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Visitan familias los cementerios para recordar a las madres que fallecieron

Cientos de familias acapulqueñas se reunieron este jueves en los panteones del puerto para recordar a aquellas mamás y abuelitas que ya no se encuentran con vida y sentirse cerca de ellas, aunque fuera por unas horas.
En el panteón de Las Cruces, decenas de personas acudieron con ramos de flores, veladoras, adornos, y tríos musicales que entonaban al pie de las tumbas canciones como Las Mañanitas, Ángel mío, Amor eterno, y Señora, Señora, para celebrar a las madres ausentes entre lágrimas.
Sentada a la sombra de un árbol, meditando cerca de un sepulcro repleto de flores, se observó a la señora Tomasa Jiménez Rodríguez, de 84 años de edad, quien dijo visitar este camposanto frecuentemente desde hace más de dos décadas, tras la muerte de sus padres.
“Es un día que nos recuerda a nuestra madre, porque nuestra madre ya no vive con nosotros”, señaló con nostalgia la octogenaria, después de emitir un largo suspiro al recordar a su mamá.
“Para mi significa mucho, demasiado, porque la madre que me dio la vida significa demasiado, es lo más hermoso que el ser humano tenemos, nuestra madre, y nuestra abuelita porque también nos cuidan y nos dan más, igual que la mamá”, dijo entre sollozos la señora Silvia Soto González tras visitar las tumbas de su mamá y su abuela.
“Quisiéramos traerle lo que se merece, pero ahorita no se puede más, más que nuestro corazón y nuestro cariño”, agregó al mencionar que sus familiares llevaron algunos ramos de flores y coronas para decorar las tumbas.
Para la señora Beatriz Atrisco Guadarrama, visitar a sus abuelitas en el panteón representó recordar los buenos momentos que vivieron juntas, aunque “a veces nos gane el llanto también, porque que da sentimiento”.
“No hoy nada más se tiene que recordar, sino siempre se tiene que recordar a nuestra madre, porque ella, nueve meses nos llevó en su vientre y tenemos que recordarla siempre”, dijo emotiva la señora Epigmenia Hernández Gómez, al retirarse del panteón en compañía de sus hermanas, hijos y sobrinos, a nueve años de la muerte de su mamá. (Yee Trujillo).

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