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No hubo recomendación formal del INAH para detener las obras en el Centro Altamirano: UAG

La delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado, no presentó recomendación ni estudio por escrito para no demoler el edificio de la ex Rectoría, afirmó el coordinador general de Extensión Universitaria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Confesor Díaz Terrones.
El funcionario afirmó que la delegación del INAH en Guerrero sólo trató de impedir demolición del edificio y la construcción del centro cultural Ignacio Manuel Altamirano, que para su edificación fueron asignados más de 8 millones de pesos por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el gobierno estatal y la UAG.
Abundó que la decisión de derribar el edificio de la ex Rectoría, ubicado en la calle Abasolo en el centro de Chilpancingo, fue tras el estudio que realizó el ingeniero Roberto Arroyo Matus, quien determinó la demolición porque las paredes y cimientos del edificio no tenían soporte y se podrían colapsar.
Díaz Terrones reiteró que algunas de las puertas y vitrales que tenía el edificio, están siendo recuperadas y podrían integrarse al nuevo inmueble, que comenzará a construirse una vez que culminen los trabajos de demolición.
El edificio, que data de 1940 y que es de estilo colonial, fue sede por 18 años de la Rectoría de UAG. Después de las lluvias de 2012, donde el techo de este centro fue demolido por la filtración de agua, las obras fueron paradas por la intervención del INAH, que señaló el valor del edificio. (Jacob Morales Antonio / Chilpancingo).

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