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En Guerrero el coco no se ha logrado explotar sustentablemente, señalan

 * Su explotación no ha logrado elevar el nivel de vida de los campesinos, dicen Roberta González y Laura Sampedro

 Raquel Santiago Maganda * La producción de copra en el municipio de Coyuca de Benítez enfrenta una baja productividad generada por diversos factores que van desde la falta de renovación de las plantas, hasta el bajo costo del fruto que es uno de los 15 productos comerciables en México y el mundo.

Esta situación fue reflejada ayer en el salón Quebrada del hotel Hyatt Regency, por las investigadoras Roberta González y Laura Sampedro de la Unidad de Ciencias de Desarrollo Regional de la Universidad Autónoma de Guerrero. Esto como parte de las ponencias de la mesa desarrollo económico regional y local en la Conferencia general de estudios regionales de la Cuenca del Pacífico.

Dentro de los objetivos para identificar las potencialidades y obstáculos para el desarrollo de las relaciones fructíferas entre países y regiones de la Cuenca del Pacífico, se expusieron los obstáculos que enfrentan los copreros del municipio de Coyuca de Benítez.

La metodología utilizada por las investigadoras fue la encuesta a 260 productores que representa el 10 por ciento de los campesinos dedicados a la recolección del coco. El municipio tiene 46 comisarías, 30 delegaciones y ocho representaciones municipales, así como un total de 85 comunidades.

Las expositoras recordaron la importancia que tiene la siembra del coco en el estado, de esta actividad se sostienen económicamente 26 mil familias, esto porque el 50 por ciento del territorio estatal se encuentra sembrado por el cultivo del coco.

Roberta González mencionó el contexto actual a nivel nacional de los problemas del coco, que se ve afectado por la presencia de enfermedades y plagas, la baja productividad de los cocoteros, los bajos precios del producto, la sustitución de plantaciones de coco por limón y plátano, la competencia de sustitutos más baratos, el deficiente manejo de las plantaciones, desorganización de las productores, el no aprovechamiento de la infraestructura hidroagrícola para habilitar plantaciones al riego y no contar con el apoyo financiero, técnico y de capacitación para los productores.

A pesar del alto rendimiento económico que se puede generar del coco, aún en el estado no se ha logrado explotar sustentablemente para elevar el nivel de vida de los campesinos. Roberta González dijo que derivado del coco existen 15 productos y subproductos que van desde bebidas a combustible.

Organización de los productores

Los resultados de las investigadoras demuestran que los tres lugares de mayor superficie sembrada del cultivo y el mayor número de productores son: Coyuca de Benítez, Bajos del Ejido y Las Lomas que suman 3 mil 102 hectáreas. Sin embargo, las palmas se encuentran muy viejas –el 60 por ciento tiene más de 50 años–, enfermas o con falta de nutrientes, de manera que en Coyuca de las mil 300 hectáreas sembradas, sólo mil 250 están en producción, en Bajos del Ejido sólo 2 hectáreas, y en Las Lomas 100 hectáreas no producen.

Es decir, de las 7 mil 620 hectáreas establecidas en los 20 ejidos del municipio de Coyuca de Benítez, sólo 7 mil 175 se encuentran en producción, teniendo un total de 445 hectáreas improductivas.

Otro factor importante, que ha originado la falta de rendimiento del producto de la copra es que el 70 por ciento de los productores no se encuentran organizados, y las investigadoras sugieren que mientras no se organicen adecuadamente no podrán salir adelante en todos los aspectos.

Agregan que la falta de organización entre los productores del cocotero ha limitado el crecimiento de este sector, una organización por muy pequeña, siempre tiene objetivos comunes como fomentar el desarrollo de actividades de los elementos materiales y humanos de un organismo, y por lo tanto se fomenta la cooperación económica entre los individuos.

En el municipio también se presentan los problemas fitosanitarios que presenta el cultivo, como las plagas y las enfermedades como el mayate prieto en un 50 por ciento. Aunado a esto la fertilización es escasa, porque sólo se registra un 10 por ciento y el resto de las huertas no cuentan con este recurso.

Otro de los problemas principales es que el 90 por ciento de las huertas son de temporal y la falta de riego afecta a la producción, como se ve en los meses de abril, mayo y junio que es cuando desciende la producción.

Respecto a la comercialización, el 75 por ciento de los productores vende su producto a la empresa Corona y Oleófinos que son los más grandes acaparadoras de la Costa Grande. También manifiestan que existe una gran demanda por la copra en el municipio, ya que el 95 por ciento de los encuestados señalaron que sí existe mucha demanda y sólo el 5 por ciento dijeron que no. Sin embargo, uno de los problemas que enfrenta el productor al comercializar su producto es que no le pegan al precio justo, en esto estuvo de acuerdo el 98 por ciento, aunque el precio de la copra es muy variable de un ejido a otro.

Además sugieren el uso de semillas híbridas, la intensificación de prácticas de cultivos, mejorar el proceso productivo, revertir la tendencia de importancia del aceite del coco, la instrumentación de estrategias de información de precios, comercialización y financiamiento para los productores de copra.

Ante este panorama, las investigadores lamentan que el sector coprero coyuquense igual a otros sectores agrícolas, se enfrenta a situaciones muy pocos favorables, la visión de un campo productivo, rentable, generador de empleos, que contribuya de manera significativa al crecimiento de la economía nacional, presenta obstáculos de percepción y enfoque.

Critican que el sector rural y por ende el sector coprero, son considerados por el gobierno mexicano, como entidades rezagadas con respecto a las prácticas empresariales modernas, cuando no como arcaicos antecedentes de la cultura de mercado que hoy impera.

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