Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Judiciales catean con violencia casas de habitantes de San Ignacio, en Azueta

 * Pide el alcalde Amador Campos respeto para los pobladores al comandante regional de la PJE, Federico Peredo

 Maricela Santos, corresponsal,  Zihuatanejo * Autoridades municipales del poblado de San Ignacio denunciaron que agentes de la Policía Judicial apoyados por “encapuchados” catearon casas e irrumpieron en viviendas para sacar con violencia a algunos habitantes sin mostrar órdenes de aprehensión.

Lo anterior –dijeron–, como parte de las investigaciones que sigue el comandante regional de la Policía Judicial del Estado  (PJE) Federico Peredo Jiménez respecto a los presuntos secuestradores del ganadero Juvenal Orozco Oregón y su peón Jacinto Romero Alonso.

Un grupo de cinco habitantes de San Ignacio, abordó al alcalde de Zihuatanejo Amador Campos Aburto en la entrada a la sierra para denunciar estos abusos de autoridad. Campos, preocupado se comunicó de inmediato con el comandante de la PJE Federico Peredo, pues dijo que “independientemente de lo difícil que es el trabajo de la Policía Judicial, los agentes de esta corporación deben entender que se debe actuar conforme a la ley y que los ciudadanos, no por sospechosos son culpables, que se les debe dar su lugar y que sólo cuando tengan algo serio y pruebas contundentes pueden hacer uso de ese poder, hasta cierto punto, porque aun cuando lo tengan deben ser respetuosos y no golpear a los ciudadanos”.

Encabezados por el comisario municipal de San Ignacio, Jaime Leyva Cruz, los habitantes denunciaron que al filo de las 9:30 horas del martes 10 de junio, un comando de judiciales guiados por dos hombres encapuchados y sin órdenes de aprehensión irrumpieron en el poblado y a la vista de los lugareños sacaron de su casa por la fuerza a José Juan Peña Valencia a quien le quitaron una pistola calibre 22 y 2 mil 500 pesos en efectivo que tenía en su casa y que no le han querido devolver a su familia.

También dijeron que con abuso de autoridad, el grupo de judiciales adscrito a Zihuatanejo sacó de su casa a Adamacio Delgado Cortés a quien le catearon su casa y golpearon, pues es hermano del presunto secuestrador muerto, Miguel Delgado Cortez de 27 años de edad.

Adamasio –dijeron– fue liberado a las 2 de la madrugada de ayer, cuando arribó a la comunidad de Pantla con unos familiares, y a quien le informaron que antes, la misma judicial había liberado “al otro detenido”.

Al alcalde, le pidieron su intervención a fin de garantizar el respeto a los derechos humanos de los habitantes de San Ignacio de donde presuntamente era originario el presunto secuestrador muerto implicado en el plagio del ganadero de Pantla, Juvenal Orozco Oregón y su peón Jacinto romero Alonso perpetrado el martes 3 de junio.

Enterado de la situación, Campos Aburto narró que autoridades municipales de San Ignacio lo abordaron para decirle que “hubo por ahí un abuso de autoridad de parte de la Policía Judicial del estado porque se metieron a casas sin órdenes de aprehensión”.

Vía telefónica, el alcalde se comunicó ahí mismo con el comandante regional de la PJE Federico Peredo Jiménez para darle a conocer la queja y su preocupación por el asunto. “Para pedirle que tuviera respeto hacia los ciudadanos”.

En esa conversación Peredo confirmó la realización del operativo en San Ignacio así como la detención de “algunas personas. Me dijo que la investigación se tiene que dar, y que iba a tratar de que no hubiera exceso, pero al decir que iba a tratar que no hubiera excesos tal vez quiere decir que lo hubo. Por eso le pedí de favor que esto no sucediera porque así como hay gente mala, hay gente buena, gente honesta que no debe ser molestada en ese sentido”.

Tras la conversación el edil dijo que el comandante se comprometió a que continúan las investigaciones en torno a los responsables del plagio del ganadero y que existe el compromiso de respetar los derechos de los ciudadanos. También el comandante le informó que “ya se tenían datos importantes, que hubo detenciones y que liberaron a quienes no tenían culpa”.

468 ad