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Bloquean transportistas cuatro horas el bulevar Vicente Guerrero y la Costera contra el Acabús

Karla Galarce y               Mariana Labastida

Transportistas de diferentes bloques de camiones urbanos protestaron ayer contra el proyecto del Acabús en el bulevar Vicente Guerrero y en la Costera, donde estacionaron sus vehículos por más de cuatro horas, mientras que una comisión acudió al Congreso.
En la manifestación participaron los transportistas de los bloques 1 de Costera; 2 de Garita; 3 de Hospital; 4 de Caleta- 1 de Mayo y Cumbres de Figueroa, 5 de la Jardín, además de taxis colectivos amarillos y azules, a pesar de que de éstos últimos las autoridades estatales han dicho que no serán afectados con el proyecto, del cual se dio el banderazo de inicio el pasado 26 de marzo.
Ayer desde las 8 de la mañana unas 300 unidades, la mayoría camiones urbanos, taxis amarillos y rojos, durante 6 horas fueron estacionadas en ambos sentidos del bulevar Vicente Guerrero en la zona suburbana del puerto, en protesta por la construcción del Acabús.
Durante la manifestación los transportistas dejaron sólo dos carriles para la circulación en la principal vía de acceso al puerto.
La acción, explicó el líder del Bloque 5, Gustavo Radilla Leyva, fue parte de una protesta pacífica y simultánea que realizaron los transportistas de los bloques 1, 2, 3, 4 y 5 para exigir al gobierno estatal claridad en la ejecución del proyecto de autotransporte, además de una alternativa para los 2 mil 100 afectados que no podrán ser contratados con el nuevo transporte.
Radilla Leyva detalló que en las mil 500 concesiones distribuidas en cinco bloques se emplean 3 mil choferes y más del 70 por ciento de ellos, que representan unos 2 mil 100, son mayores de 45 años.
Los opositores al Acabús estacionaron sus unidades en ambos sentidos del bulevar Vicente Guerrero, lo que ocasionó un caos vehicular, aunado al tránsito lento por las obras que comenzaron el 26 de marzo pasado en la principal vía de acceso al puerto por carretera; la protesta de los transportistas alentó más el tráfico.
Los concesionarios comenzaron a llegar desde las 8 de la mañana y estacionaron sus vehículos a partir del acceso principal de la colonia Emiliano Zapata. También participaron taxis rojos que se agruparon en el estacionamiento de la tienda Comercial Mexicana.
Los choferes mostraron pancartas en el acceso a Ciudad Renacimiento, a un costado de la gasolinera, y en ellas se podía leer su oposición a la construcción del Acabús y su exhorto al gobernador Ángel Aguirre Rivero para que no les “quite” sus fuentes de trabajo.
Durante tres horas sólo quedaron dos carriles del bulevar, uno en cada sentido y 120 camiones urbanos fueron estacionados en las laterales de la vía.
De acuerdo con Radilla Leyva, los bloques que dejaron de circular fueron los de Hospitales, La Cima, Costera, Vacacional, Garita, La Venta y de la zona poniente del puerto.
Gustavo Radilla indicó que “no estamos en contra de que se modernice el transporte. Los que supuestamente se dicen representantes de los bloques y que firmaron una carta compromiso, ellos no son los representantes de los concesionarios y nadie les ha dado una facultad para firmar y afectar a los concesionarios”.
Consideró que la propuesta del autotransporte es completamente foráneo y que una gran responsabilidad del deterioro en la calidad de los camiones son las mismas autoridades que han fomentado la presencia de “rutas alimentadoras y transportes pirata”.
“No hay una certeza de que el Acabús nos beneficie porque sólo serán beneficiados los empresarios, el gobierno y los inversionistas; en cambio nuestra concesión se van a convertir en una acción que no tendrá valor y los camiones serán reducidos a chatarra”, dijo, y criticó que en la propuesta se va a dejar de lado a los choferes mayores de 45 años.
Radilla Leyva admitió que existe una saturación de transporte, pero que son mil 500 concesiones de camiones y han aumentado las de camionetas y otro tipo de transporte.
Reprochó que ninguna autoridad estatal ha hablado de quién se hará responsable de los choferes que han dedicado su vida al volante. “Quién les va a pagar su antigüedad y de cada concesión dependen de tres a cuatro familias. ¿A dónde los van a botar? Hay un buen número de operadores que ya no van a poder competir con esa empresa porque ya son mayores de 45 años, ellos traen todo y a los operadores los traen de la ciudad de México, a los de aquí se van a quedar desempleados. ¿Quién va a pagar los ingresos que les dejan los camiones a las familias? ¿quién va a pagar las liquidaciones? ¿quién se hará responsable? nadie se quiere hacer responsable”.
Agregó que el Acabús afectará a mil 500 choferes y consideró que de cada unidad dependen 25 familias, mientras que el nuevo sistema únicamente generará 100 nuevos empleos.

La protesta en la Costera

Por su parte, choferes y concesionarios de la ruta Caleta-Base, pertenecientes al Bloque 1 y 4 de camiones urbanos, se manifestaron por más de cuatro horas en la Costera, frente al Asta Bandera, en contra del proyecto del Acabús.
Los transportistas se retiraron a las 12:30 del día en caravana al Zócalo, después de que les informaron que una comisión de ellos sería recibida por autoridades estatales.
Unos 30 camiones fueron estacionados a lo largo de la avenida de las 8 de la mañana a las 12:30 del día, obstruyendo en algunos tramos dos carriles de la vía, lo que provocó tráfico vehículos. Los conductores de los mismos y concesionarios se plantaron en la entrada principal del parque Papagayo para protestar en contra del Acabús.
Con pancartas fluorescentes los choferes manifestaron su inconformidad al proyecto: “exigimos solución al transporte, no la extinción”, “quienes serán los responsables de la liquidación y las demandas de los chóferes”, preguntaban en otra cartulina, mientras que en otras exponían su total rechazo, “no al Acabús porque dejan familias sin empleo”.
Uno de los choferes, que sólo dijo llamarse Alberto, comentó que ellos trabajan entre 10 y 12 horas a diario para llevarse a casa entre 200 y 300 pesos.
Indicó que en su caso lo que gana es para ayudar en su casa, donde son seis hermanos y teme que se quede sin trabajo; “han de querer que nos vayamos con la delincuencia organizada o andemos asaltando el Acabús”.
Irán Torres, quien es chofer y concesionario, reprochó que el gobierno del estado les dé la información del proyecto por partes, sin que les expliquen qué pasará con los camiones y los conductores.
Con los ojos llorosos, una concesionaria de nombre Cecilia dijo que está en contra del Acabús porque le quitarían “su vida”, pues se mantiene de las cuentas de su permiso de un camión urbano y de taxis colectivos; “nos van a quitar todo y no nos dicen cuánto nos van a dar o cómo”.
Luego de que les informaron que una comisión sería recibida por autoridades estatales en Chilpancingo, los transportistas salieron en caravana del parque Papagayo al Zócalo, donde se dispersaron para trabajar y sacar la cuenta del día.
La pavimentación con concreto hidráulico  por donde transitará el Acabús costará mil 700 millones de pesos y las obras comenzaron el pasado 26 de marzo en el bulevar Vicente Guerrero.
Se tiene previsto que la primera etapa del proyecto comience a operar en marzo de 2013, con la inclusión de cinco rutas principales en las que circularán más de 60 autobuses que transportarán hasta 207 mil personas a diario.

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