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Editarán la biografía de la coronela revolucionaria Amelia Robles

 Conaculta, Xochipala * La vida de la coronela revolucionaria Amelia Robles, condecorada por más de tres presidentes, hembra de carácter explosivo y de quien se dice raptó a una muchacha de familia acomodada, podrá ser leída en la biografía que de esta mujer excepcional que escribe Edith Pérez.

En la biografía de la coronela Amelia Robles, se rinde homenaje a esta mujer, oriunda de Xochipala, quien defendió los ideales zapatistas, texto que se publicará este año, con el patrocinio de la Unidad Regional de Culturas Populares de Guerrero y el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc) de Conaculta.

Edith Pérez señala que Amelia Robles Avila fue una mujer de carne y hueso que peleó  como cualquier otro soldado de la Revolución Mexicana y participó en alrededor de 100 acciones de guerra registradas por las autoridades militares del país. Su texto incluirá testimonios orales, fotografías, análisis documental y corridos populares que la figura histórica y legendaria de esta mujer, precursora de las libertades sexuales, sembró en el colectivo popular.

Amelia Robles fue reconocida en 1970 por la Secretaría de la Defensa Nacional como legionario y veterano de la Revolución, le asignó una pensión y le concedió la Condecoración del Mérito Revolucionario, correspondiente  al segundo periodo, comprendido del 20 de febrero de 1913 al 15 de agosto de 1914.

Debido a estos reconocimientos, asegura Edith Pérez Abarca, la coronela Robles recibió honores de los ex presidentes Adolfo López Mateos, Manuel Avila Camacho y Luis Echeverría, de gobernadores del estado y rectores de la Universidad Autónoma de Guerrero.

Ya retirada de su actividad militar que se extendió hasta 1926, pues también luchó en el levantamiento del general Alvaro Obregón contra el ex presidente Venustiano Carranza (1919-1920) y contra la insurrección de Adolfo de la Huerta de 1923-1924, la coronela o coronel, como gustaba se le llamara, se dedicó a la agricultura, la ganadería y la organización agraria.

Su origen militar fue zapatista y recibió órdenes directas del general Emiliano Zapata en el campo de acción guerrerense; estuvo bajo el mando según los vaivenes de la Revolución, de los generales Jesús H. Salgado, Adrián Castrejón, Fortunato Maycott y Juan Andrew Almazán, quien en 1939-1940 fue candidato presidencial de oposición.

La autora mencionó que en la lucha política sobresalió en la defensa sistemática de los derechos de los campesinos pobres, pese a su origen familiar acomodado, participando en la fundación de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos y del Partido Socialista de Guerrero. Cuando tenía 91 años, cuatro antes de su fallecimiento (1980), fue nombrada vocal del Movimiento Nacional Plan de Ayala.

En la vida castrense fue un soldado más en los campos de batalla. Era arrojada y sobresalía por su valor suicida, lo que la distinguía de sus compañeros hombres. El general Zapata la apreciaba mucho por esta razón y en el Ejercito del Sur conquistó tres estrellas. Era magnífica jinete y vestía  la misma ropa que éstos pero resaltaba por su elegancia natural y belleza física.

El escritor Febronio Díaz, citado por la maestra Edith Pérez Abarca, la describió como una mujer de “verdad bonita, nívea, trenzas de trigo madura, ojos verdes y serenos que se tornaban felinos e intimidantes cuando se enojaba, pues fue hembra de carácter explosivo que no medía consecuencias a sus reacciones violentas”.

Retirada, siempre conservó el porte y la vestimenta militar masculina, pantalones olivo, camisa blanca de seda, botines cafés, sombrero texano, gasné y protagonizó varios hechos violentos.

Su incorporación a las filas de la Revolución en 1911 se debó, al parecer, a un hecho fortuito, pues hay distintas versiones, asegura la historiadora. Una versión habla del rapto que hizo de una muchacha de familia acomodada, acción que le costó persecución y un enfrentamiento a balazos: otra, describe que huyó de su casa por la pretención de su padrastro de casarla con un joven desconocido.

La coronela Robles Avila asumió a cabalidad su lesbianismo, se exhibía como hombre y llegó a la violencia para defender sus derechos de género.

En Xochipala, su pueblo natal, la Güera Robles, como también se le conoció en la región central de Guerrero, hay una escuela de educación básica y una Casa Museo con su nombre. Su figura –ejemplo del valor genérico de la mujer mexicana en la historia– la han analizado varias escritoras, entre ellas Elena Poniatowska.

La figura de la coronela Amelia Robles sembró corridos en el colectivo popular. Uno de ellos, debido a la inspiración de su sobrino Simón Ramírez Martínez, dice:

 Su nombre fue Amelia Robles,
Coronela consagrada,
No olviden de su nombre,
Era orquídea perfumada,
Llévenle un ramo de flores
A su tumba abandonada.

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