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Sorprende a acapulqueños la banda de marinos japoneses con salsa, mambo y música mexicana

*Invitan a cientos de asistentes a cantar y bailar en el escenario durante el concierto ofrecido el martes en el auditorio del parque Papagayo

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Con un programa corto pero sorprendente para quienes esperaban algo de formalidad, la Banda Musical de la Escuela de Instrucción de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón arrancó los aplausos de cientos de personas que se dieron cita la noche del martes en el auditorio del Parque Papagayo para escucharlos; salsa y mambo fueron los ritmos elegidos por los músicos, quienes además dieron cuenta de algunos temas populares de su tierra.
Con la puntualidad que caracteriza su cultura, los miembros de la fuerza marina japonesa que llegaron el lunes a Acapulco iniciaron su presentación ataviados con su vestimenta tradicional y tocando los tradicionales Taiko (tambores) con las bachi (baquetas).
Los aplausos se multiplicaron cuando la banda dio un vuelco a su programa ya que interpretaron un popurrí que incluyó el famoso Mambo Número 5 de Dámaso Pérez Prado.
Si bien la gente se sorprendió con la facilidad de los músicos para tocar este tipo de ritmos, incluso bailarlos con algo de timidez, la sorpresa se hizo mayor con la siguiente melodía: Bésame mucho, de Consuelito Velázquez donde el saxofón la hizo de voz.
El programa siguió con Salsa caliente, de la afamada banda nipona La Orquesta de la luz, especialista en ritmos tropicales, y que fue seguida con las palmas por la gente que para ese momento ya había llenado incluso los corredores del auditorio y hasta las escaleras.
Posteriormente interpretaron una serie de canciones populares de Japón, adaptadas también a ritmos tropicales, y que hicieron participar a la gente con diversos gritos agudos, enfatizando ciertas sílabas, y coordinados por los propios músicos.
Entre melodía y melodía, y mediante una traductora, el público escuchó un poco de historia de la formación musical de veinte músicos, cuatro mujeres colaborando en roles preponderantes, y compuesta principalmente por instrumentos de viento.
Así también, que la Banda Musical de la Escuela de Instrucción de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón arrancó su gira en mayo de la mano de la caravana de buques que recién el lunes arribaron a Acapulco y cuya ruta es hacia Nueva Zelanda, Australia y Filipinas.
Y mientras tanto, decenas de jóvenes aprovecharon para tomarse la foto con los marinos japoneses ahí reunidos sin percatarse del discreto operativo de la Marina Armada de México alrededor del auditorio.
Al ritmo del conteo musical hecho en inglés y sin director aparente, dieron cuenta de España, del músico compositor estadunidense Chick Corea pero con una adaptación que le permitió seguir en la tónica de los ritmos tropicales y haciendo lucir tanto al saxo tenor, barítono y contra alto, así como al trombón.
Samba del gringo, del también músico estadunidense Gordon Goodwin y Bikini beach, éxito de la Orquesta de Jazz de Dallas, cerraron de manera formal en concierto que ante los aplausos de la gente dio oportunidad a la interpretación de tres piezas más: una marcha de banda japonesa, el ya tradicional Cielito lindo cantada por todos los asistentes, alentados por los músicos japoneses quienes hicieron subir a decenas de niños al escenario para bailar con ellos un último mambo.

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