Cruz Azul, eliminado de la Libertadores

Staff  / Agencia Reforma

Asunción

Cruz Azul murió en la Copa Libertadores sin siquiera dar pelea. Obligada a anotar para avanzar de Fase, la Máquina perdió 2-0 (3-1 global) ante el Libertad de Paraguay este martes en el Estadio Nicolás Leoz, en un duelo de vida o muerte no sólo porque era el único torneo que le quedaba, sino también por la cantidad de elementos del plantel que culminan contrato.
A partir de hoy, el tema será la finalización del contrato de Enrique Meza, Alberto Quintano, Emanuel Villa, Alejandro Vela y Fausto Pinto.
El discurso de morirse en la cancha, de dar pelea y ser un cuadro competitivo quedó sólo en eso. A los guaraníes les bastaron tres tiros libres en la serie para consumar su pase a los Cuartos de Final.
Con todo y Jesús Corona en la cancha, pese a la conmoción cerebral de hace una semana, el equipo mexicano mordió el polvo.
Fueron determinantes las desatenciones en la táctica fija. Primero porque Gerardo Flores perdió la marca de José Núñez al 9’ y al jugador le bastó con cabecear pegado al poste izquierdo para superar al guardameta cruzazulino.
En el complemento, al 50’, Víctor Cáceres consiguió el segundo tanto al rematar en el área chica, sin defensas que le estorbaran y aprovechando que Corona se amarró en el arco.
Además de esas acciones, la desconcentración en Cruz Azul fue evidente. En el primer tiempo Emanuel Villa mandó el balón hasta su portero en el intento por estrellarlo en un rival, Javier Aquino tomó el balón con la mano antes de que saliera por la línea de banda hacia el final del partido.
Además, los Celestes no pudieron hilar pases, carecieron de profundidad y su mejor llegada la produjeron hasta el 45’, con todo y que ellos eran los obligados.
Los paraguayos ganaron con el sello de la casa, apretando, cerrando los espacios, muriéndose en la raya, a diferencia del equipo mexicano que distó de ser ese cuadro combativo de hace una semana frente al América.
Tanto Villa como Omar Bravo no pesaron y cedieron su lugar a Javier Orozco y Edixon Perea, quienes entregaron los mismos resultados.
Fue Jesús Corona, otra vez, el más rescatable al salvar al equipo en un par de acciones mano a mano, aunque al final de nada sirvió porque Cruz Azul jamás exigió a fondo al guardameta Rodrigo Muñoz, porque al final pareció mera palabrería el dicho de que jugarían a morir para que este no fuera el último partido de la era de Enrique Meza.