Juan Angulo Osorio

QUINTO MUNDO

  Priísmo guerrerense disminuido

 Los políticos guerrerenses casi no aparecen en los medios de comunicación con sede en la ciudad de México. No digo que esos medios sean un dechado de profesionalismo al momento de cubrir la información, pero el desdén es unánime.

Por ejemplo, en todas las listas de candidatos plurinominales del PRI que se han  filtrado aquí y allá, no aparece ningún guerrerense. Eso quiere decir que Marcelino Miranda Añorve o Efraín Flores Maldonado o Erikha Lürhs o ¿Héctor Apreza Patrón? no ocupan ningún lugar prominente.

Un político y un periodista bien conectados con las alturas del PRI me han dicho que allá ni conocen a los próceres del priísmo de nuestros lares. El primero me dijo que el gobernador había ido a recomendar a “su presidente del PRI”, pero no se acordó ni del nombre ni del apellido. El segundo me dijo que “el bueno” era Efraín Flores, y cuando él mismo le comentó el nombre de Marcelino, dijo que de éste nunca había oído hablar en ninguna reunión de palomeo.

Esto me lo dijeron hace un mes el político, y hace tres semanas el periodista. Y en las dos últimas semanas, en que han salido las mencionadas listas filtradas, confirmé que el peso específico del priísmo guerrerense en el ámbito federal se encuentra muy disminuido.

Otro síntoma de esta debilidad es que en las listas filtradas tampoco aparece ningún ex gobernador del estado, como tampoco ha sido mencionado el nombre de René Juárez Cisneros entre los gobernadores que tengan capacidad de vetar a nadie, como se dicen que lo hacen José Murat con Diódoro Carrasco, Miguel Alemán con Miguel Angel Yunes, Tomás Yarrington con Manuel Cavazos Lerma, Angel Sergio Gurrerrero Mier con Maximiliano Silerio Esparza, entre otros.

En este contexto llama la atención la ausencia, aún inexplicada, de Juárez Cisneros en la reunión de gobernadores de Boca del Río, Veracruz. Se trata de la primera reunión de este nivel a la que asisten los presidentes nacionales del PRI, Roberto Madrazo pintado, y del PRD, Rosario Robles Berlanga, y el secretario general del PAN, Manuel Espino Barrientos. Otro invitado fue el embajador de México ante la Unión Europea, Porfirio Muñoz Ledo, encargado al principio del sexenio foxista de las mesas de diálogo para una reforma del Estado, y por la cual abogó en la reunión del viernes.

De la reforma del Estado se habló en Veracruz, e incluso se consideró como un acuerdo promoverla como una de las tareas políticas centrales del segundo trienio de Vicente Fox, en particular en lo que se refiere a la reelección de legisladores y el fortalecimiento del federalismo.

En la fotografía de la reunión se ve a un sonriente Humberto Salgado Gómez, el representante del gobierno del estado en el Distrito Federal.

¿Con quién esta enojado ahora el gobernador que no asistió a esa importante cumbre?

Algún lector se preguntará cuál el interés porque a los priístas se les haga más caso en el Distrito Federal y al gobernador entre sus pares. Pero no se trata de esto, sino de dar cuenta de un síntoma de que Guerrero no se encuentra en las preocupaciones nacionales de ningún modo. Nuestros estado depende en una altísima proporción de los recursos federales. Y si nuestros gobernantes y políticos no tienen fuerza ni siquiera para ser mencionados, menos la tendrán para exigir más atención de la federación hacia la entidad sureña.

Guante blanco

Lejos de amilanarse, el ex alcalde de Acapulco Zeferino Torreblanca Galindo le dio la bienvenida a su sucesor, Alberto López Rosas, al club de los precandidatos del PRD a la gubernatura de Guerrero.

“Sería un excelente candidato”, dijo el sábado Zeferino en Chilpancingo del actual huésped del Palacio Municipal del parque Papagayo.

A propósito, cuentan que López Rosas siente que existe una ofensiva del Frente Cívico de Acapulco contra su administración. Y que por eso la maniobra de enviar a algunos de sus seguidores a Chilpancingo para que lo destaparan como candidato a la gubernatura. “Esto es lo que les duele a los del Frente Cívico, que el jefe no se descarte”, confió a reporteros un funcionario del ayuntamiento.

Por lo visto no les dolió, pues el dirigente y fundador del FCA reconoce las cualidades de López Rosas para ser candidato del PRD al cargo que se disputará en febrero de 2005.

A propósito, si estuviésemos en una democracia electoral avanzada y no en una de Quinto Mundo, ya todos los dirigentes nacionales y estatales del PRD, los alcaldes, todos los que allí pesan, estarían cuidando a su mejor candidato a gobernador, arropándolo, alentándolo, facilitándole las cosas. Como hicieron, en su momento, la socialdemocracia francesa con Mitterrand, la derecha francesa con Giscard, el PSOE con Felipe González, el Partido Demócrata con Bill Clinton.

Lo mismo debiera decirse de la candidatura presidencial del PRD. Pero no. Los principales obstáculos están dentro del mismo PRD.