFE) fue del 66.9 por ciento, siete puntos más que la media nacional. Esto debe hacer pensar y repensar a los actores políticos guerrerenses a reinventar, desde sus partidos, las estrategias que hagan regresar a las urnas al pueblo de Guerrero.

El título de este artículo nos permite preguntarnos ¿la democracia es factible cuando el pueblo pierde confianza en los partidos políticos? Como dijo Winston Churchill “la democracia siempre funciona mal, pero de todos los sistemas conocidos es el único que funciona”; o como lo describe Víctor Flores Olea, “la abstinencia ha sido un naufragio desfavorable para la cúspide política del poder, es muy notorio que no ha existido en el discurso político dirigente, una evaluación clara, dura y seca del significado de la abstención”.

Lo anterior obliga a una revisión profunda del proceso electoral del 6 de julio, de cara al 2005, en el que se habrá de elegir al gobernador de Guerrero, si es que el PRI quiere conservarse como gobierno o si el PRD desea lograr el triunfo. Por hoy el pueblo fue el gran ausente, no quiso que los representantes populares fueran electos por la gran mayoría. En otras palabras son representantes populares de las minorías.

Victoria pírrica del PRI

Actualmente el PRI cuenta, hasta el 31 de agosto de este año, con 12 diputados Federales y a partir del 1 de septiembre tendrá sólo seis diputados en la Cámara Baja del Congreso de la Unión. Su dirigente, Héctor Apreza, y algunos otros, presumen este resultado en un spot transmitido en las estaciones de radio, diciendo que el PRI ganó la mayoría de los distritos y que los vencedores apoyarán más las propuestas guerrerenses, y que se consolidó como la primera fuerza política del estado.

Ante esto, debemos hacer un análisis de contenido del mensaje, en sus dos conceptos: si hoy el PRI-Guerrero tiene 12 diputados, y el siguiente periodo tendrá sólo seis, significa que perderá el 50 por ciento de su representación federal. Por otra parte, el PRD que tiene tres diputados, contará en la próxima legislatura con siete (cuatro de mayoría y tres de representación proporcional).

Quiero además, sólo por ubicar bien el resultado del PRI el 6 de julio, hacer un ejercicio de política comparada con otros dos estados de la República que tienen afinidad con Guerrero: Oaxaca y Chiapas. Estos tres estados son los más pobres del país. Hay pobreza extrema, conflictos armados (Ejército Zapatista, ERPI, EPR) y además tendrán, en el 2005, elecciones para gobernador. Pues bien, en Oaxaca de 11 distritos electorales el PRI ganó en todos, diríase que triunfó con carro completo, y además tendrá tres diputados plurinominales. En Chiapas, estado gobernado por una coalición de partidos, donde el PRI es oposición, éste ganó 11 distritos de 12 y obtuvo otros tres plurinominales. ¿Cuál fue el éxito de Oaxaca y Chiapas? La unidad, pero no de fotografía, sino la de incluir a todos los grupos, a responsabilizar a verdaderos operadores políticos con experiencia y sensibilidad, a tejer fino en cuanto a alianzas y a cumplir la palabra en pactos, acuerdos o concertaciones políticas, algo muy distinto a lo hecho por el PRI de Guerrero.

Así que tenemos con verdades reales, no con verdades engañosas, que poner calificaciones a los tres estados. Oaxaca obtuvo un 10, Chiapas un 9.2 y Guerrero un 5. ¿Por qué un 5? Porque de 12 diputados en la actual legislatura tendrá ahora 6. Pero el PRI dirá que ganó 6 a 4, aunque éste no es un partido de futbol, sino una competencia política, lo aceptamos, pero aún así sacará un 6 en su evaluación, y esto, según el dicho popular es pasar de panzazo. Entonces podemos decir con las cifras frías de los resultados derivados de este análisis, y refiriéndonos a Héctor Apreza, que la responsabilidad del político no sólo se mide por sus buenas intenciones, sino por sus acciones concretas, por las medidas que emplea y por los resultados que da. Sobra decir que le ganó su inexperiencia en la operación política, que no tiene oficio político y que le faltó colmillo. Los políticos pues, no se dan por amiguismos, por dedazo o por decreto, éstos nacen y se hacen en la talacha política.

Regresando al análisis del segundo concepto del spot radiofónico, que el PRI se consolida como la primera fuerza política de Guerrero, es mucha pretensión. Veamos las siguientes estadísticas: en las elecciones de 1999 para Gobernador, el PRI obtuvo 420 mil votos. En el 2002 para renovar Congreso y ayuntamientos 376 mil, y el 6 de julio de este año 248 mil. En cuatro años y medio el PRI ha perdido 172 mil simpatizantes. Si no se vuelve el PRI en Guerrero un partido que acepte sus errores, que no sea un club de “amigos”, que sea incluyente de todas las expresiones, hasta las disidentes, y no construya en el próximo año y medio una agenda con una reestructuración de seccionales (inexistentes actualmente), Comités Municipales, de activismo político de ingeniería electoral, pero lo más importante, que privilegie a la política y si ésta es el arte de la palabra, que ésta cuando se ofrezca se cumpla, esto permitirá que los militantes, cuadros y simpatizantes al tener la lealtad de su partido con certidumbre ratifiquen su voto por el PRI. Hoy el partido está al “filo de la navaja”: si no entiende bien el mensaje del soberano pueblo, en el 2005 se verá la “crónica de una muerte anunciada”.

La reflexión final: de acuerdo con los resultados del 6 de julio, 13 de cada 100 guerrerenses votaron por el PRI, no es nada tomando en cuenta que se es gobierno en el estado. ¿ás grave aún es que 7 de cada 100 acapulqueños creen todavía en el partido cuando el padrón electoral del puerto representa el 25 por ciento del total del estado. Y paradoja, en Taxco, 21 de cada 100 ciudadanos le refrendaron su apoyo. Dicho de otra manera, a menor votación el PRI gana, a mayor votación el PRI podría perder en el 2005.

Todo este análisis es producto de la experiencia partidaria y con la intención de hacer una crítica política con ánimo propositivo y constructivo, para que el PRI en Guerrero abra los ojos a la realidad, esto es una llamada a tiempo.

 * Ex presidente del PRI en Guerrero.

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