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Demandan en San Ignacio que se investiguen los atropellos de la PJE

 * Desde que entraron los judiciales el 10 y 11 de junio en busca de los secuestradores del ganadero de Pantla, los vecinos no salen de sus casas por temor, y piden que se respeten sus derechos

 Maricela Santos, corresponsal, Zihuatanejo * El temor se ha apoderado de los habitantes de San Ignacio. Casi no quieren salir de sus casas desde las detenciones que hicieron policías judiciales del estado con el pretexto de dar con los secuestradores del ganadero Juvenal Orozco, a quien plagiaron el 3 de junio y lo mantuvieron en cautiverio en un paraje solitario cercano a este poblado, en la sierra de Zihuatanejo.

Este fin de semana una comisión integrada por el diputado local perredista por el distrito 12, Víctor Buenrostro Marín, y el regidor de Seguridad Pública, Mauricio Cansino González, visitaron San Ignacio para verificar la autenticidad de las denuncias de los pobladores respecto a las incursiones arbitrarias de elementos de la judicial, presuntamente como parte de las investigaciones para dar con los plagiarios del ganadero de Juvenal Orozco.

Por eso, los habitantes de San Ignacio pidieron ayer que las autoridades “correspondientes” que intervengan de manera urgente para garantizar su integridad y el respeto a sus derechos humanos.

Pidieron que se investiguen las arbitrariedades, los golpes, las torturas y los robos en contra de la gente del poblado en la presunta búsqueda de secuestradores. Solicitaron protección ante las amenazas que pudieran venir contra los lugareños a raíz de la denuncia de esta situación contra “la gente de bien porque no todos en San Ignacio son malos”.

Las casas estaban cerradas a raíz de las incursiones de los judiciales y la gente está indignada. Muy cerca del caserío está asentado un campamento de militares.

Los lugareños se fueron acercando ayer con mucha timidez, de uno en uno para denunciar que entre el martes 10 y el miércoles 11, policías judiciales detuvieron sin orden de aprehensión y golpearon a José Juan Peña Valencia y Rosalío Tecuchillo Pineda, además de que torturaron a Adamasio Delgado Cortés.

En San Ignacio catearon cuatro casas, la del detenido José Juan Peña Valencia en donde golpearon a su mujer Minerva Menera Maldonado, así como las casas de María Valencia Palacios, Alberto Delgado Pascasio y Adamasio Delgado Cortés. De las casas extrajeron desde machetes viejos, una pistola calibre 22, focos y dinero.

La primera detención sin orden de un juez se reportó el lunes 9 de junio a las 19:30 horas en la comunidad de Pantla en contra del ex comisario de San Ignacio, Pedro Sánchez Pascasio, quien además es trabajador de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Zihuatanejo (CAPAZ). A Pedro Sánchez cuatro judiciales lo subieron a una camioneta roja luego de sacarlo de una casa en Pantla bajo el pretexto de que en el celular del presunto secuestrador muerto, Miguel Delgado Cortés,  encontraron grabado el número de la caseta telefónica que él renta.

“Ese era todo el delito que me hacían, me acusaban de que por eso yo era de la misma mafia, que estaba involucrado”. En la comandancia de la judicial no le mostraron orden de aprehensión y salió a las 21 horas de ese mismo día luego de dar dinero a los judiciales “para los refrescos”.

Del martes 10 de junio, la señora María Valencia Palacios narró que los judiciales “dejaron los carros abajo como para no hacer ruido” y “llegaron a pie”. Entraron a la casa de José Juan Peña Valencia de 29 años a quien golpearon dentro de su casa y se encuentra detenido desde entonces debido “a un problema viejo, que pasó en una fiesta donde tocó la casualidad de que estuviera ahí cuando se dieron las cosas”.

Dice que a José Juan lo sacaron en vilo de la cama “y lo sacaron a jalones de los cabellos, y eso en cuanto puede caminar él porque camina medio mal de nacimiento por una malformación ósea”.

A Minerva Menera Maldonado, esposa de José Juan Peña “la metieron a empujones” a la vivienda porque estaba fuera dándole de comer a un becerrillo.

La señora María Valencia detalló que de la casa de su hijo sacaron una pistola calibre 22 vieja, 2 mil 500 pesos “y hasta unos focos”.

Catearon también su casa sin mostrar órdenes de aprehensión “buscando dos muchachos altos pero no encontraron a nadie porque esos muchachos tienen cuatro años en el otro lado”.

También recuerdan que los judiciales revisaron la casa de Gabriel Peña, padre de José Juan Peña, de donde se llevaron dos machetes viejos que tenía debajo de la cama “y dejaron todo revuelto”.

A la par de la detención de José Juan, los judiciales irrumpieron en la casa de Adamasio Delgado Cortés, hermano del presunto secuestrador muerto Miguel de los mismos apellidos.

Asegura que fue golpeado desde su detención a las 7:30 de la mañana del martes 10 hasta las 15 horas que lo dejaron finalmente en la comandancia de la judicial en Zihuatanejo, previo recorrido con el rostro cubierto con cinco bolsas de plástico por los poblados de Las Ollas y Lagunillas en donde presuntamente hubo también cateo de casas.

Adamasio asegura que al poblado entraron dos grupos de judiciales, de cinco cada uno aproximadamente. Los guiaban tres personas encapuchadas “y no entiendo para qué se tienen que tapar la cara para aplicar la ley”.

Lo acusaban de ser secuestrador y asegura que recibió varios golpes en el estómago y en el pecho. Recuperó su libertad a las 23 horas de ese día.

Desde la camioneta en donde lo subieron asegura que lo llevaron a Las Ollas a las 12 horas en donde revisaron dos casas sin permiso de los dueños y sacaron “unos retratos”. Recuerda que ahí “al parecer le dieron un golpe a un chavalillo”.

Luego todavía a bordo de la camioneta lo llevaron a la comunidad de Lagunillas. Durante el trayecto asegura que lo golpeaban “diciéndome que yo sabía algo del secuestro. Yo no sé nada”.

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