Crearán aquí un centro de atención para niños con cáncer

 Xavier Rosado * Un grupo de 15 niños de la fundación Mi último deseo A.C. visitan Acapulco procedentes de la ciudad de Guadalajara con el fin de conocer este destino turístico como parte de su terapia como enfermos de cáncer.

El presidente fundador de la asociación, Tomás Fernando López Jiménez, expresó que además de las actividades en las que participarán estos niños y jóvenes, entre 9 y 20 años de edad, se fundamentarán las bases para la creación de un albergue que funcionará como una extensión de esta asociación que ya cuenta con cuatro casas de atención en la república y una en Estados Unidos.

“Nuestra fundación está dedicada a proporcionar comida, vestido y sustento a estos niños y jóvenes que aunque viven con sus padres, necesitan también de medicinas y una terapia, que resulta muy costosa para esta enfermedad”, expresó López Jiménez.

Indicó que su fundación otorgó ayer facultades al presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, Rafael García Pimentel, para que funja como representante de la fundación en Acapulco, que comenzará las gestiones para la creación del albergue en esta ciudad.

Por su parte, García Pimentel expresó que el objetivo de esta visita es principalmente que los niños y jóvenes “pasen una semana de vacaciones entre nosotros, aprovechando que ya contamos con un centro turístico de la calidad de Acapulco”.

Especificó que como representante de la asociación, será el mediador entre la iniciativa privada, las instituciones gubernamentales locales y estatales y el sector de la población infantil de bajos recursos afectada con cáncer, para proporcionarles atención médica y concederles el placer de visitar ciudades como Puerto Vallarta, Manzanillo, Querétaro, Guadalajara y Los Angeles, donde ya se encuentran instalados albergues de Mi último deseo A.C.

“Lo que se busca es que se distraigan, porque este tipo de viajes han demostrado que ayudan en su terapia y afortunadamente, las empresas turísticas pertenecientes a la asociación, han colaborado desinteresadamente para hacer de la visita de estos niños, una experiencia inolvidable”, comentó.

Especificó que desde hace cuatro años se tiene el contacto con la fundación, por lo que en ese lapso, unos 100 niños enfermos, muchos de ellos que nunca habían visto el mar, han podido visitar Acapulco.