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Por la emigración al norte, casillas desoladas en Atoyaquillo y Paso Real

Maribel Gutiérrez, Atoyaquillo y Paso Real * Este 6 de julio, las comunidades de Atoyaquillo y Paso Real, en la sierra de Coyuca de Benítez, parecían tristes, y las casillas electorales se veían desoladas. El resultado de las votaciones fue una participación muy baja, comparada con procesos anteriores, según los funcionarios de casilla.

Desde hace siete años, después de la primera aparición del EPR, en el primer aniversario de la masacre de Aguas Blancas, estas comunidades han vivido acotadas por efectivos del Ejército, que las vigilan permanentemente.

Eso no cambió este domingo, cuando los militares y policías judiciales y motorizados de una Base de Operaciones Mixta (BOM) se encontraba al lado del río de Las Hamacas, a pocos metros del vado de Aguas Blancas donde en 1995 fueron emboscados miembros de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, que bajaban precisamente de Atoyaquillo, de donde eran 11 de los 17 muertos, y Paso Real, de donde eran cinco de las víctimas de la matanza del 28 de junio.

Los vecinos coinciden en que los soldados y policías de la BOM no han entrado a los pueblos recientemente, aunque los dos grupos en que se divide la OCSS, el encabezado por Benigno Guzmán y el Hilario Mesino, antes de la conmemoración del 28 de junio denunciaron que la presencia del Ejército es anticonstitucional e intimidatoria para los campesinos.

Este año la desolación viene de otro problema social: la emigración de hombres y mujeres, a Estados Unidos, en busca de trabajo.

En los dos lugares piensan que la baja participación electoral se debe a que hay poca gente, porque muchos se fueron al norte, sobre todo después del sismo del 7 de octubre de 2001, y de esperar meses y meses el programa de vivienda que ofreció el gobierno federal y estatal y que nunca llegó.

Prácticamente todas las casas de estos dos pueblos fueron afectadas por los temblores.

“Se fueron y se siguen yendo. Se está quedando solo el pueblo. Aquí no hay trabajo, y con los temblores se puso peor y la situación no se ha compuesto. Todos estamos más pobres”.

Habla el secretario de la casilla, Donaciano Gallardo, para explicar porqué la gente emigra. Y otro ciudadano que estaba a su lado, cuidando la poca actividad en la casilla, interviene: “El gobierno nomás nos engaña, nunca llegó la ayuda para la reconstrucción de las casas. Nomás nos dieron 3 mil pesos a cada familia, el primer día. Después, cada quien ha tenido que arreglar su problema como puede. Por eso todos se van al norte”.

El secretario repasa las hojas del padrón electoral que corresponde a Paso Real, donde están los nombres y fotografías de 172 ciudadanos. De manera rápida, en un primer vistazo, cuenta 38 vecinos, hombres y mujeres jóvenes, que recientemente emigraron a Estados Unidos, a consecuencia de los sismos que agudizaron el problema de la pobreza.

Además, el mismo secretario señala otro problema: “Hay muchos finados, que no los han borrado del padrón”. Y cuando se le comenta que no deben ser tantos como para que su número contribuya al panorama de abstencionismo comienza a contar, y pasan de diez, y entre ellos no están los cinco campesinos de este pueblo víctimas de la masacre de Aguas Blancas, porque a ellos sí los borraron del padrón, mientras que otros vecinos que murieron antes, como la señora Petra Gallardo Hernández, siguen en la lista.

Descontando los muertos, los emigrantes que están en Estados Unidos son la cuarta parte de los empadronados.

También en Atoyaquillo, donde la lista del IFE tiene inscritos 378 ciudadanos, se fueron recientemente a Estados Unidos más de cien, que son más de la cuarta parte de los ciudadanos empadronados.

“No es que haya mucha abstención –aclara un ciudadano, cerca de la casilla–, lo que pasa es que mucha gente está en el norte; con los temblores se salieron muchos”.

Parece entonces injustificado que se piense que en estas comunidades ganó la abstención.

En Atoyaquillo sólo votó el 33 por ciento de los ciudadanos empadronados, pero en Paso Real la participación, aunque menor que en otros años, fue mayor que el promedio estatal y nacional, pues votó el 55 por ciento de los ciudadanos.

En las dos comunidades en elecciones anteriores siempre ha ganado el PRD, confirman los funcionarios de casillas, antes de conocer los resultados de este 6 de julio.

Finalmente, este año por primera vez ganó en PRI en Atoyaquillo, con 61 votos, 54 del PRD, 7 el PAN , 3 el Partido Verde Ecologista de México y uno el Partido de la Sociedad Nacionalista.

En Paso Real, se confirmó la tendencia de la delantera al PRD, que obtuvo 74 votos, contra 21 del PRI y uno del PAN.

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