Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Con un abrazo solidario para María Cristina García Cepeda.

Condecora Cuba a Eraclio Zepeda

Esta semana, en La Habana, a donde viajó acompañado de su inseparable Elva Macías, Eraclio Zepeda recibirá la condecoración  Cincuenta Aniversario de la Revolución. La presea le será entregada al escritor mexicano por Miguel Barnet, presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, la UNEAC, agrupación de la que el mismo Zepeda fue cofundador. Laco fue de los mexicanos que marcharon solidariamente a la Gran Antilla en los primeros tiempos de la revolución castrista. Allá, el chiapaneco fue profesor de la Universidad de Oriente y en esa estancia publicó Acela, poema de amor; una Elegía a Rubén Jaramillo, el líder campesino asesinado en Morelos durante el sexenio de Adolfo López Mateos; y Compañía de combate, diario poético de los días de la invasión en la que Zepeda tomó las armas en defensa de la revolución isleña y tuvo a su mando una Compañía Especial de Combate en Santiago de Cuba durante los días de la invasión mercenaria a Playa Girón. De modo, pues, que hay varias y buenas razones para que el autor de Benzulul reciba esta distinción.

Contrademandan a Mario Marín

Como informó esta columna, en noviembre el juez Julián Enríquez Escobedo desechó la demanda por 500 mil pesos de Mario Marín contra Jorge Meléndez porque según el Góber Precioso los artículos del periodista dizque le causaban daño moral a su imagen, honra y nombre (je, je). Con la famita del ex mandatario poblano, la demanda era improcedente, pero se trataba de meter al colega en el laberíntico trajín de burocracia y barandilla para obligarlo a gastar dinero que no tiene quien vive honestamente de su oficio. Por fortuna, Meléndez contó con el apoyo de Mariano Albor, un recto abogado al que no espantan los influyentes, y ahora ambos han decidido contrademandar a Mario Plutarco Marín Torres –quien ahora busca ampararse en el fuero de una senaduría– y exigirle “el pago de los gastos y las costas” de un juicio en el que “invocó causas y razones jurídicas de manera temeraria y frívola”, pues se trata de sentar precedente porque los poderosos y arbitrarios “no pueden hacer lo que les venga en gana y seguir en la vida como si nada”.

Sáizar, una gestión de pelos

Entrevistada por Silvia Isabel Gámez, Consuelo Sáizar le dijo: “Quien te haya dicho que tengo muy mal carácter te habrá dicho también que soy muy austera y muy escrupulosa de los usos del servicio público”. En efecto, la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes –dice la entrevistadora—“dirige a sus funcionarios como si fueran un coro: uno apunta, otro agrega, aquel precisa”. Sáizar advierte a sus subordinados: “no me mientas, no decidas por mí y no me administres la información. En cuanto te enteres de cualquier cosa, me informas”. Habla de uno de sus principales proyectos: la digitalización de los acervos mediante la creación de tres grandes cerebros electrónicos de papel, imagen y sonido (¿Tres memorias? ¿Tres megacomputadoras?). “Quiero trabajar –agrega— en la infraestructura, en la preservación de la memoria y en la difusión, porque una convoca, la segunda preserva y la tercera democratiza”. Menciona que de 2006 a 2012 el gasto de operación de Conaculta habrá bajado de 75 a 41 centavos de cada peso, mientras que la inversión aumentó de 25 a 59, pues se trata de dejar el testimonio que sólo ofrecen las obras materiales. Por eso le pregunta a la reportera acerca de su gestión: “¿Qué vas a recordar tú: que bajé el gasto de operación o que remodelé la Cineteca?” Concluye: “Lo que más me critican es que no me peino. Si me molestara ya me hubiera peinado”.

El director del Centro de las Artes

Víctor Manuel González Esparza, nuevo director general del Centro Nacional de las Artes, quien fue director del Instituto Cultural de Aguascalientes (2004-2010). Es maestro en historia de América por el Instituto Mora y doctor en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Tulane, EU. Ha sido investigador del CIDE, director del Museo Regional de Historia, del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Aguascalientes,  y director del Centro INAH en esa entidad. Es autor de los libros Jalones modernizadores. Aguascalientes en el siglo XX, Cambio y continuidad. La revolución mexicana en Aguascalientes, Estado de bienestar. Familia y pobreza en México, Arte e identidades en México. Ensayos sobre la historia cultural del arte y José Guadalupe Posada o la invención de una tradición.
Durante su gestión al frente del Instituto Cultural de Aguascalientes se creó la Universidad de las Artes del estado. Buenos antecedentes, sin duda.

Tierra Adentro, bien, pero…

Dirigida por la talentosa Mónica Nepote, la revista Tierra Adentro publica buenos textos y pone el acento en los lectores jóvenes, lo que está muy bien. En la más reciente entrega aparece una encuesta sobre diseño y aprovechamos para meter nuestra cucharota donde nadie nos llamó. La publicación tiene como diseñador a Javier Alcaraz y como “asesor de diseño” (¡?) a Leonardo Vázquez. Como sucede con frecuencia, en el afán de originalidad se cae en excesos. Por ejemplo, las cabezas aparecen con los patines pegados, lo que les resta legibilidad y crea una dificultad innecesaria al lector, más aún si los tipos se ponen sobre una plasta gris, como en la página 30, o con tintas encimadas, como en la 79. Pero la mayor deficiencia está en que teniendo color en todos los pliegos éste se emplea como mero adorno y no como parte de la concepción visual que debe regir todo el trabajo de diseño. Dicho de otra manera, es una revista en blanco y negro a la que se agregan fotos, dibujos, tipos y detalles en colores. De la autoría del fotógrafo Isaí Moreno hay un estupendo retrato de Daniel Sada que seguramente hará historia, pero en general las fotos incluidas son mediocres y algunas pésimas, lo que aconseja contar con alguna persona de ojo educado que haga una selección más rigurosa. Para acabarla de arruinar, el uso de un papel poroso es causa de que algunas tonalidades se pierdan y las ilustraciones queden pálidas, deslavadas, tristes… En fin, nada que no pueda mejorarse.

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