Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Arraigan a dos judiciales implicados en el homicidio del molinero de la Jardín

* Resultado de pesquisas de detectives privados

Alfredo Mondragón * La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) arrestó y arraigó a los agentes de la Policía Judicial del Estado (PJE) Francisco Martín Bertiz Lara, alias El Vaquero, y Sulpicio López Lozano, alias El Pichu, por el asesinato del industrial de la masa Alfredo Bello Navarrete, ejecutado por presuntos narcotraficantes de cinco balazos en la cabeza la madrugada del 4 de mayo.

El juez quinto de lo penal, Edmundo Román Pinzón, autorizó ayer por la mañana la orden de arraigo domiciliario a los dos agentes, que estaban bajo las órdenes del comandante de la PJE en la colonia Jardín, Ricardo Camacho Mondragón, quienes permanecerán aislados en una casa de seguridad de la Procuraduría, ubicada por el poblado de Pie de la Cuesta.

Fuentes de la PGJE indicaron que Sulpicio López, El Pichu, habría sido quien dio un pistolazo en la cabeza a Bello Navarrete cuando entraba a la casa, y que Martín Bertiz, El Vaquero, habría sido el ejecutor y quien trasladó el cuerpo a bordo de un taxi, y lo tiró en la colonia Jardín Azteca, cerca de la calzada Pie de la Cuesta, en el punto conocido como La Frente del Diablo.

El arraigo se efectuó a raíz de que la madre del molinero, Adela Navarrete Salas –en conferencia de prensa acompañada de la viuda, Claudia Sotelo Toledo–, reveló que contrató investigadores privados de la ciudad de México, quienes hallaron que el crimen de su hijo se perpetró en una casa donde se vende droga, y que estaban involucrado dos policías judiciales, a quienes el comandante Ricardo Camacho no quiso detener.

Adela Navarrete envió una carta al procurador de Justicia, Jesús Ramírez Guerrero, copia de la cual posee El Sur, en la que afirma que sus detectives, tras interrogar a vecinos, encontraron que el judicial Bertiz Lara, El vaquero, el día del asesinato estaba en el interior de la casa donde torturaron a Alfredo Bello, y que Sulpicio López, El Pichu, estuvo vigilando que nadie se acercara.

En el documento, Adela Navarrete revela al procurador que en la casa donde asesinaron a su hijo se dedican a la venta de droga, y que la PJE de la Jardín y el Ministerio Público, en la inspección ocular “encontraron armas y droga, que no fueron puestas a disposición de la Procuraduría General de la República”, y que la motocicleta de su vástago tampoco fue puesta a disposición de la autoridad ministerial.

La madrugada del 4 de mayo, Bello Navarrete fue ejecutado de cinco balazos calibre 9 milímetros en la cabeza, y su cuerpo fue tirado en la calle Chicozapote de la colonia Jardín Azteca, frente a la tortillería Don Pepe, amordazado, atado de manos y pies, en el lugar conocido como La Frente del Diablo de la calzada Pie de la Cuesta.

Por este crimen, la Procuraduría de Justicia detuvo a los presuntos distribuidores de droga Rubén Rivera Hernández, de 28 años, alias El Pelos; Brando Solano Ayala, de 21 años, alias El Bote, y Fernando Bello Solís, de 29 años, alias El Topo, quienes ante reporteros aceptaron haber sido copartícipes pero ante el juez se retractaron.

468 ad