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Han destrozado el país los 25 años de proyecto neoliberal, dijo el obispo Vera López en Taxco

*Los gobernantes son verdaderos mayordomos, achichincles, carga-portafolios de los grandes capitalistas”, dice el clérigo

El obispo Raúl Vera López se mostró en el corazón taxqueño con total desparpajo, sin limitación ni censura, con un discurso que caló hondo en la plaza pública y en el interior de Santa Prisca en solidaridad con los mineros, el pueblo y en contra del abuso del poder, la impunidad y la corrupción.
En su introducción resumió así el panorama nacional: “compañeros, este país está hecho pedazos. 25 años, por no decir mucho más, de proyecto neoliberal lo han destrozado. Han gobernado gobiernos panistas y priistas, como diría salvador Allende, entre la razón y por la fuerza, el Estado de derecho ha desaparecido, borrado a plomazos de injusticia”.
Ante los golpes a la clase trabajadora, como en el caso de los mineros o los electricistas, criticó: “Vivimos en un México donde los gobernantes son verdaderos mayordomos, achichincles, carga-portafolios de los grandes capitalistas; para esos trabajan. No han vendido a sus madres porque sus madres no cotizan, nadie da nada por las madres de esos hijos, son capaces de las mayores aberraciones”.
Citó los casos de conflictos en las compañías de aviación, con la destrucción de ferrocarriles, de dar el monopolio a otros de las empresas del pulpo camionero, y siguió en su cuestionamiento hacia las gobernantes para decirles de frente a los mineros y distintas organizaciones sociales que “son capaces de pisotear, engañar, darle la vuelta  a la ley y, todo ello, aceitado por la corrupción”.
Aseveró que en el país “la corrupción recorre, como si fuera un zopilote, los cadáveres del aparato del Estado, (con) los dineros ocultos, los dineros extraños, la lana por debajo de la mesa”.
Vera López sostuvo que se han perdido palabras como el honor, “la borraron del pinche diccionario, compraron todos los diccionarios que había en México y ¡órale! con un pinche plumón, tachando la palabra honor; la palabra patria, ¿cuál patria?, vemos al gobierno de (el presidente) Peña Nieto en plena operación de entrega de los intereses nacionales de la minería, la electricidad y el petróleo a empresas transnacionales”.
¿Cuál patria?, preguntó y, enseguida, arremetió: “la única patria que tienen es la que traen en el bolsillo. Hay palabras que nos han quitado, una a una, y son palabras que son fundamentales para construir un país. Sin embargo, y voy a ser breve porque no hay nada que me moleste más con los mítines porque empiezan con 2 mil y terminan con 300 con cara de aburridos, no hay nada más importante que ganar la primera batalla.
“La primera batalla está aquí: si (los gobernantes y empresarios) los convencen de que son inmortales, interminables, incombustibles, ya nos fregamos, porque entonces no tenemos la energía y la fuerza para enfrentarlos. Si ganamos esa primera batalla y decimos no son eternos, no nos lo merecemos, no hemos hecho nada para vivir castigados por las lacras del abuso del poder, la ilegalidad, la corrupción; si ganamos esa primera batalla, damos un paso adelante”.
En la segunda batalla, Monseñor Vera López dijo que hay que construir, lo más rápido posible un proceso unitario “que nos lleve a combatir todas las reformas neoliberales, todos juntos contra todo el proyecto de destruir la nación”, de las que enumeró los monopolios de la televisión, la defensa de
los derechos de las comunidades ante el abuso minero o los problemas del agua.
A los gobernantes y empresarios, advirtió que “el día que nos hagamos uno, que se pongan a temblar, porque sí hay algo claro, nos hemos ganado el derecho a lo largo de años y años de lucha social, a acabar con este régimen de injusticias, ya nos lo ganamos. Es más, nos lo merecemos, como se lo merecen absolutamente los mineros de Taxco, triunfar en esta huelga”, auguró y conminó a todos los presentes a ir a la misa que ofició con un lleno entre un sermón y discurso que se desarrolló con plena libertad, con verdad y con justicia en un recinto religioso al cumplirse siete años en huelga. (Claudio Viveros Hernández / Taxco).

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