Marcial Rodríguez Saldaña

 Las campañas federales

 Las elecciones intermedias para diputados federales tienen algunas características propias, que las distinguen de otro tipo de elecciones como las de ayuntamientos, de gobernador o de Presidencia de la República.

De acuerdo con el formato del sistema electoral mexicano, cada seis años, la elección de legisladores federales no coincide con la elección presidencial y sólo en algunos estados se vota al mismo tiempo para gobernador, diputados locales y ayunamientos. Esto hace que los candidatos  a la Cámara de Diputados federal vayan solos a pedir el voto a los electores.

Por ello, debe verse como algo natural que en estados como Guerrero, en donde la elección federal intermedia no coincide con ningún otro tipo de elección, las campañas de los candidatos para diputados federales, como se dice en el argot electoral “no prendan”, es decir que no despiertan el mismo entusiasmo que las demás; esta circunstancia en sí misma explica el fenómeno de campañas modestas.

Además hay otros elementos que hay que considerar, como el hecho de que apenas hace algunos meses tuvimos elecciones locales de ayuntamientos y Congreso, que despertaron mucho interés y participación, lo que produce un desgaste normal de la clase política y fatiga de los ciudadanos para entrar en tan poco tiempo en una nueva contienda electoral.

Por otra parte, en las campañas para ayuntamientos, gobernador y presidente de la República, se ponen en movimiento mayores estructuras electorales y políticas, en cambio en las de diputados federales, son menores los equipos que participan durante la campaña,  lo que hace que se reduzca el ambiente electoral, aún cuando haya candidatos con un fuerte liderazgo político.

Los electores todavía perciben lejanos a los legisladores federales, salvo algunas excepciones; pocos están en contacto directo y frecuente con quienes votaron por ellos, la importancia de la tarea legislativa no es muy apreciada, pues en medio del debate y poca difusión se pierde la trascendencia de las leyes aprobadas, todavía el ciudadano está más acostumbrado a que el representante en el Congreso local o federal, sea más un gestor que un legislador.

De acuerdo con las encuestas que circulan en los medios y partidos, la composición de la Cámara Federal no sufrirá modificaciones importantes; se calcula que el PRI mantendrá su actual porcentaje de legisladores, que el PAN tendrá alguna disminución y que el PRD tendrá un ligero incremento.

En Guerrero, si tomamos como punto de partida la representación actual de diputados federales, en donde de diez distritos electorales en la elección federal del año 2002, el PRI ganó nueve y el PRD sólo un distrito, se observa una derrota del PRI y un triunfo perredista, pues incrementará el número de diputaciones ganadas en la elección anterior, ratificará su victoria en el distrito 10 y recuperará el distrito 09, ambos en Acapulco; recuperará el 03 de la Costa Grande; triunfará en el distrito 05 de La Montaña y en el 01 de Tierra Caliente, y dará una férrea pelea en el resto de los distritos electorales.