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Critican académicos la apatía de René Juárez y López Rosas hacia La Parota

 * Presenta Jesús Castillo Aguirre ponencia sobre el megaproyecto en la 18 Conferencia General de Estudios Regionales de la Cuenca del Pacífico

 Raquel Santiago Maganda * Académicos participantes en la 18 Conferencia General de Estudios Regionales de la Cuenca del Pacífico criticaron la apatía de los gobiernos estatal y municipal para opinar acerca de la polémica generada entre la CFE y los campesinos por el proyecto de construcción de la hidroeléctrica La Parota.

En el salón La Quebrada, del hotel Hyatt Regency, en la mesa que tocó el tema Desarrollo económico regional y local I, el académico de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero, Jesús Castillo Aguirre, expuso el tema Construcción de infraestructura productiva en el estado de Guerrero. El caso del proyecto de infraestructura hidroeléctrica La Parota.

El investigador presentó una idea general del proyecto impulsado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y mencionó que Guerrero es uno de los principales proveedores de energía termoeléctrica e hidroeléctrica pues, según sus datos, en el año 2000 la entidad generó el 9.2 por ciento de energía para el país.

Castillo Aguirre aseguró que la CFE considera que con la nueva obra se generarán 765 megawatts de potencia, así como una producción de mil 394 millones de kilowatts, que representa el 66 por ciento del consumo de energía eléctrica en el estado.

Dijo que algunas de las ventajas que implica la construcción de la obra es que asegura el suministro de agua para el municipio, así como la reducción de los costos de bombeo, e incluso, el saneamiento natural por la corriente de las aguas, además de que el vaso de la presa estima captar 6 mil 730 milímetros cúbicos de líquido.

Jesús Castillo dijo que el proyecto afectaría en términos de tierras a cuatro municipios: a Acapulco en un 53 por ciento, a Juan R. Escudero con 24 por ciento, San Marcos con 23 por ciento y a Chilpancingo del cual no precisó porcentaje.

Dijo que son 14 mil hectáreas, 21 comunidades, 17 ejidos, una propiedad privada y 590 casas las que se tienen que ceder para iniciar el megaproyecto.

El investigador lamentó que el gobernador René Juárez Cisneros y el alcalde Alberto López Rosas hayan dicho poco de este proyecto e interpretó esta situación como una actitud de “no quererse comprometer” sobretodo porque es un tema que ha generado polémica entre la CFE y los ejidatarios.

Precisó que los campesinos exigen una indemnización justa y que se debe aceptar la construcción de la obra no a la fuerza sino por consenso.

Dijo que la obra debe ofrecer opciones de producción de desarrollo regional, además de asegurar la dotación de servicios públicos a las comunidades afectadas.

Expuso que el gobierno sólo asegura empleo a los lugareños durante cinco años, el periodo de construcción del megaproyecto, y se preguntó ¿después de eso qué?

Al respecto, el investigador japonés Yoshinobu Kumata insistió en su ponencia en la importancia del desarrollo sustentable de todos los proyectos, para que a la vez de respetar y preservar a la naturaleza, se ofrezcan opciones de desarrollo a los pobladores.

Fue entonces cuando se hizo el intercambio de opiniones entre los participantes.

La investigadora y autora del libro El alto Balsas, Ursula Oswald, dijo que respecto al impacto de los megaproyectos existe una enorme oposición organizada.

Reconoció que el proyecto de La Parota “es un tema delicado”, porque además de afectar la región en donde se ubica, provocará un gran impacto ambiental y mencionó que el impacto de la sedimentación por el arrastre del agua puede llegar a afectar a la bahía de Santa Lucía.

Dijo que en defintiva “existen equilibrios negativos en los megaproyectos”.

Por su parte, el moderador, Jesús Arroyo Alejandre, del Centro Universitario de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Guadalajara, dijo que aún no existe una metodología para medir el impacto ambiental de los megaproyectos, y recordó que, al igual que las grandes empresas en la zona urbana, también los campesinos contaminan el lugar.

Reiteró la importancia de desarrollar proyectos de sustentabilidad.

El profesor de la Facultad de Economía de la UAG, Jesús Alvarez Hernández, dijo que en Guerrero existen megaproyectos que no han apoyado a los ejidatarios, y mencionó la construcción de la Autopista del Sol y nuevas empresas turísticas en la franja costera, cuya indemnización justa “aún la exigen los campesinos”.

Aseguró que el campesinado tiene el primer impacto negativo de sentirse despojado de sus tierras, y que a eso le sigue el desempleo, porque los proyectos no los consideran a largo plazo.

Lamentó que la CFE no le “interese socializar el proyecto para no encontrarse con la resistencia”, aunado a que aún se desconoce la información completa de lo que implica la presa La Parota, esta opinión fue compartida por Jesús Castillo Aguirre, quien mencionó que por parte de la UAG colaboran en ese proyecto dos grupos de maestros e investigadores.

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