Abuchean empleadas al alcalde Saúl Alarcón en el festejo a las madres

 * Se molestan trabajadoras del ayuntamiento por la pichicatez del alcalde t Les dan dos tacos de huevo guisado y un vasito de refresco t Tampoco hubo rifa de electrodomésticos

 Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo * Primero fue un tímido y anónimo “buuu”, que fue casi imperceptible por el alcalde, quien siguió con su intervención, evidentemente desaprobada por la mayoría de las trabajadoras asistentes al festejo por el Día de las Madres. Después la protesta se generalizó.

No fue tanto el discurso lo que molestó a las madres trabajadores municipales; fue el mal trato, la desatención, la pichicatez de las autoridades municipales, quienes con un platillo cuyo contenido fueron en algunos tres, en otros sólo dos tacos para las primeras mamás que llegaron y a las últimas apenas el vasito con refresco les llegó. Así festejó el Cabildo el Día de las Madres.

Dos días antes las habían invitado al ágape y a las mamás trabajadoras les sorprendió que el lugar de la cita fuera el salón de sesiones del propio Palacio Municipal. Hace un año el festejo fue en el restaurante Los Cedros en donde comieron Puntitas de Filete.

Sin embargo no dieron mucha importancia al hecho y hoy a partir de las 10 de la mañana –hora de la cita– de una en una o en grupo “para no llegar solas”, fueron ocupando sus lugares en el salón de Cabildo, sin embargo fue hasta las 12 del día cuando comenzó el evento con la llegada del alcalde Saúl Alarcón Abarca, acompañado de casi todo el Cabildo.

Visiblemente de mal humor la directora de Relaciones Públicas, Ignacia Reyna Aguilar, empezó a distribuir los platos desechables con 3 tacos de huevo guisado en salsa y su respectivo vaso de refresco. Posteriormente se percató que las madres eran más que los tacos y disminuyó a dos tacos por plato, pero no todas las mamás tuvieron suerte, a las últimas sólo les tocó un vasito de refresco.

El alcalde empezó a hablar cuando el malestar aumentó por el sofocante calor y porque, –a diferencia de otros años–, hoy no hubo rifas de refrigeradores, estufas, hornos de microondas, esta vez sólo se sortearon algunas licuadoras y planchas y se distribuyó una despensa cuyo contenido es 1 kilo de arroz, otro de frijol, una bolsa de pasta para sopa y dos masa Minsa.

La inconformidad explotó finalmente. El “buuu” inicial se generalizó y decenas de manos comenzaron a golpear las butacas, algunas mamás utilizaban los platos y los vasos desechables para aumentar el ruido. El alcalde, aparentando serenidad, seguía hablando pero casi nadie entendía porque del abucheo las mamás, en coro, empezaron a exigir: “bono, bono, bono…”.

Después se sabría que los mil 500 pesos de bono que anualmente reciben las empleadas por el Día de las Madres, esta vez los recibirán en emisiones de a 500 pesos.

Un grupo se organizó y por escrito exigieron al alcalde que el bono sea entregado en un solo pago como lo han recibido en años anteriores.

El “festejo” terminó. Muchas de las madres, decepcionadas, protestaban y criticaban entre sí el evento.

“En el DIF estas despensas las consigo por un peso” –dijo la señora Carmen Mora y visiblemente enojada abrió la cajita de cartón para mostrar a un reportero el contenido de su “obsequio”.