Segunda marcha en Iguala para exigir justicia en el caso del joven Almazán

 Oracio Lagunas Ramírez, corresponsal, Iguala * Amigos, compañeros y familiares de Alfredo Almazán Martínez, secuestrado y asesinado hace ocho días, exigieron a los tres niveles de gobierno esclarecer este crimen “caiga quien caiga”, y que se refuerce la seguridad en el municipio o por lo menos se les permita portar armas para su seguridad.

A la segunda marcha de protesta convocada por joyeros de la ciudad y deportistas miembros del Club Deportivo Cañeros, se sumaron unas 500 personas la tarde de este miércoles y partieron de las instalaciones de la Unidad Deportiva Municipal al centro de la ciudad.

Al igual que en la marcha del lunes pasado, los manifestantes caminaron de manera silenciosa pero en sus pancartas se leía: “Alto a la impunidad”, “Guerrero es el número uno en secuestros”, “en tiempos electorales el número de secuestros se incrementa en Iguala” o “hasta cuándo señor gobernador”.

Antes del inicio de la marcha, el vocero del Centro Joyero de Iguala, Froilán Trujillo Salgado, pidió a los tres niveles de gobierno poner fin al clima de inseguridad que impera en el municipio.

Señaló que el delito del secuestro desgasta a los familiares de la víctima, al grado de desanimarse para continuar en la ciudad. “Se pierde la confianza para invertir”.

Dijo dudar de que la responsabilidad del homicidio y secuestro del joven Almazán Martínez recaiga solamente en los dos detenidos y los otros prófugos de la justicia, porque en el secuestro del joyero se habló de que un ex director de la PJE (Francisco Vargas Nájera), estaba involucrado. “Debe de haber alguien más arriba que se iba a encargar de las negociaciones, así ha sucedido siempre”.

En esta ocasión no descarta la posibilidad de que en este secuestro estén involucrados policías, además porque los agentes de la PJE transitan a bordo de autos sin placas y con vidrios polarizados.

Trujillo Salgado recordó que en la reunión con el gobernador René Juárez Cisneros, sostenida el martes 24 en la residencia oficial Casa Guerrero, se le planteó la necesidad de reforzar la seguridad en el municipio, o que se les permita la portación de armas para su propia seguridad.

Por su parte, Juan Carlos Martínez, tío del joven secuestrado y asesinado, dijo que integrantes de esta familia ha sido objeto de constantes secuestros y robos.

Refirió que personas desconocidas se introdujeron al domicilio de los papás de Alfredo Almazán León, y les robaron a plena luz del día y éste también ya fue secuestrado, al igual que otros dos sobrinos.

En su opinión los detenidos sólo son los “burreros” del secuestro y homicidio, por lo tanto conminó a la Procuraduría de Justicia y a la PGR investigar a fondo este caso y llegar a sus últimas consecuencias, “caiga quien caiga”. De lo contrario, advirtió, no les quedaría otra posibilidad de tomar la justicia por propia mano.