Marchan 2 mil indígenas con Tlachinollan para exigir la liberación de presos políticos

Carmen González Benicio

Tlapa

Como parte de las actividades del 20 aniversario del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan marcharon unas 2 mil personas para exigir la libertad inmediata de Nestora Salgado, Gonzalo Molina, Arturo Campos, Marco Antonio Suástegui y los demás policías comunitarios y luchadores sociales presos que pelean por sus pueblos.
Los marchistas reclamaron respeto a los pueblos indígenas y dijeron no a la reserva de la biosfera, a la minería, a las presas como La Parota y  los mega proyectos que atentan contra su  territorio y pidieron un desarrollo desde abajo, con los pueblos.
Remarcaron la exigencia a los gobiernos federal y estatal  para que cumplan con los compromisos asumidos con el Consejo de Comunidades Damnificadas.
La marcha partió de las instalaciones del seminario Tonantzin, ubicado en la comunidad de Tlaquilzinapa, con la participación de indígenas nahuas, na savi y me´phaa, y estados como Puebla, Oaxaca, Jalisco y Colima.
El recorrido a la entrada de Tlapa fue de cerca de una hora en medio de consignas de protesta, mantas, pancartas y al ritmo de las bandas de viento.
El contingente se detuvo en las instalaciones de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas para exigir atención a las comunidades damnificadas y que la directora, Nuvia Mayorga Delgado, diera una fecha para entrevistarse.
Ahí un grupo acudió a la radiodifusora la XEZV La Voz de La Montaña, para exigir un espacio y difundir los motivos de la marcha, el cual les concedieron con resistencia porque de acuerdo a unos trabajadores sólo se maneja la información oficial de las instituciones.
En ese mismo espacio buscaron un enlace con Mayorga Delgado, quien no atendió la llamada y sólo respondió el delegado estatal,  impugnado por algunas organizaciones, Julio César Licona Omaña.
Se manifestaron porque las personas al frente de esta institución sean indígenas del estado y el director de la radio se cambie por no atender a las organizaciones ni las quejas de los pueblos.
La marcha de más de 2 mil personas siguió su curso por la avenida Heroico Colegio Militar, y dobló por las calles  Añorve y la Morelos.
Al frente iban los familiares de los presos políticos, como consideraron a los coordinadores de la CRAC, policías comunitarios y al líder del Cecop, entre otros, seguidos del Consejo de comunidades damnificadas de los municipios de Acatepec, Tlacoapa, Atlamajalcingo del Monte, Alcozauca, Atlixtac, Metlatónoc, San Luis Actalán, Cochoapa el Grande, Malinaltepec y Olinala.
Participaron población en general y representantes de organizaciones como Red  Macuixóchitl, Frecoddec, la Mujer y la Esperanza, CNPA-MN, MPG, la CETEG, colectivo Hoja Verde, y Sipaz, entre otros.
Al llegar al ayuntamiento de Tlapa realizaron un mitin con las participaciones de la hermana de Nestora Salgado y las esposas de Gonzalo Molina y Arturo Campos; así como de dirigente del Cecop, Marco Antonio Suástegui, para quienes exigieron su libertad por ser presos políticos y estar en penales en lugar de los delincuentes que se pasean con impunidad y al amparo de las autoridades.
Parte del Consejo de damnificados pidió que las autoridades cumplan con el compromiso de otorgarles los granos básicos como maíz, frijol y arroz, que les prometieron que les darían mensualmente, pero a la fecha les faltan los meses de mayo, junio y julio para las 185 comunidades.
En su participación el director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, lamentó la indiferencia de la Sedesol federal; de la Cdi, de la Sedatu y del gobernador Ángel Aguirre Rivero, porque no han cumplido los acuerdos para apoyar a los damnificados por las lluvias del pasado mes de septiembre.
Dijo que la titular de la Cdi parece que tiene problemas, porque no ve a los pueblos indígenas a la cara para atender sus exigencias.
Lamentó que la Sedatu a más de 10 meses no tenga las viviendas y los pobladores sigan viviendo en campamentos, con lonas y casas improvisadas y las pocas que han entregado no tienen cimientos ni techos de losa y sólo láminas, “porque los indígenas no tiene derecho a una casa digna”, se quejó.
Dijo que los recursos del Fonden son una simulación para tapar las corruptelas de los funcionarios que prefieren gastarse el dinero en restaurantes de Acapulco, en lugar de acudir a las zonas afectadas.
Lamentó que los funcionarios federales no tengan capacidad para resolver las cosas y contó que en días recientes la comunidad de El Capulín, del municipio de Tlacoapa, fue afectado por una granizada y al pedir ayuda al delgado de la Cdi,  le dijo que el no manejó láminas y hablara a la Sedatu.
Agregó que por eso a los funcionarios se les debe zarandear para que los atiendan, porque no entienden de otra forma cuando los pueblos exigen la deuda que tienen con los pueblos.
Les dijo que estén atentos porque en la próxima semana la Cdi les dará, el miércoles, la relación de entregas del maíz y demás granos y si no cumple actuarán de otra forma, también que serán atendidos por autoridades federales y el gobernador.
Reyes Ramos, de la CETEG, llamó a la organización y trabajo conjunto de los diversos movimientos sociales de la región.
La actividad cerró con Barrera Hernández quien pidió la libertad de los presos políticos.
El aniversario de Tlachinollan cerró con una misa en la catedral y la lectura del informe en sus 20 años, en el auditorio municipal.