CARTAS (Justicia y amnistía a los presos políticos han sido siempre demandas nuestras, responde Sánchez Nava)

Señor director:

Agradeceré la inclusión de la presente carta en la sección correspondiente en su prestigiado diario.

El día miércoles 4 de junio del presente, se cumplió un aniversario más del cobarde asesinato del dirigente perredista y de la Unión de Transportistas Democráticos, Raúl Valente Catalán y como ya es costumbre cada año, su esposa, sus compañeros de la UTD y del PRD conmemoramos esta fecha con una marcha.

Cuando sucedió este hecho en 1998, el presidente del Comité Ejecutivo Estatal era el compañero Octaviano Santiago Dionicio y yo parte del mismo, por lo que era nuestra obligación exigir el esclarecimiento y el castigo a los responsables de tal crimen, exigencia que hubiera hecho cualquier otro dirigente, incluido Alfredo Barragán si el agredido hubiera sido algún familiar o compañero de él.

Las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia en el estado y las declaraciones de los testigos –que por cierto no los conozco, con excepción de su esposa– llevaron a ubicar como los responsables a Alfredo Barragán, a Nicolás Mendoza Villa más otros implicados que a pesar de que están plenamente identificados no han sido detenidos. Si se revisan los expedientes, no hay ninguna declaración de Octaviano Santiago Dionicio, Saúl López Sollano, Leticia Burgos Ochoa o Guillermo Sánchez Nava; tampoco manipulamos a la viuda María del Carmen Beltrán ni estamos en contra de la Ley de Amnistía, como lo declaró Alfredo Barragán en una estación de radio el viernes 6 de junio, versión que ha manejado cuantas veces ha tenido oportunidad de declarar.

En otra parte de su declaración, nos acusa de que tenemos interés de mantenerlo dentro de la cárcel porque es un conflicto entre corrientes del PRD, acusación o suposición como el mismo dice, nada más falsa y alejada de la verdad. Como Movimiento Democrático del Sur ha sido nuestra concepción  anteponer siempre el diálogo, el consenso, los acuerdos políticos a la confrontación y a la división; de nuestra parte tenemos claro que Alfredo Barragán y su grupo no son nuestros enemigos, sino adversarios políticos, a pesar de que ellos sí nos ubiquen como sus enemigos, por sus ataques y conceptos que tienen de nosotros.

La opinión pública debe saber que nosotros, Octaviano Santiago Dionicio, Saúl López Sollano, Leticia Burgos Ochoa y Guillermo Sánchez Nava, somos opositores políticos y luchadores sociales desde hace más de 30 años, y fuimos victimas de la represión, de la tortura, la cárcel y la persecución en los tiempos más difíciles de la lucha y por lo mismo es ilógico que deseemos o incidamos para que alguien permanezca en la cárcel. Lo único que exigimos es que se haga justicia en el caso de  Raúl Valente Catalán como en todos los casos de los asesinatos políticos de perredistas que han sucedido desde 1990. Sólo como ejemplos menciono los casos de los siguientes compañeros: Donaciano Rojas, Román de la Cruz Zacapala, Romualdo García Alonso, José Laureano Valdovinos, Juan Mercenario Moreno, Pedro Chula Ponce, Martín Aceves González, Adulfo Piedra Rivera, Porfirio Mareado Vázquez, Gregorio Alarcón Jiménez, Natalio Gervasio Bello, Guadalupe Valentino López Carrasco y su esposa Nicasia Hernández, y unos 100 más que hasta hoy permanecen en la impunidad total y no debemos olvidar, ni permitir que quedan como casos cerrados. De igual forma nos pronunciamos como siempre lo hemos hecho por la libertad incondicional de los presos políticos, exigiendo la reforma a la ley de amnistía para que se abran las puertas de las cárceles y recuperen su libertad todos los presos de conciencia y sigan luchando junto a nosotros para lograr una patria democrática, justa y libre.

 Atentamente
Guillermo Sánchez Nava