Afirma Silva que su expulsión y la de Campaña del PT violaría estatutos

 Aurelio Peláez * Ramón Silva Santos, uno de los tres dirigentes que habrían sido expulsados del Partido del Trabajo, según el dirigente estatal de ese partido, Félix Castellanos, afirmó que la dirigencia nacional de ese partido no le ha comunicado esa sanción, ni se le llamó para presentar su defensa, por lo que afirmó que tal decisión estaría violando los mismos estatutos de ese partido.

Entrevistado ayer en las instalaciones de la Escuela Superior de Ciencias Sociales, en donde trabaja, el también subdirector de Reglamentos y Espectáculos del municipio, Ramón Silva defendió su posición de apoyar a las candidatas del PRD en Acapulco. Esta decisión la compartió con el otro presunto expulsado, Alfredo Campaña López, también profesor de esa escuela y director de la oficina de Reglamentos.

Silva Santos señaló que no ha sido una sino cinco las ocasiones en que con campaña se han sumado a las campañas perredistas: en la elección de candidato a gobernador de 1999, con Félix Salgado Macedonio como candidato; en la de alcalde para Acapulco de octubre de 199, cuando el candidato fue Zeferino Torreblanca, y en la de presidente de la República en el 2000, con Cuauhtémoc Cárdenas como abanderado.

Se le dijo que en las dos últimas contiendas, la de alcalde en el 2002, y la actual de diputados federales, el PT registró candidatos propios, a diferencia de los procesos anteriores donde hubo coalición oficial con el perredismo. No obstante, Silva Santos comentó que en la elección de alcalde del 2002 no apoyaron a Alberto Mojica porque fue una imposición de Félix Castellanos, en contubernio con el gobernador René Juárez, para apoyar la campaña perredista. En esta ocasión tampoco respaldaron a las candidatas a diputadas federales por ser también una imposición de Castellanos, y afirmó que presentaron un escrito de queja ante la dirigencia nacional.

De la acusación de que su respaldo a las candidatas del PRD era para mantener su “chamba” en el ayuntamiento, que le hizo el dirigente petista Castellanos, Ramón Silva acusó que más bien es este quien ha pedido posiciones a cambio de apoyos, como lo hizo cuando Zeferino Torreblanca llegó a la alcaldía, pidiendo en esa ocasión empleo para su esposa, de quien no recordó el nombre.

Tampoco aceptó que el tener dos empleos, en la UAG y en el municipio, contravenga alguna disposición de la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos, y dijo que en el caso de trabajos en la administración pública sí se les permite tener otra actividad siempre y cuando esta sea honoraria o en la docencia.

Ramón Silva afirmó que el anuncio de expulsión que este lunes hizo Castellanos de él y de Campaña (y de Clementina Torres, en Chilpancingo) no procede porque ni se les llamó a defenderse ni se les ha notificado, y que en caso de haberse tomado esa decisión en la comisión nacional de Garantías iniciarán su defensa, no solo ante el PT sino ante el IFE.

Explicó que no se han distanciado de su partido sino de Félix Castellano, quien maneja el PT como de su propiedad, y adelantó que de no hacérseles caso en su dirigencia, evaluarían abandonar al Partido del Trabajo.