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Salen a la calle las estructuras del PRI y el PRD para promover a sus candidatos durante el debate

Mariana Labastida / Rosendo Betancourt Radilla

Acapulco y Chilpancingo

En Acapulco, una guerra de porras, dimes y diretes fue como simpatizantes reunidos en la Diana, de los candidatos a la presidencia de la república del PRI y PRD, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente, estuvieron durante el debate; mientras que en Chilpancingo se privilegió la transmisión del mismo, sobre los partidos de cuartos de final del torneo clausura 2012.
Previó al debate, se repartieron en el edificio del Comité Directivo Estatal del PRI, playeras y se hicieron pintas en los automóviles de quienes participaron en una caravana para promover a Peña Nieto.
Una sola bandera del PRD ondeaba un simpatizante de AMLO, junto a las mantas de apoyo a su candidato y otra con la leyenda “morenaje”, en frente, en la glorieta de la Diana medio centenar de jóvenes del grupo de Peña Nieto, con playeras blancas y el logoimagotipo del candidato, banderas, una botarga y tambores apoyaban a su candidato.
Mientras que del lado de la gasolinera de la Diana, simpatizantes de AMLO veían de pie el debate en un pantalla gigante instalada para la transmisión; en frente, los simpatizantes del PRI utilizaron la pantalla gigante del bar Lalos, así como las sillas y mesas donde se instalaron bocinas para incrementar el volumen y se escuchara en toda la glorieta. Ahí se les repartió a los asistentes artículos promocionales de Peña Nieto y calcomanías.
“Este si es candidato no como el menso del PRD”, gritaba el líder de los jóvenes del PRI, a lo que le respondieron los del PRD, “yo vine solo, a mí no me acarrearon”, “yo sí le voy, le voy a obrador”, gritaban los jóvenes obradoristas, mientras que los de enfrente les respondían diciendo “eran priistas”.
Uno de los jóvenes del PRD retó a los priistas a utilizar el sonido que instalaron, para dar a conocer las propuestas para los jóvenes de cada uno de los candidatos, en respuesta sólo recibieron un “cuando quieran nos sentamos en una mesa de debate” y “cuando quieran les hacemos una fiesta de jóvenes y propuestas”.
“Estamos por convicción porque buscamos el cambio verdadero”, continuaban diciendo los jóvenes perredistas, mientras que los priistas les decían que “estás enamorado de ese loco”, “aprende hablar”, “tenemos candidatos de propuestas, su partido no tiene, el gobernador es priista”, “no tienen identidad como partido, la izquierda está muerta en México”.
En respuesta, un joven del PRD les recordó a los priistas que “tu candidato representa la represión de tu partido”, e hizo un recuento de los movimiento sociales, como el de Atenco y El Charco entre otros, a lo que les dijeron que se acordara de lo que había pasado en diciembre, donde mataron a dos jóvenes y ahora el ex alcalde, Alberto López Rosas, estaba huyendo.
Casi al final del debate, los jóvenes del PRI se colocaron frente al pequeño grupo de simpatizantes de AMLO gritando porras a Peña Nieto y agitando las banderas donde se leía “ganamos el debate”, acercándose cada vez que podían un poco a más a los jóvenes obradoristas.
Mientras los jóvenes intercambian porras, de un lado veían el debate unos 50 simpatizantes de López Obrador, entre ellos se observó al ex dirigente del PRD municipal, Martín Hernández González, y del otro lado, una cantidad similar de simpatizantes de Peña Nieto, ahí llegó el precandidato del PRI alcalde, Fermín Alvarado Arroyo; a diputado local, José Guerrero, y el candidato al senado, Manuel Añorve Baños.
Lo simpatizantes de Josefina Vázquez Mota, se supo que estuvieron viendo el debate en el zócalo de Acapulco.
En la Diana, después del debate, solamente se observó a los jóvenes del PRI dando la vuelta a la fuente, los obradoristas comenzaron a guardar las mantas que llevaban.
En los restaurantes de la Costera se observaron las pantallas de algunos con la transmisión del debate, aunque se veía el poco interés de los comensales en lo que decían los cuatro candidatos a la Presidencia de la República.

