Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

La violencia está a la vista todos los días en Guerrero y Acapulco, señala Garfias

*Si el gobernador Angel Aguirre dice que bajaron los homicidios en el estasdo es porque “tiene el sustento”, afirma el arzobispo

Aurora Harrison

El arzobispo de la arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, opinó que la realidad de la violencia en Acapulco y Guerrero está a la vista todos los días, y autoridades y sociedad deben buscar acciones que la contrarresten.
Dijo que si el gobernador Ángel Aguirre Rivero dice que la violencia bajó es porque tiene las cifras de los homicidios y “tiene el sustento”.
Durante una conferencia de prensa que ofreció en la biblioteca del colegio La Salle, donde  los sacerdotes de Acapulco tomaron un curso sobre las redes sociales para que usen esta vía para “evangelizar”, Garfias Merlos lamentó que en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) haya extorsiones, y dijo que debe ponerse atención para evitar que dañen a las personas.
Al preguntarle por el sacerdote de Uganda que se encuentra desaparecido, Garfias Merlos pidió a las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) darle seguimiento al caso y que haya información objetiva.
Negó que en Acapulco haya casos de amenazas contra sacerdotes, pero pidió que tengan un protocolo que los ayude a protegerse.
Del informe del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que indica que Guerrero está en segundo lugar a nivel nacional en el primer semestre en ejecuciones, sobre lo cual el gobernador asegura que han bajado, dijo que “las realidades de la violencia en Acapulco, en Guerrero están a la vista, todos los días informan en torno a hechos violentos”, y debe buscarse que las autoridades y los ciudadanos se comprometan para contrarrestar la violencia.
Al preguntarle si considera que el gobernador del estado al declarar que disminuyeron las cifras de los homicidios dolosos en la entidad evade su responsabilidad, declaró que “no puedo decir que evada su responsabilidad, él tendrá esa información para declarar lo que dice, eso siempre cuando alguien dice tiene el sustento correspondiente”.
Sostuvo que la Iglesia sigue atendiendo a las víctimas de la violencia, con acompañamiento espiritual, psicosocial, en unos casos jurídico, como una forma de colaborar con las autoridades para contrarrestar los hechos de inseguridad, y reiteró la petición a quienes generan la violencia del daño que ocasionan, evitarla para no afectar a inocentes.
Al preguntarle su opinión sobre las amenazas de extorsión por parte de la delincuencia organizada que se han recibido en la UAG, declaró que “es un hecho lamentable que sufran violencia, donde quiera que se haga presente será muy lamentable y tendríamos que estar al pendiente donde aparezca la violencia” y colaborar para que no suceda.
Sobre las acciones del gobierno con el Mando Único, si ha dado resultados, el arzobispo declaró que “no tengo información sobre este funcionamiento del Mando Único y no es algo que le dé seguimiento como para poder opinar, no tengo elementos, (pero) lo han planteado como un esfuerzo de mejorar las condiciones de seguridad y espero que así sea”.
Del sacerdote de Uganda, Jonh Ssenyondo, quien estaba en una comunidad de Chilapa, dijo que pertenece a la diócesis de Chilpancingo y no tiene información respecto a cómo va la investigación, pero solicitó a la PGJE darle un seguimiento al caso, para que tengan información “oficial” lo más pronto posible, “siempre será importante tener información oficial y objetiva de las situaciones”.
Al preguntarle si han tenido casos de sacerdotes víctimas de la inseguridad, declaró que “aquí en Acapulco he respondido a quienes me han hecho la pregunta que gracias a Dios no hemos tenido ningún caso de este tipo, donde tenemos conocimiento es Chilpancingo y este padre porque ha sido señalado por la duración del tiempo que no se tiene noticia de él, en otros lugares hay algunos casos que han conocido por los medios”.
Una reportera preguntó cuál es el llamado a los sacerdotes para evitar que sean víctimas de hechos violentos, y dijo que ellos han adoptado un protocolo de seguridad que los ayuda a protegerse unos a otros, y en Acapulco han procurado salir de forma conjunta, además del apoyo de los feligreses católicos y las autoridades de seguridad pública.
En otros temas habló sobre las obras de remodelación en varias partes de la ciudad, y dijo que debe informarse con puntualidad, colocar los señalamientos pertinentes,  pues será de beneficio para todos.
Y para evitar el tráfico durante este periodo de asueto “tenemos que ser previsores y organizarnos mejor en esta circunstancia que se vive por las obras”.
Abundó que en las temporadas “es importante que redoblen los esfuerzos y todos colaboren para que no se complique más y se generen las situaciones de embotellamiento que después provocan malestar a los acapulqueños y los visitantes”.
Sobre la remodelación en el Zócalo dijo que le informaron del proyecto, por eso la celebración de eucaristía por su aniversario como obispo y por cuatro años en Guerrero será en la parroquia de San Cristóbal.
Garfías Merlos dijo que el martes cumplió cuatro años de llegar a la ciudad de Acapulco y este jueves celebrará 18 años de ser ordenado como obispo, en el año de 1996, y habrá una eucaristía al mediodía en la parroquia San Cristóbal, de la colonia Progreso.
Del informe de la Cofepris que informó que playas de Acapulco están contaminadas, dijo que la información sea veraz y que se dé sustento para la información.
Explicó que la conferencia se realizó en la biblioteca del Colegio La Salle porque tuvieron  un curso sobre las redes sociales, “queremos dar un uso que signifique cumplir con la función que tenemos como Iglesia de evangelizar, estamos buscando tener preparación para poder tener incursión en las redes sociales con un sentido evangelizador”.
En su comunicado habló sobre el problema de los migrantes y señaló que es un problema global que tiene en México expresiones y desafíos muy particulares; uno de ellos es el de los niños migrantes que han estado haciendo crisis en Estados Unidos por la manera de abordarlo.
Sostuvo que la Iglesia católica quiere contribuir no sólo a dar alivio a la situación de miles de migrantes mexicanos o centroamericanos que buscan un destino mejor en el país del norte, sino generar cambios profundos que resuelvan este problema.

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