Una tía de René Juárez confirma que el Pensión Guerrero lo opera el PRI

 * Carmen Juárez López se queja por no haber aparecido en las listas * Señala al miembro del CDM priísta, Manuel Santos, y al seccional Alfredo Leyva

 Ricardo Castillo Díaz * Vino a ser una tía del gobernador René Juárez Cisneros la que confirmó que el programa estatal Pensión Guerrero, es operado por el PRI. Por “líderes corruptos del PRI”, señala Carmen Juárez López con sus propias palabras.

Morenita igual que el sobrino. Ella, humilde, de vestido sencillo, bajó de la accidentada colonia Francisco Villa, para estar desde temprano en el centro de convenciones. Prepotente que se diga, no es. Con otra de sus parientes, Eva Cortés Juárez, de La Venta, que algún parentesco también deberá tener con el gobernador, hizo fila durante cinco horas. Eternidad bajo el sol.

Doña Carmen Juárez López tiene la camiseta del PRI bien puesta y por eso desea que su partido cambie. “No, así con esos chingados líderes que tenemos, pues no”, truena la mujer. Acusa directamente a Manuel Santos, nada menos que uno de los integrantes del Comité Directivo Municipal del tricolor en Acapulco, y ex candidato a regidor en el primer intento de Ernesto Rodríguez Escalona por la alcaldía porteña. Santos, dice la tía Carmen, y el sempiterno líder seccional de la Francisco Villa, Alfredo Leyva Rodríguez, fueron los que la anotaron en la lista para solicitar su pensión.

En el centro de convenciones el gobernador fue buscado por la tía. No lo encontró y tuvo que conformarse con ver al secretario de Desarrollo Social, Heriberto Huicochea, a quien le entregó una carta “para René”, como familiarmente llama Carmen Juárez López al Ejecutivo estatal.

“En nuestras colonias, los líderes priístas Alfredo Leyva Rodríguez y Manuel Santos, nos dijeron que si nos anotábamos con ellos nos iban a dar el apoyo más rápido”. Estas son las primeras líneas de la carta. Las primeras nada más.

Carmen cuenta que al tocarle su turno en la larga cola para revisarse en las listas de los beneficiarios del Pensión Guerrero, le informan que en la computadora su nombre “sí aparece”, pero con los apellidos invertidos, lo que de inmediato la descarta para recibir su cheque.

A su pariente Eva Cortés Juárez, por su parte, le dicen que ni siquiera se recibieron documentos de ella para dar trámite a su pensión.

“Nos engañaron”, reclama doña Carmen al visitar la redacción de El Sur. Y no es la primera vez, recuerdan. Porque hace un año, cuando fue el 10 de mayo, el entonces candidato del PRI a alcalde, Ernesto Rodríguez Escalona les prometió unas despensas. “Sí las mandó Ernesto, pero Alfredo (Leyva, el seccional) se las quedó todas, no repartió ni una”, asegura la tía Carmen.

“Nosotras al igual que todos los vecinos de nuestras colonias nos confiamos, y por eso les entregamos copia del acta de nacimiento, de la credencial de elector, del INCEN (sic) y dos fotografías para apuntarnos en el programa Pensión Guerrero”, narran en la carta al gobernador, que en el mismo centro de convenciones les ayudó a teclear algún capturista de los que atendieron a los adultos mayores que acudieron este miércoles.

“Dichos documentos tuvimos que sacarlos dos veces porque los líderes nos dijeron que los habían perdido, así que dimos más vueltas y gastamos más dinero para conseguir otros papeles”, agregan en el documento.

Carmen y Eva continúan: “Cuando escuchamos en la radio que usted iba a dar el dinero, fuimos a casa de los líderes, pero nos dijeron que no habíamos salido sorteadas y que por eso no nos iban a dar el dinero”.

“Venimos al Centro de Convenciones para ver qué posibilidad había de recibir el dinero, pero nadie nos supo dar razón. Incluso algunas muchachas que coordinaban el evento cambiaban los nombres en ese momento, que porque se habían equivocado al momento de pasarlos a la computadoras.

“Sr. Gobernador, nadie nos supo dar razón de qué pasó con nuestra pensión, estuvimos cinco horas en una larga fila con el sol fuerte, en donde nos dijeron que sí y a la mera hora no nos dieron nada.

“Señor gobernador, ya estamos cansadas de tantas vueltas y ya hemos gastado el poco dinero que teníamos para estarnos trasladando. Le pedimos que nos dé nuestra pensión y castigue a los líderes corruptos del PRI que nos perdieron nuestros papeles. Atentamente…”. La tía Carmen firma con algo parecido a un pescadito. La pariente no sabe escribir y puso su huella.