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Adultos mayores buscan ilusionados sus nombres en las listas del Palacio Federal

 * Cada uno tiene una vida que contar * De la A a la N, unos 7 mil aceptados y unos mil rechazados por falta de documentos * Los que quedaron fuera deberán volver el 12 de mayo con los papeles faltantes, informan

 Nelly Bello * “Fui cocinera, pero ahora las reumas no me dejan ni lavar trastes”, dice doña Irene Martínez Reséndiz, de 71 años, quien recuerda perfectamente los nombres y las calles de los negocios donde se empleó como cocinera.

No sabe leer ni escribir, y nunca tuvo un trabajo donde recibiera Seguro Social o ISSSTE, que ahora la beneficie con una pensión.

Ayer estuvo en las oficinas de Copladeg en el Palacio Federal para que el personal del gobierno del estado buscara su nombre en las listas oficiales de Pensión Guerrero. “Sí estuvo” (el nombre), dijo al salir la ancianita que quedó viuda hace algunos años y sin hijos, por lo que ahora vive arrimada en un cuarto que le presta una sobrina.

Es originaria de Tecpan y aunque de niña intentó estudiar como sus amigas, su padre la sacaba de la escuela para que mejor se dedicara a la casa, “para que encontrara marido”. Pero cuando llegó a Acapulco intentó retomar el estudio para aprender a leer y escribir. “Me metí a la nocturna, pero duré un mes nada más”, recuerda.

Ahora, sin marido y sin hijos, doña Irene metió sus papeles a Pensión Guerrero; en el día cuida a una pequeña que asiste al kinder, pues aunque antes fue cocinera, hoy por las reumas no puede ni lavar los platos.

Sincera, la ancianita dijo que en la reciente elección votó por Alberto López Rosas para presidente municipal, pero en las elecciones federales que se acercan está indecisa: “no sé, ahora es el interés y la necesidad”.

Como la señora Irene Martínez, las historias de los beneficiarios se asemejan. Adrián Barbosa de 76 años, fue uno de los albañiles que participaron en la construcción del Palacio Federal, “cuando todo era casitas de teja”, recordó.

Pero don Adrián no tuvo suerte. No fue aceptado para recibir el primer pago de manos del gobernador hoy por la mañana, pero le pidieron que vuelva el 12 de mayo, pues sólo hacía falta que entregara alguna documentación.

Los viejitos llegaron solos. Algunos, con el soporte de algún familiar joven, pero todos subieron las escaleras que conducen al primer piso del Palacio Federal para llegar a las oficinas del Copladeg y checar las listas. Si aparece el nombre, su estancia es rápida, salen sonriendo y con la promesa de que en actos en el centro de convenciones hoy, mañana y pasado mañana, recibirán de manos del gobernador René Juárez el primer pago.

Antonio Cruz, de 80 años, fue músico de profesión; se dedicó a tocar el guitarrón. Pero ahora debe esperar a ser aceptado por Pensión Guerrero para lograr sobrevivir, porque el encargado de recibir los documentos en La Mira no le dijo que hacían falta algunos papeles. Antes votaba por el PRI pero en recientes años lo hace por el PRD, según dijo.

Cada uno sale de las oficinas expuestas a la mirada de quien pasa, pues hay sólo cristales que separan los cubículos del pasillo.

Daniel Cortés, de 65 años, se dedicó a la albañilería, y ayer salió resignado, pues fue rechazado por perder el acta de nacimiento. Forma parte del sector abstencionista del padrón electoral.

Rufo Meza Chavelas, de 70 años, fue albañil que nunca tuvo pensión social, pero con el gobierno estatal logró el beneficio de Pensión Guerrero. Siempre ha votado por el PRI y en las próximas elecciones lo haría sin duda.

Don Alfonso Castro, de 82 años, se dedicó a manejar un camión urbano, ahora tiene dificultades para escuchar. Resultó beneficiado por Pensión Guerrero, pero desconocía el lugar donde recibiría el primer cheque. “¿Dónde es el salón Teotihuacan?”, preguntó, y al saber la ubicación del centro de convenciones entendió.

Aunque tiene su credencial de elector, no ha votado, pero lo hará en la próxima elección para actualizar la información del IFE, pero su sufragio será por el candidato que le simpatice, “no por el partido” político.

Alberta Lorenzo Medina, de 82 años, vive en Lomas de Chapultepec, y desde jovencita se dedicó al hogar y a cuidar chivos, pollos y puercos. Aunque su compañero murió hace un año “y siempre pensé que nos iríamos en parejita”, se muestra fuerte y bromea sobre su edad: “Soy jovencita; todavía no me salen ni los dientes”. No es asidua a las casillas de votación; desde hace tiempo no vota.

Don Teófilo Herrera, de 69 años, se dedicó a peón de albañil y salió contento de las oficinas de Copladeg porque lo aceptaron en el programa. Su voto lo da al PRI o al PRD, depende del candidato. Su esposa, Dominga Nava Analco, de 69 años, no resultó beneficiada, pero tradicionalmente ha votado por el PRI, por lo que espera que reconsideren su caso.

Doña Francisca Arroyo, de 60 años, quien desde joven se dedica al hogar, acudió a las oficinas de Copladeg, pero su mañana fue improductiva porque no salió en las listas; fue rechazada por no tener al menos 65 años, por lo que aunque siempre votó por el PRI, “ahora me quedo desilusionada”.

El encargado del módulo I de Pensión Guerrero, Alfredo Suástegui Moreno, dijo que quienes recibieron la invitación para regresar el 12 de mayo sólo tendrían que entregar los documentos que faltan. Explicó que por ahora no se hace ese trámite porque el personal se dedica de tiempo completo a la entrega de recursos.

Indicó que entregaron a las 120 comisarías y delegaciones municipales los listados con los nombres de los ancianos que serán beneficiados para que se trasladen a la ciudad a cobrar.

En el listado aparecen cerca de siete mil ancianos beneficiados con apellidos de la A a la N, y casi mil personas en la lista de beneficiarios con documentos faltantes, como el acta de nacimiento, credencial de elector, constancia de residencia o comprobante de domicilio.

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