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Presentan a gatillero como el homicida del comandante Reynaldo Lozano Cruz

 * Ha asesinado al menos a siete personas, dice el delegado de la Procuraduría, Efrén Suástegui Mayo * Recibió 30 mil pesos por ejecutar al judicial, asegura * Faltan tres copartícipes y los autores intelectuales, indica el funcionario * La detención, con base en retratos hablados elaborados por Servicios Periciales y el testimonio de testigos presenciales, indica * “Yo no lo maté”, dice el detenido a los reporteros

 Alfredo Mondragón * A 13 días de la ejecución del comandante de la Policía Judicial del Estado en Ciudad Renacimiento, Reynaldo Lozano Cruz, ayer la Procuraduría General de Justicia presentó a un gatillero a sueldo como el autor material del crimen, e informó que faltan al menos tres copartícipes por detener y los autores intelectuales.

Sin embargo, el presunto homicida aseguró a reporteros de la fuente que “me golpearon judiciales; me detuvieron en el Zócalo; yo no maté al comandante; si yo hubiera sido no lo negaría”; aunque no tenía huellas de tortura.

Se trata de Ramiro Sánchez Ramírez, de 46 años, originario de la comunidad Tixtlancingo, municipio de Coyuca de Benítez, quien, según la Procuraduría de Justicia, recibió 30 mil pesos por ejecutar al comandante Reynaldo Lozano la mañana del 25 de abril en el bulevar José López Portillo.

El gatillero a sueldo hace tres años salió del penal de Chilpancingo, donde estuvo preso dos años por el delito de homicidio en agravio de Saturnino Hernández González, según el archivo criminalístico de la  Procuraduría de Justicia.

Pero también se hace llamar Teófilo Ceballos Gallegos y dice ser chofer de una combi del servicio público que cubría la ruta Cruces-Bejuco, con domicilio en la calle Eduardo Mendoza, del barrio El Pozo de la Nación, en el centro de la ciudad.

La Policía Judicial del Estado impidió que reporteros de El Sur entrevistaran al detenido argumentando que se trata de un “matón” y para “no alertar al resto de los involucrados”, pero no explicaron cuándo fue arrestado ni el lugar.

El detenido fue puesto a disposición del agente del Ministerio Público de la colonia Zapata, Jorge Rafael Reyes Serrano, y ayer por la tarde rindió su declaración ministerial y será trasladado al penal en el transcurso de la noche.

Trascendió que el detenido habría sido el conductor del vehículo tipo Phantom, color gris, que habría sido detenido brevemente por agentes de Tránsito al brincar un camellón, pero liberado precisamente porque dijo que el coche era del comandante Reynaldo. El sicario huía rumbo a Kilómetro 30.

En conferencia de prensa el delegado de la Procuraduría General de Justicia en Acapulco, Efrén Suástegui Mayo, dijo que el detenido tiene tres órdenes de aprehensión de los jueces primero y segundo, con sede en Chilpancingo, por los asesinatos de al menos siete personas.

El funcionario explicó que la detención de uno de los autores materiales del asesinato del comandante Reynaldo Lozano se efectuó con base en los retratos hablados elaborados por el departamento de Servicios Periciales y el testimonio de testigos presenciales.

El detenido cuenta con una orden de aprehensión girada por el juez primero con sede en Chilpancingo por el delito de homicidio en agravio de Domingo Cuenca Regino y coagraviados, integrado en la causa penal 61/93.

Otra orden de aprehensión girada por el juez primero de Chilpancingo por el mismo delito en agravio de Cornelio Teresa Vargas, según el expediente 055II/97; y otra por el juez segundo de Chilpancingo por homicidio en agravio de esa misma persona.

El ex jefe de la judicial, Reynaldo Lozano, fue ejecutado de dos balazos en la cabeza el 25 de abril cuando se dirigía a su comandancia de Ciudad Renacimiento. Estaba en el carril de alta velocidad del bulevar José López Portillo a bordo de una camioneta marca Honda tipo Odissey, vehículo que se encuentra retenido en la delegación de la PGJE.

El sicario aprovechó cuando la camioneta estaba detenida ante el semáforo ubicado entre el banco Santander y el hospital del IMSS, y tras recibir los disparos el comandante perdió el control de la camioneta automática. Pisó el acelerador, brincó el camellón y se impactó con el costado de un camión torton de mudanzas que estaba estacionado frente a El Pollo Feliz.

Treinta minutos después del tiroteo llegó la esposa del comandante, Delia Jaramillo Morales, y sostuvo un altercado con el comandante Silvino Rafael Salinas Orbe porque ella alteró la escena del crimen al recoger las pertenencias de su esposo, como la pistola, alhajas y documentos personales.

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