Le gana el debate al futbol en Chilpancingo

En bares, restaurantes y cafeterías de Chilpancingo se privilegió la transmisión del debate entre los candidatos a la Presidencia de la República, sobre el partido de cuartos de final del torneo Clausura 2012, los cuales se transmitieron a la misma hora.
También se movilizó el aparato propagandístico priista, antes de iniciado el debate, en el edificio del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI se repartieron playeras y se pintaron los automóviles de unos 150 asistentes, que después marcharon en caravana con pintas en las que se leía “Peña Nieto, presidente 2012” y “Ganamos el debate”.
Mientras, en las instalaciones del PRD estatal se instaló una pantalla gigante para ver la intervención de su candidato Andrés Manuel López Obrador, pero sólo asistieron a verlo cuatro personas.
Los panistas, seguidores de Josefina Vásquez Mota, hicieron lo propio y en las oficinas de la dirigencia estatal hubo alrededor de 35 asistentes que aplaudían cada una de las intervenciones de su candidata.
En la capital, la mayoría de los bares, cafeterías y restaurantes están cerrados debido al clima de violencia que azotó a la ciudad hace unos cuatro años, por eso porque aquí es tradición descansar los domingos, las calles se ven vacías y las cortinas metálicas de los negocios abajo.
Sin embargo los pocos que abrieron privilegiaron el debate presidencial, en donde presentaron sus propuestas y aprovecharon para sacarse sus trapitos al sol los candidatos presidenciales, el del PRI, Enrique Peña Nieto; la del PAN, Josefina Vásquez Mota; el del PRD, Andrés Manuel López Obrador, y el del Panal, Gabriel Quadri de la Torre.
Por ejemplo, en una cafetería del primer cuadro de la ciudad se observó a unos 30 jóvenes, de entre 20 y 27 años, concentrados en las palabras de los presidenciables, había allí unos 10 adultos de entre 40 y más años.
Esta situación se repitió en otras dos cafeterías de la ciudad, donde los jóvenes eran el común denominador. Lo mismo sucedió en un videobar, también del centro.
Al sur de la ciudad, en uno de los videobares con mayor asistencia, se transmitió el partido de fútbol, en su mayoría había parejas, un par de familias y un grupo de unos 15 jóvenes varones que eran los únicos atentos al juego.
En el PAN se instaló una pantalla gigante y sus 35 asistentes aplaudían las intervenciones de Vásquez Mota, mientras en una mesa en una de las esquinas los esperaban chalupas, pollo y salsa. Premio para los que resistieran todo el debate.
En el PRD estatal pusieron una pantalla gigante, para que la observaran sólo cuatro personas, que cuando vieron que les tomaban fotografías mandaron a traer a otros tres jóvenes que charlaban cerca del lugar. Lograron juntar a siete personas para la foto.
El PRI armó, desde antes del debate, el escenario para salir a las calles y mandar la imagen a la gente de que su candidato ganó el intercambio de acusaciones y promesas que se televisó.
Las playeras en apoyo a Peña Nieto se entregaron temprano, los automóviles se pintaron rápido y con una sola tipografía, bien legible, el café y las cajas llenas de pan estuvieron a tiempo para combatir el hambre y el cansancio.
Adentro se dispusieron dos pantallas gigantes, donde en cada intervención de Andrés Manuel López Obrador se escuchaban los gritos de “ya cállate puto”, abucheos y gestos de desaprobación. Para su candidato Peña Nieto, aplausos y la algarabía de los 150 asistentes.
El único ausente del debate, y de lo que sucedía en el lugar, parecía ser el candidato priista para la alcaldía de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, quien no dejó de ver un minuto su celular.
Los priistas gritaron y aplaudieron más fuerte cuando Peña Nieto dijo que en caso de ganar, mantendría a los soldados desplegados en las calles de Guerrero.
Lo que es sorprendente, porque esta entidad tiene uno de los registros más altos en denuncias contra militares, en la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum).

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