Se presenta con lleno total en la sala Luis Zapata lectura dramatizada dirigida por Alet Rojas

*Hanoi Hilton: estudio para bastardo con explosivos fue representada por los actores Leonardo Cuesta, Gloria Ramírez e Ilian Blanco

Óscar Ricardo Muñoz Cano

El rencor y el resentimiento es el móvil del joven Kopkan para querer acabar con todos y con todo en su natal Hanoi, Vietnam, a base de bombas; al tiempo que su relación amorosa con Sofía Lee se vuelve enfermiza, al grado de convertirse en codependencia, en enfermedad.
Este es en primera instancia la línea general de la lectura dramatizada Hanoi Hilton: estudio para bastardo con explosivos, del mexicano Ángel Hernández, y dirigida por Alet Rojas, que se presentó este jueves en la sala Luis Zapata del Centro Cultural Domingo Soler ante un inusual sobrecupo en la sala.
De la mano de la actriz Gloria Ramírez (Sofia) y el histrión Leonardo Cuesta (Kopkan), el público se enteró de la historia de un joven producto de una relación entre un soldado estadunidense y una vietnamita durante el conflicto ocurrido entre ambos países el siglo pasado.
Kopkan, cuyo nombre no significa nada, le revela el padre, es un inadaptado social que lo mismo ríe y disfruta andar desnudo sobre su motocicleta que echando granadas al interior de los Kentucky Fried Chicken sin importarle las consecuencias.
“Papá era negro –dice el protagonista– y los negros mezclados de amarillo como yo no vivimos un poco mejor que el imbécil que ahora maneja junto a mí”, refiriéndose a un turista, y sí se puede pero, el padre terminó siendo un despojo humano que apenas y podía ir de su casa a un bar y de regreso, tras ser mutilado de las piernas.
A la par de él su novia, Sofía, quien tristemente va detrás de él en la lucha contra lo que llaman “el sistema”, las tiendas de comida rápida y en especial contra el Coronel Sanders. Sí, el del pollo frito.
Detrás de ellos, una voz, la del actor Ilian Blanco, que a veces los guiaba y a veces ayudaba al público a entender la cadena de acontecimientos: un primer atentado, un segundo y un sinfín de los mismos que concluyen con la aprensión de Kopkan quien se inmola luego de saber que Sofía, a quien abandonó por estar embarazada, ha muerto también.
Con un juego de luces sencillo, algunos efectos, principalmente canciones, y diversos movimientos sobre el escenario, los tres actores le dieron juego y movimiento a la lectura que en momentos dio la impresión de ser ya un montaje en forma, guardando las respectivas distancias.
Al término de Hanoi Hilton: estudio para bastardo con explosivos se ofreció un coctel de bienvenida a los trabajos de extensión del XII Festival de Dramaturgia Joven en Querétaro donde Acapulco es ciudad invitada.
Para este viernes se realizará dos lecturas dramatizadas: Triga, de Jimena Eme Vásquez, y Afuera, de Chantal Torres.