Toman indígenas la Dirección de Atención a Grupos Étnicos; exigen la salida de la titular

Carlos Moreno A.

Integrantes de la Unión de Indígenas Radicados en Acapulco (UIRA) y la Unión de Artesanos Indígenas de Guerrero tomaron la Dirección de Atención a Grupos Étnicos para exigir la destitución de la directora Magdalena Valtierra García.
A las 8 de la mañana, los indígenas no permitieron la entrada a los trabajadores de la dependencia y allí colocaron una lona blanca en la que se leía: “Unión de Indígenas Radicados en Acapulco, Nahualt, Mixtecos, Tlapanecos, Amuzgos y Zapoteco, Siempre Unidos”, así como cartulinas con: “Fuera Magdalena de la Dirección de Asuntos Indígenas”; “Ladrona no le robes a los pobres”, “Magdalena ladrona robas lo que no es tuyo”.
Consultado durante la protesta, el presidente de Artesanos Indígenas de Guerrero, Eusebio Sánchez Coronel, explicó que exigen la destitución de Valtierra García porque no ha habido solución a sus demandas.
Sánchez Coronel indicó que los indígenas en Acapulco tienen una atención deplorable y eso es un retroceso de 50 años.
Manifestó su preocupación porque a dos años de que Valtierra García está en el cargo no han visto solución a sus demandas, “no elabora los proyectos adecuados, las personas que la asesoran elaboran a su modo”.
Explicó que los proyectos que no se han hecho son productivos, culturales, que es “lo que nos interesa para promover nuestros usos y costumbres en la ciudad y no se ha hecho”.
Ejemplificó que la escuela Temozcalli, ubicada en la colonia Hermenegildo Galeana, en octubre del año pasado programó un encuentro cultural en el Palacio Municipal pero no hubo apoyo de la Dirección de Atención a Grupos Étnicos; “dice que apoya a las escuelas pero es mentira, jamás se ha presentado”.
Se quejó de que Valtierra García firma como licenciada los documentos oficiales “cuando sólo ha cursado la primaria”.
Al medio día llegó el subsecretario de Asuntos Políticos, Sociales y Religiosos, Delfino Hernández Ortega, quien les dijo a los manifestantes que el gobierno municipal es “tolerante, abierto al diálogo y que tiene toda la disposición de escucharlos, pero que tienen que presentar sus argumentos”.
Ahí el presidente de la UIRA, Romualdo Velázquez González, pidió que la ley sea “pareja” para los funcionarios porque “no vemos voluntad de la secretaria general Magdalena Camacho ni del alcalde para resolver el conflicto”.
Velázquez González le advirtió a Hernández Ortega que si no había una solución del alcalde a la petición de que se destituya a Magdalena Valtierra, se plantarían en el Ayuntamiento.
En respuesta, el funcionario municipal los invitó al diálogo y les recordó que la información y el compromiso que hizo la secretaria Magdalena Camacho en la reunión que sostuvieron, de acuerdo con las denuncias que le presentaron, es que serían investigadas, pero los inconformes le gritaron “¿hasta cuándo? ¿cuánto tiempo?, Fuera Magdalena”.
Los indígenas acusaron que en la Dirección de Atención a Grupos Étnicos hay dos aviadores cobrando sin trabajar, pero el funcionario les aclaró que se trata de dos traductores que autorizó el alcalde.
Los inconformes dijeron que hoy marcharían de la Dirección de Atención a Grupos Étnicos a las 10 de la mañana rumbo al Palacio Municipal a exponer sus demandas a Walton Aburto para que haya una solución.
Pero el pasado 8 de julio, los integrantes de la UIRA protestaron en el Palacio Municipal para pedir la destitución de la directora de Atención a Grupos Étnicos porque aseguraron que sólo apoyaba a su grupo político.