Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Silvestre Pacheco León

CRONICA MUNICIPALISTA

  Elecciones y problemas sociales  

La contaminación visual y la ausencia de propuestas de los candidatos son las novedades más notorias de la campaña electoral federal que está por concluir. Y mientras unos analistas coinciden en la reincidencia del abstencionismo, otros insisten en que la abstención constituye un recurso político del que debe echarse mano para castigar a los partidos por todas las obscenidades en que se desenvuelve su forma de vida.

Y mientras unos quisieran que la ocupación principal de los ciudadanos se concretara a los periodos de elecciones y que sus propuestas y protestas se canalizaran exclusivamente por la vía del voto, los problemas sociales se agravan siguiendo el calendario de la realidad, ése que suele ser implacable y que no conoce de coyunturas electorales.

Uno de los datos que conviene difundir en esta época de propaganda política para documentar las tareas de los futuros representantes populares guerrerenses es el dado a conocer por Thierry Lemaresquier representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el que vuelve a recordarnos que Guerrero, igual que Chiapas y Oaxaca, está entre los estados de la federación de menor desarrollo en el país.

Si de acuerdo con los datos del PNUD, el desarrollo humano se califica tomando en cuenta las variables de: esperanza de vida al nacer, PIB per cápita y niveles de alfabetización y tasa de matriculación, mientras México está en el “umbral” del grupo de países clasificados con niveles de desarrollo altos, nuestro estado sigue inmerso en el atraso y no hay visos de que las cosas vayan a cambiar a corto plazo ante la ausencia de proyectos políticos que nos digan que las cosas pueden ir de otra manera.

Las campañas electorales que padecemos más bien indican que poco han cambiado las cosas.

La política clientelar y el manejo patrimonialista del gobierno son un pesado lastre cultural que en el ejercicio del poder no hace distingos partidistas.

En Zihuatanejo, por ejemplo, el director del Fideicomiso Bahía de Zihuatanejo que es un organismo paraestatal que tiene el encargo de la urbanización de la ciudad, está siendo dirigido por el ex presidente municipal de Petatlán, ex diputado local y también ex secretario general del partido en el poder, Alejandro Bravo Abarca, igual que cuando el PRI era el único y todopoderoso.

En esta época de compra y control del voto, Bravo Abarca sin ningún pudor ni adversario político que lo denuncie, está utilizando su cargo y los bienes públicos de que dispone para “concertar” con el líder local de Convergencia por la Democracia, Alfonso Treviño, la posesión de una hectárea de terreno en el anfiteatro de la ciudad, donde el Plan Director de Desarrollo Urbano lo ha prohibido.

El funcionario estatal ha dicho públicamente, alentando a los invasores a la ocupación de suelo sin urbanizar y en áreas prohibidas que afectan la sustentabilidad de la ciudad, que pasando las elecciones del 6 de julio se procederá a la legalización de hasta 38 colonias irregulares “como parte del programa integral para el saneamiento de la bahía de Zihuatanejo”.

Como se recordará, el gobierno federal concertó con las organizaciones ambientalistas de Zihuatanejo el programa que pretende revertir la tendencia creciente del deterioro ambiental que se refleja directamente en la calidad del agua de la bahía y en él jamás se habló de que debe modificarse la línea que limita el crecimiento urbano del puerto como para que ahora un funcionario estatal que ni siquiera vive en Zihuatanejo, decida endilgarle un compromiso a las autoridades federales y municipales que nunca asumieron.

El otro asunto que directamente conecta las atribuciones federales con la problemática que vivimos los zihuatanejenses tiene que ver con las declaraciones del jefe de Ecosistemas y Ambientes Costeros de la delegación estatal de la Semarnat, Roberto Velasco Delgado, quien aún reconociendo que el desarrollo turístico de Puerto Mío no ha presentado el estudio básico de dinámica del mar, requerido para dictaminar solicitar para rellenar más de 15 mil metros cúbicos de la bahía de Zihuatanejo como parte de su proyecto para construir una marina, solamente dijo que dicha solicitud “podría archivarse” pero se quedó callado respecto a un resolutivo emitido por el Instituto Nacional de Ecología que ordenó a los empresarios privatizadores retirar todo el azolve que han depositado desde hace 10 años en el fondo de la bahía.

Así, la picaresca mexicana siempre haya  el modo de darle un uso político a los problemas que ninguna autoridad se ocupa de enfrentar aunque sepamos que en ellos se nos va la vida.

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