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Teme la ONU una guerra civil de graves consecuencias en Siria si sigue la violencia

DPA

Nueva York / Ginebra / Damasco

El enviado especial a Siria de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, dijo ayer en Nueva York que los actuales niveles de violencia en el país árabe son “inaceptables” y que teme que estalle una guerra civil en Siria “de consecuencias bastante espantosas”.
Al término de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, en la que Annan intervino por videoconferencia desde Ginebra (Suiza), él político ghanés subrayó que el despliegue de los observadores para supervisar el alto el fuego sigue siendo la única posibilidad de detener los ataques. “Creo que la misión de observadores es la única posibilidad que queda para estabilizar el país”.
“Tenemos la seria preocupación de que Siria desemboque plenamente en la guerra civil. Eso no lo podemos permitir”, añadió.
El que fuera secretario general de la ONU indicó que a fines de mes estarán los 300 observadores de la misión en Siria. “Su presencia hará la diferencia. Tal vez parezcan pocos, pero su efecto se verá”.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, pidió de nuevo que el presidente sirio Bashar al Assad abandone el poder por haber fracasado a la hora de implementar el plan de seis puntos de Annan a fin de poner fin a la violencia.
“La política de Estados Unidos sigue siendo que el régimen de Al Assad ha perdido su legitimidad y debería abandonar el poder”, dijo Rice a la prensa.
Washington ve con preocupación la evolución de los acontecimientos en Siria. El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, aseguró ayer que si no hay un cambio verdadero no se podrá poner fin a la violencia. Dijo que la misión de observadores de la ONU no es suficiente y advirtió además que la red terrorista Al Qaeda podría aprovechar la inseguridad política en el país.
Sobre el terreno, las tropas del gobierno intensificaron ayer, un día después de las elecciones legislativas, los ataques contra los bastiones de las protestas y, según fuentes de la oposición, mataron a 17 personas.
Fuentes oficiales informaron de la llegada a Damasco de más observadores. Por ahora suman 70. Al aeropuerto de Damasco llegaron ayer 15 vehículos de la ONU, así como equipos para los observadores. Naciones Unidas quiere desplegar un contingente de 300 monitores y unos 100 civiles en Siria.
Mientras, el jefe de gobierno turco, Recep Tayyip Erdogan, exigió al Consejo de Seguridad de la ONU el envío a Siria de una misión de monitoreo internacional “de gran envergadura”. El primer ministro, que ayer se reunió en Roma con su homólogo italiano Mario Monti, se preguntó: “¿Qué pueden hacer 50 observadores? Se necesitan mil, 2 mil o quizás 3 mil para controlar todas las ciudades al mismo tiempo”.
En tanto, la Cruz Roja en Ginebra cifró ayer en 27 millones de dólares las necesidades para asistir hasta finales de año a miles de sirios desplazados por los disturbios en el país.
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger, indicó que “mucha gente sigue luchando sólo para sobrevivir día a día”, mientras “otros intentan reconstruir sus vidas de la nada”, añadió.
Decenas de miles de refugiados no pudieron volver hasta ahora a sus viviendas y siguen dependiendo de la ayuda humanitaria ya sea en Siria o en países vecinos.
Por otra parte, Damasco informó ayer que los resultados de las elecciones electorales del lunes no estarán antes de este miércoles. La oposición boicoteó esta cita electoral, que ha sido criticada internacionalmente por celebrarse en pleno conflicto.
El movimiento de protesta, que se formó en marzo de 2011 al calor de la primavera árabe, quiere derrocar al régimen de Al Assad. En el conflicto han muerto entre opositores y miembros de las fuerzas de seguridad unas 10 mil personas.

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