En Aguas Blancas, grave violación al derecho a la vida: Orlando Romero

 Hugo Pacheco León, corresponsal, Chilpancingo A propuesta del diputado del PRI, José Elías Salomón Radilla, los diputados de la 57 Legislatura guardaron ayer un minuto de silencio por la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995, aunque criticó actos de “chantajes y presión” de las organizaciones sociales que “reviven cuando se acerca el aniversario o un proceso electoral”.

El caso Aguas Blancas fue llevado a tribuna por el diputado del PRD, Orlando Romero Romero, quien dijo que la masacre fue una “grave violación del derecho a la vida”.

Dijo que existió “negligencia, irresponsabilidad y falta de respeto a la dignidad humana por parte del gobernador del estado (Rubén Figueroa Alcocer)”.

Dijo que en la tribuna del Congreso debe resaltarse la violación de los derechos humanos y “las maniobras de autoridades públicas, cuya función es la defensa social, no sólo en el sentido de reforzar ese estado caótico, sino para ocultar y tratar de minimizarlo a base de introducir elementos y procedimientos manipulados”.

Luego a modo de consigna dijo: “Alto a la impunidad y la corrupción, justicia para los pueblos marginados, no a la militarización en el estado, respeto al derecho de manifestación”.

José Elías Salomón Radilla dijo: “En el PRI nos dolemos de lo ocurrido y nunca olvidaremos algo que agravió a Guerrero y al país”.

Pero acotó que la exigencia de justicia “no debe ser un botín, Aguas Blancas es una cosa juzgada, no compartimos la actitud de desprestigio para obtener ganancias políticas y económicas”.

Luego pidió guardar un minuto de silencio y así lo hicieron los diputados de la 57 Legislatura, para recordar la masacre de 17 campesinos de la OCSS en el vado de Aguas Blancas el 28 de junio de 1995.