Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Indiferentes a la advertencia en La Boquita, turistas disfrutan del lugar

 Maricela Santos, corresponsal, Zihuatanejo * Indiferentes al letrero de “riesgo sanitario” colocado por la Semarnat en la desembocadura del canal La Boquita, decenas de  turistas michoacanos y defeños continúan disfrutando de la Playa Principal y comen muy cerca de la zona latas de atunes y pan blanco.

Los restaurantes cercanos al museo regional de la Costa Grande –que colinda con la desembocadura del canal de La Boquita– se encontraban ayer llenos puesto que se volvió a replegar en forma furtiva el letrero, y el movimiento ha hecho menos visible la indicación sanitaria. Ayer el letrero casi amaneció adentro del canal de La Boquita, y se observaban las huellas de los dos sitios en donde estuvo antes.

Algunos niños se bañaban ayer en el agua que escurre del canal, mientras algunas señoras los vigilaban de cerca o les llevaban hasta allí los sandwiches o el taco de pollo asado.

La bandera roja colocada por un presunto riesgo sanitario detectado no inhibió este viernes santo que los turistas se dieran un chapuzón, saltaran las olas y hasta tomaran un poco de agua del lugar por los revolcones que les ocasionó el mar a los más inexpertos.

Había madres de familia que optaban incluso por dejar a los niños en el escurrimiento de agua del canal vigilando las sandalias y playeras, mientras los mayores se internaban en las olas.

La gran mayoría de turistas que se bañaban en esta zona viajaron en autobuses desde Morelia, Guanajuato, Distrito Federal y estado de México. Los más comieron alguna botana enlatada en la orilla del mar y refrescos de dos litros. Los menos atiborraban los restaurantes de la zona.

Algunos ni siquiera se percataron con claridad de lo que decía el letrero y otros le preguntaban a los marinos sobre éste, así como al personal de Salud municipal que está en el área como parte de la operación vacacional, y de estos todavía fueron menos los que entendieron lo que sucedía, pues les decían que “el riesgo” estaba dentro del canal.

468 ad