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Anuncia Netanyahu sorpresivamente que formará gobierno de unidad con oposición

DPA

Jerusalén

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu sorprendió ayer desconvocando las elecciones anticipadas y anunciando la formación de un gobierno de unidad nacional con la hasta ahora principal fuerza opositora, el partido de centro Kadima, lo que le permite contar con 94 de los 120 escaños en el Parlamento.
De esta forma, Netanyahu consigue más margen de maniobra sobre todo para sus controvertidas reformas, pero también con vistas a la disputa nuclear con Irán. Según anunciaron ayer en Jerusalén los líderes de ambos partidos, Netayahu (del conservador Likud) y Shaul Mofaz (del Kadima), buscarán juntos avanzar en el proceso de paz.
NetanYahu, de 62 años, dijo además: “Uno de los temas principales es naturalmente Irán”. En este tema, dijo, hay que continuar con “las consultas serias”. El diputado izquierdista Dov Janin advirtió que Mofaz y Netanyahu quieren allanar el camino para un ataque militar contra Irán con su pacto.
Israel considera que el programa nuclear iraní es la principal amenaza a su existencia. Esta reforma del gabinete de gobierno tienen lugar dos semanas antes de que se lleve a cabo la próxima ronda de conversaciones nucleares con Irán.
El opositor Kadima, un partido de centro, se suma así a la coalición de gobierno derechista, de la que forman parte también partidos que defienden los intereses de los colonos. El nuevo gobierno permanecerá en el poder hasta el final de la presente legislatura, en otoño de 2013. Se trata de la mayor coalición de gobierno desde las elecciones de 1988, cuando los partidos en el gabinete contaban con 97 de los 120 escaños de la Knesset (Parlamento).
El presidente del Kadima y ex jefe del Estado Mayor Mofaz será viceprimer ministro y ministro sin cartera.
“Espero que (los palestinos) acepten esta oportunidad y negocien”, dijo Netanyahu ante la prensa en el Parlamento. El presidente del Kadima, Mofaz, subrayó que las negociaciones con los palestinos han sido una de las condiciones impuestas para entrar en la coalición.
Un portavoz del presidente palestino Mahmud Abbas dijo que antes de que se emprendan nuevas negociaciones hay que detener la construcción de asentamientos en los territorios palestinos. “Este es el momento para que el gobierno israelí cierre la paz con el pueblo palestino, mostrando que cumple con los requisitos para un proceso de paz”, dijo Nabil Abu Rudeineh.
Con los diputados del Kadima a su favor, Netanyahu puede dejar de tener tan en cuenta las exigencias de los partidos menores de la coalición. Sin el Kadima se avecinaba una salida de algunos socios de la coalición que podrían haber hecho caer el gobierno de Netanyahu.
En la coalición existe por ejemplo una gran disputa sobre la ley que hasta ahora posibilitaba que miles de judíos ultraortodoxos evitaran el servicio militar.
Igualmente polémica es la reforma de la ley electoral que Netanyahu pretende. En un principio la convocatoria de elecciones anticipadas al 4 de septiembre se hizo con el trasfondo de todas estas presiones.
Esta alianza inesperada topaba ayer con reacciones encontradas. El presidente Shimon Peres saludó el acuerdo. “Un acuerdo de unidad nacional es bueno para el pueblo israelí”, dijo Peres desde Canadá en conversación telefónica con Netayahu, según informaron desde la oficina presidencial.
El conocido moderador de la televisión israelí Jair Lapid, que quiere presentarse a los próximos comicios, habló de un “pacto repugnante”. Shelly Yajimovich, presidenta del opositor Partido del Trabajo, calificó la acción de Netanyahu como el “más ridículo zigzagueo en la historia política de Israel”.

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