Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

El graffiti sigue asociado a la clandestinidad, dice funcionaria del gobierno de la ciudad de México

 Xavier Rosado * La subsecretaria de promoción cultural de la Secretaría de Cultura de la ciudad de México, Silvia Saldaña Gutiérrez, expresó que a pesar de que en diversas instituciones culturales de México se ha tratado de apoyar a la cultura del graffiti, el movimiento sigue “asociado a la clandestinidad”.

En entrevista telefónica, desde la ciudad de México, dijo que está fundamentado en el código civil que cualquier grupo o individuo que utilice la propiedad privada o pública para promover causas personales o de asociaciones, será sancionado con 30 días de cárcel o con el pago de una multa correspondiente al doble de los daños que hayan causado.

“Esto se ha aplicado en diversas ocasiones aquí en el caso del graffiti en la ciudad, que se ha convertido en un absoluto caos debido a que antes, solamente en las colonias populares se encontraba, pero ahora, ya lo tenemos hasta en edificios históricos y en áreas públicas de la ciudad”, manifestó la funcionaria.

“A nosotros siempre vienen a buscarnos para preguntarnos por qué no se ha apoyado este movimiento, sin embargo, sí lo hemos hecho, pero es el mismo gremio graffitero el que no quiere dejar de ser marginal”, dijo Saldaña Gutiérrez.

Agregó que a pesar de los diversos programas que se han efectuado en la dirección de Cultura del Distrito Federal para dignificar el graffiti, los precursores de este movimiento, “insisten en conservar su expresión a un nivel suburbano, enclaustrado en un círculo muy cerrado de aficionados que se mantiene en la clandestinidad”.

Precisó que en el actual gobierno capitalino, se han convocado a tres concursos de graffiti, efectuados en diversas colonias populares de la ciudad de México, sin embargo “no hemos tenido la respuesta que hubiéramos esperado y todavía conservamos el problema de la destrucción de monumentos históricos, así que lo que hemos tenido que hacer es reforzar la vigilancia, más que apoyar al movimiento urbano”.

Recordó que en los eventos, se gestionaron diversos espacios, por lo general bardas privadas y paredes de edificios, cuyos dueños autorizaron que se utilizaran sus paredes para plasmar el graffiti, sin embargo, “invariablemente”, comentó que hubo conflictos de intereses, principalmente por la titularidad del evento y entre las bandas que se presentaron.

“Yo he visto que incluso tienen hasta sus publicaciones, pero ninguna está respaldada por una editorial que se haga responsable por el contenido de la misma, más bien son folletos y pasquines que ellos mismos producen y distribuyen entre sus compañeros”, indicó la funcionaria.

Consideró que el graffiti podría llegar a ser un movimiento artístico, si se concretaran grupos organizados encargados de dignificar y promover esta tendencia a un nivel cultural.

“Desafortunadamente, el movimiento sigue asociado a manifestaciones que siguen promoviendo el vandalismo, la drogadicción y la violencia, incluso a las grandes guerras de barrios que han existido por décadas en México y que han desarrollado un lenguaje en códigos para que solamente, algunos sectores de la población, muy definidos, puedan entenderlo”, finalizó.

468 ad