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Manos anónimas quitan las banderas sanitarias que instaló ayer Semarnat

 * La dependencia instaló en la madrugada señales rojas en Carabalí y Tlacopanocha, y amarilla en Caletilla * Antes de mediodía desaparecieron

 Sólo unas horas duraron en sus sitios las banderas de advertencia de riesgo sanitario que la madrugada de ayer instaló la Semarnat en las playas Carabalí, Tlacopanocha y Caletilla, de Acapulco.

Consultados al respecto, el delegado y el secretario técnico de esa dependencia, Octavio Klimek Alcaraz y Héctor Ventura, dijeron no saber quién quitó los señalamientos.

El titular de la delegación indicó que turnará el caso al departamento jurídico para que decida lo pertinente.

Opinó que el robo de los banderines es un problema de educación ambiental, y reiteró que la Semarnat sólo hace su trabajo y garantiza el acceso a la información a todos los ciudadanos, sin ánimos de entrar en conflictos.

La instalación de dos banderas rojas y una amarilla para advertir de contaminación en las tres playas generó inconformidad de prestadores de servicios turísticos y del alcalde Alberto López Rosas.

Como lo vaticinó en sus declaraciones el delegado de la Semarnat, Octavio Klimek Alcaraz, la colocación de las banderas en las playas Carabalí y Tlacopanocha, como puntos de riesgo sanitario, y la bandera amarilla en Caletilla, como no recomendable, generó una polémica, pues la acción fue interpretada como una agresión.

Tras una semana de labor, ayer en la madrugada las brigadas de Semarnat colocaron la bandera amarilla en Caletilla, y las rojas en Carabalí y Tlacopanocha. Pero antes de mediodía las banderas ya habían desaparecido. En Caletilla quedó en pie el señalamiento apócrifo que manos también anónimas instalaron a mediados de abril.

El secretario técnico de la delegación de la dependencia, Héctor Ventura, precisó que ésta no quitó los señalamientos. Mientras que en Caletilla fueron los mismos prestadores de servicios turísticos quienes la retiraron –según afirmaron algunos de ellos que, consultados por reporteros, pidieron el anonimato–, en Tlacopanocha se hablaba de la intención de los pescadores y de que “unas personas que vinieron en moto –supuestos agentes de Gobernación–” retiraron los señalamientos.

En Carabalí el retiro del banderín fue atribuido a algunos prestadores de servicios turísticos, según versión de personas que también pidieron el anonimato.

La acción, sin sustento legal: López Rosas

Respecto a la medida, el  alcalde Alberto López Rosas –entrevistado en el Centro de Convenciones– , dijo que no existe decreto ni normatividad para hacer la distinción a las playas.

Visiblemente molesto, dijo que el ayuntamiento no fue avisado de la operación; “no podríamos aceptar la marginación de la autoridad municipal y por tanto no avalamos esta actitud (de la Semarnat)”.

Por eso, interpretó la medida como “una actitud muy inquietante por la Secretaría para colocar banderas con el propósito de justificar su trabajo”.

Agregó: “La Semarnat a nivel federal no quiere acercamientos con los gobiernos municipales, y sin llegar a una actitud desafiante considero que debemos defender nuestros mares; ahora estamos trabajando y no se puede borrar de un plumazo lo que hacemos”.

En ese contexto, López Rosas defendió las tareas del ayuntamiento para evitar la contaminación de la bahía de Santa Lucía. Mencionó que se evitó que la corriente pluvial generada por las lluvias de los días pasados arrastrara basura a la bahía, aun cuando no pudo evitarse el arrastre de lodos.

En tanto, el gerente estatal de la Comisión Nacional del Agua (CNA), Octavio Mijangos, se deslindó de la instalación de las banderas al declarar que la responsabilidad de la dependencia federal es la construcción de obras necesarias para evitar las descargas de aguas negras o con basura a la bahía.

Recordó que se destinarán 80 millones de pesos para la construcción de plantas tratadoras en Miramar, La Mira y Pie de la Cuesta, además de reforzar la capacidad de captación de la planta tratadora de Aguas Blancas. Informó que el próximo año se podrían canalizar otros 41 millones de pesos para las obras.

Apresurado por concluir la entrevista, Octavio Mijangos aseguró que la CNA tiene coordinación con la Semarnat, pero los resultados que presentó en mayo al alcalde, cuando aseguró que las playas estaban limpias, sólo mide los coliformes y no los enterococos.

Acerca de la difusión de los resultados, dijo tajante: “Yo se lo entrego al presidente municipal y él los difunde”.

Las banderas, buena medida informativa: investigadora

Para la investigadora de la UAG Guadalupe Toache Bertollini, que ha hecho estudios de la calidad del agua de la bahía, la señalización es una buena medida para informar a los turistas. Opinó que ésta no debe causar temor, porque incluso en las playas de Europa es una norma que “no provoca escándalo”, y debe haber madurez para asimilar la información.

La catedrática de la Unidad Académica de Ecología Marina dijo que el concepto de la contaminación está “satanizado”.

Informó que varios investigadores afirman que los coliformes pueden durar de 6 a 10 horas en el mar, y la persistencia de esos microorganismos demuestra que las descargas a la bahía no se han detenido.

Otro de los investigadores de la UAG, Darío Flores Avalos, mostró ayer en el Foro sobre la problemática del agua sus resultados de los muestreos efectuados entre 1999 y 2000.

En esta investigación se demuestra que los índices de contaminación pueden ser revertidos, y que las playas ahora clasificadas como de riesgo sanitario pueden llegar a obtener la bandera azul, como sitios limpios y seguros.

En los resultados obtenidos en 32 estaciones de monitoreo se demostró que durante las temporadas de lluvias  de esos dos años se incrementó el número de coliformes fecales: en junio se detectó el aumento en 25 estaciones; durante julio, en 18 módulos, y en agosto, en 24 estaciones. (Raquel Santiago Maganda).

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