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Sufre Siria el peor atentado desde el inicio de las protestas con 70 muertos y 375 heridos

DPA

Damasco / Estambul

La explosión de una bomba frente a una prisión de Damasco provocó ayer la muerte de al menos 70 personas y heridas a otras 375, en el peor ataque de este tipo desde el inicio hace un año de las protestas antigubernamentales y de la represión por parte del régimen sirio de Bashar al Assad.
Tras el estallido se localizaron 55 cadáveres y “restos de otras 15 personas”, informó el Ministerio del Interior.
La gran explosión, que según testigos siguió a otra más pequeña en el mismo sitio, se produjo muy cerca de una de las sedes de interrogatorios más temidas de las fuerzas de seguridad sirias. Muchos presos políticos fueron torturados en estas instalaciones.
La oposición cree que el atentado fue organizado por el régimen para presentar la revolución como obra de terroristas islámicos. “El régimen está detrás de estas explosiones, ya que quieren minar el plan de paz del enviado especial de la ONU Kofi Annan”, afirmó el portavoz para Europa del Consejo Nacional Sirio, Bassam Jaara.
Sin embargo, los medios estatales hablaron de ataques terroristas provocados por coches bomba, y pidieron a los ciudadanos que donasen sangre en los hospitales.
En tanto, Annan llamó a las partes en conflicto a respetar la tregua. “Todo lo que conlleve a más violencia y tensión sólo perjudicará aún más a los afectados”, aseguró.
Por su parte, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, dijo ante el Consejo de Seguridad que los atacantes suicidas de Damasco procedían de países “bien conocidos” para la comunidad internacional.
En un discurso pronunciado ante el Consejo de 15 naciones, Jaafari no nombró directamente a los países que apoyaban el terrorismo internacional, pero acusó a Arabia Saudí y Qatar, así como a la red terrorista Al Qaeda de ayudar a la oposición armada en Siria.
“Siria espera que el Consejo de Seguridad condene con claridad y firmeza estos actos cobardes”, dijo Jaafari.
Las imágenes que llegan del lugar recuerdan a los atentados terroristas en Irak. La televisión estatal mostró imágenes de cadáveres carbonizados. Un colaborador que se desplazó al lugar informó que al menos 30 coches han sido destruidos por la explosión en el barrio de Al Kazzaz. También resultaron dañados varios edificios.
Muchos de los residentes que salieron ilesos se encuentran en estado de shock. Algunos de ellos gritaban: “Alá proteja a Siria”.
El jefe de la misión de observadores de la ONU, Robert Mood, visitó el lugar de los atentados. “Este es otro ejemplo del sufrimiento del pueblo de Siria por actos violentos. Lo hemos visto aquí en Damasco y en otras ciudades y pueblos en el resto del país”, apuntó Mood, mientras seguidores del régimen cantaban “Alá bendiga a Bashar (Al Assad)”.
El miércoles, el vehículo en que viajaba Mood escapó ileso del estallido de una bomba, aunque no se probó que el atentado estuviera dirigido contra el convoy de las Naciones Unidas.
“Nosotros, la comunidad internacional, estamos junto al pueblo sirio y llamo a todos, dentro y fuera de Siria, a ayudar a frenar esta violencia”, dijo ayer Mood.
Entretanto, la Unión Europea condenó lo ocurrido en Damasco, que calificó de “acto de puro terrorismo”, aunque subrayó que el plan de paz de la ONU “es el mejor camino hacia adelante”.
“Los ataques gemelos (…) parecían estar destinados a conseguir el mayor número de víctimas y daños”, dijo Michael Mann, portavoz de la responsable de la política Exterior comunitaria, Catherine Asthon.
“El aumento de ataques con bomba y las continuas violaciones del alto el fuego hacen aún más difícil la misión de Annan, pero destacan su importancia”, agregó.
Las estimaciones apuntan a que unas 10 mil personas perdieron la vida desde el inicio del conflicto en Siria, que en algunas zonas del país se convirtió ya hace meses en una guerra civil. Según los activistas, en otras partes del país perdieron ayer la vida 14 personas más.

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