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Piden investigadores de la UAG aceptar que existe contaminación en las playas

 * No se ha dado un trato correcto al problema porque las autoridades priorizan la imagen turística, opina Raúl Vidal * “Falta conciencia ecológica para enfrentar problemas añejos que están saliendo a la luz”, dice Branly Olivier * “Aquí hay uso irracional de recursos”, señala José López * En vez de polemizar, el ayuntamiento debe buscar la solución, indica Oscar Talavera

 Raquel Santiago Maganda y Nelly Bello * Según investigadores guerrerenses, para contrarrestar el problema de la contaminación de la bahía primero se debe aceptar la situación, e informar directamente a acapulqueños y turistas.

Los académicos, consultados por separado, coincidieron en el derecho de los usuarios ser informados del nivel real de contaminación, que no es exclusiva del puerto, pues existe en otros sitios turísticos internacionales. Además pugnaron por una actitud madura de los gobernantes para hablar del tema, y consolidar un programa integral de saneamiento que funcione, sobre todo, en la temporada de lluvias, cuando la contaminación no es sólo de microorganismos, sino también visual.

Raúl Vidal Serratos, investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), opinó que no se le ha dado un trato correcto al problema del agua de la bahía porque las autoridades estatal y municipal priorizan más las repercusiones en la imagen turística.

El también presidente del Consejo Consultivo del Agua del estado de Guerrero indicó que la contaminación es real y “no se puede negar”, porque existen descargas residuales a la bahía que no han sido controladas.

Sugirió que es necesario trabajar en la infraestructura de servicios públicos municipales en el anfiteatro de la ciudad, porque persiste la cultura de tirar basura en los canales pluviales y se carece de un sistema de captación de aguas contaminadas a la bahía, que se incrementan en la temporada de lluvias.

Recordó que el tema de la contaminación “es viejo”, pero la mayor confianza que se les puede dar a los turistas es aceptar la situación y decir que se está trabajando en resolver el problema.

Dijo que “no es negando lo que es evidente como se va a resolver el problema, sino, definitivamente, aceptándolo, diciéndole a la gente y sociedad, y turistas, que los problemas se están atendiendo”.

Sugirió entonces que el gobierno municipal de Alberto López Rosas tome con mucha cautela y madurez el tema, y trabaje de manera intensa en preparar un programa integral que trascienda los trienios.

Conminó a desechar el celo político que impide seguir con los buenos programas a largo plazo.

Para el investigador y académico de la UAG Branly Olivier Salomé, la apertura a la información es una prioridad porque si se demuestra técnicamente que hay contaminación entonces es adecuado informar y aplicar la normatividad de señalización de las playas.

Opinó que “hace falta conciencia ecológica para enfrentar esos problemas añejos que apenas están saliendo a la luz”.

Olivier Salomé dijo que la expectativa es que durante la temporada de lluvia se incremente el nivel de contaminación de la bahía, tanto por la contaminación visual que afecta a los peces al robarles el oxígeno, como a los bañistas que pueden ser perjudicados por los microorganismos.

Por su parte, el investigador José López Mendoza, durante su ponencia mencionó que la mayoría de los cuerpos de agua tienen problemas de contaminación.

Irónicamente en el norte del país –donde hay menos recursos acuíferos– existe una mayor cultura ecológica que en el sur, donde los recursos naturales son abundantes, es uno de los resultados del reporte.

Precisó que los principales fuentes de contaminación son las grandes ciudades y la agricultura, y por lo tanto es necesaria acatar las leyes ecológicas.

López Mendoza dijo que la norma ecológica del estado no se aplica cotidianamente, y cuando se quiere aplicar entonces hay problemas, como el robo de los señalamientos de las banderas de riesgo sanitario, y molestia por parte de las autoridades.

Para hacer conciencia a los ciudadanos de la magnitud del problema de contaminación, dijo que Guerrero no es un estado industrial importante, y, sin embargo, los índices de contaminación son altos en comparación con los estados del norte, donde se desarrolla más la actividad.

“Aquí existe un uso irracional de recursos porque no tenemos una cultura ecológica”, dijo.

Celebran en Ecología Marina el Día Mundial del Medio Ambiente

Para el investigador de Ciencias de la Tierra Oscar Talavera Mendoza, antes de rechazar los resultados que da Semarnat sobre la calidad del agua de la bahía, el alcalde Alberto López Rosas debería contratar empresas y universidades que hagan estudios que comprueben los datos y “le den soluciones de remediación”.

En cambio el director de la Unidad Académica de Ecología Marina, Miguel Angel Melo, consideró que la dependencia federal debería exponer a los ciudadanos los resultados reales de los estudios que validen la colocación de banderas. De lo contrario, los afectados “están en su derecho” de retirar los letreros que les son adversos.

Ambos ecólogos e investigadores fueron entrevistados en Ecología Marina, luego de la conferencia de Talavera Mendoza con la que la institución celebró el Día Mundial del Medio Ambiente.

Talavera Mendoza –actualmente participa en un estudio sobre la afectación de los metales pesados en el medio ambiente de Taxco– dijo que oyó que los estudios de Semarnat detectaron contaminación biológica “de forma importante” en la bahía.

Recomendó a la autoridad municipal aceptar los resultados porque los hicieron instituciones de calidad, y le sugirió hacer un estudio comprobatorio, porque “como playa turística podría representar una amenaza y podría retirar a los turistas a elegir otros destinos”.

Añadió: “No deben echar la información por la borda, ya que se trata de una dependencia gubernamental; debe contratar a empresas y universidades que le permitan comprobar y que le den soluciones de remediación”.

Aunque aclaró que el análisis bacteriológico en el agua no es su especialidad. Insistió en que si Semarnat determinó el riesgo, existen normas y medidas que deben seguirse “antes que los intereses empresariales”, por lo que “las autoridades, más allá de tomar esa actitud, debe contratar empresas y organismos de investigación que les permitan tener documentos que refuten la información de Semarnat. Pudiera ser problemático en el corto plazo retirar las banderas y sólo decir no existe riesgo, sólo por decir. Los estudios deben ser serios y responsables”.

Aunque hace tres meses Ecología Marina hizo un monitoreo en que las playas resultaron sin problemas de contaminación, el director de la institución, Miguel Angel Melo, explicó que cada dependencia utiliza métodos de análisis que pueden dar resultados diferentes, “por eso son válidas las comparaciones de resultados para ver qué tan bien están aplicados los análisis”.

Informó que la Unidad Académica efectúa muestras cada quince días, en coordinación, vía convenio, con la Semar.

Sobre el retiro de las banderas dijo que los ciudadanos están en su derecho de no permitir la colocación, porque la dependencia federal debió demostrar con estudios que hay alta concentración de contaminantes, “ante los ciudadanos no se han mostrado los resultados del estudio”.

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