Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

Con un pie en el futuro

La mejor demostración del retraso económico, social y político que vive el país ocurre cuando se habla de tecnología y de avances científicos. Como con la pobreza, el rezago nacional es ofensivo, abrumador, por más que la gran mayoría de los mexicanos ya traiga uno y, de los clasemedieros para arriba, hasta dos aparatos celulares, o sea teléfonos.
El atraso económico y cultural es aún mayor si se le ubica en la llamada sociedad de la información, fenómeno que se construye a partir de la comunicación digital, pero con sistemas políticos todavía analógicos. La oligarquía nacional es analógica, la sociedad es digital, aunque parezca contradictorio.
Para pruebas, basta un botón: son excepción los políticos que actuan a la velocidad de las telecomunicaciones actuales, viven anclados en sistemas y métodos antediluvianos, tecnológicamente hablando.
Uno de los pendientes para el Tianguis Turístico 2015 en Acapulco es su falta de conectividad aérea internacional, pues de las 11 aerolíneas que volaban hace siete años sobrevive solamente una, por lo que los gobiernos federal y estatal han definido un plan B para subsanar el problema.
Entre las empresas extranjeras que incluían al puerto guerrerense en sus itinerarios estaban las estadunidenses American Airlines, Delta Airlines, Continental y Alaska Airlines, y la canadiense Air Canadá, además de Alitalia, Air Transat y Sunwing Airlines; la única que sigue volando es United Airlines.
De acuerdo con información de Grupo Aeroportuario del Centro Norte (Oma), que opera la terminal aérea del puerto, el único vuelo directo internacional que se tiene es con esta última empresa, desde Houston. En vuelos de conexión para el destino mexicano se tienen solamente desde esta ciudad de EU y con el Distrito Federal. Las compañías mencionadas decidieron salir de ese destino del Pacífico ante la crisis económica mundial y los problemas de inseguridad en México.
El problema es relevante si se recuerda que en el Tianguis Turístico 2014, realizado en Quintana Roo, el pasado marzo, su terminal aérea contó con la facilidad de más de 50 aerolíneas extranjeras, entre comerciales y charteras, que vuelan de diversas ciudades de Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.
A esto se suma, en opinión del director general del hotel Playa Suites, Sergio Salmerón Manzanares, que el puerto de Acapulco como destino turístico se ha agotado como un modelo de producto, que requiere de una renovación en infraestructura capaz de conquistar y se convierta en un verdadero atractivo para los visitantes nacionales y extranjeros.
Con 40 años de experiencia en el ramo de la hotelería, dijo que para ser competitivos no se requiere malbaratar el producto, como se hace actualmente con Acapulco, sino mejorarlo en su presentación. “En la Costera observamos lonas, anuncios espectaculares y negocios con barra libre y ofertas de tacos al dos por uno, sólo como una muestra de que se tiene que cambiar la imagen de Acapulco si lo queremos ofertar a turistas internacionales”, expuso.
Hizo hincapié en que promocionar Acapulco no es solamente hacerlo en fotos, boletines y anuncios, se requiere de más cosas, porque el turismo es un negocio muy serio, no de ocurrencias, y advirtió que un problema de mercado no se resuelve con un discurso político, sino de comprender lo que es el turismo y cómo se puede promover en un mercado globalizado lleno de competitividad. El turismo, dijo, tiene gran capacidad como engrasador de las economías en términos de un aumento en gasto promedio mundial de los turistas.
El tianguis turístico conforme a los parámetros acapulqueños quedó atrás, así como su glamour como centro turístico de clase mundial. Soberbia y políticas equivocadas hicieron que la mina turística acapulqueña se fuera como agua entre las manos y no será con buenas intenciones ni con muchos discursos como podrá recuperarse el dinamismo económico del otrora Paraíso del Pacífico. Quintana Roo lleva la delantera por mucho.
Ojalá se prevea y desaparezca la ceguera de que el solo regreso del Tianguis Turístico será la panacea para superar el retraso, la pobreza y las muchas oportunidades perdidas.?Una cosa es creer o imaginar y otra, muy distinta, dar el paso al futuro. Ojalá fuera así de fácil.

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